SALUD

El Hospital Quirón aplica avanzadas técnicas para el tratamiento de la arritmia más frecuente

Se trata de la llamada fibrilación auricular
El equipo de cardiología del Quirón
photo_camera El equipo de cardiología del Quirón

El servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Córdoba aplica las técnicas más avanzadas de ablación con catéter para el tratamiento de la fibrilación auricular, la técnica clásica con radiofrecuencia y la crioablación de venas pulmonares.

Según ha indicado la institución hospitalaria en una nota, estas intervenciones las lleva a cabo la Unidad de Electrofisiología y Arritmias del servicio de Cardiología, dirigida por Julián Pérez Villacastín, adscrito también al Hospital Ruber Internacional, e integrada por los doctores Victoria Cañadas y Nicasio Pérez Castellano.

En las últimas dos semanas se han realizado ocho procedimientos de ablación de venas pulmonares en el centro, seis mediante crioablación y dos mediante radiofrecuencia, con resultados muy satisfactorios.

El jefe del servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Córdoba, Manuel Anguita ha explicado que la fibrilación auricular es la arritmia más frecuente, una patología que provoca importantes limitaciones a los pacientes, empeorando su calidad de vida, y que aumenta el riesgo de desarrollar embolismo cerebral y producir ictus.

La ablación persigue eliminar la fibrilación auricular, restaurar el ritmo normal del corazón y evitar los síntomas de esta patología. La técnica más moderna y segura es la ablación con catéter con frío de las cuatro venas pulmonares, que se realiza a través de una punción de la vena femoral.

Así, se introduce un catéter que se lleva a la aurícula izquierda a través de una punción del tabique que separa las dos aurículas, y mediante la aplicación de frío se produce el aislamiento de las venas pulmonares, lo que evita que la fibrilación auricular se transmita y permite que la aurícula recupere su ritmo normal.

El procedimiento dura unas dos horas y el paciente es dado de alta entre las 36 y 48 horas posteriores. Estas técnicas se realizan en pacientes que presentan crisis de fibrilación auricular (denominada fibrilación auricular paroxística) y también en aquellos con fibrilación auricular persistente, sin importar la edad.