Política comunitaria

Homenaje 'light' del Parlamento andaluz a Julio Anguita en el que Vox no participó

El cordobés Alejandro Hernández, de Vox, no se unió al homenaje al 'Califa Rojo'

La sesión parlamentaria en Sevilla de este miñercoles se ha tomado un muy breve espacio de tiempo para rendir un homenaje con tibios aplausos a la figura de Julio Anguita, que formó parte de ese hemiciclo del 22 de junio de 1986 al 21 de noviembre de 1989, en una época interesante, con una política interesante en la que, entre otras cosas, entró en vigor el acta de adhesión de España a las Comunidades Europeas, se celebró el referéndum sobre la permanencia en la OTAN, se puso en marcha el servicio universal de sanidad y todo el mundo tuvo acceso a la escolarización pública y gratuita, las protestas estudiantiles con el punkie revolucionario y pendenciero 'Cojo Mantecas' de protagonista, la Ley de Adopción nació para acabar con el mercado negro de las adopciones, una huelga general que paralizó de verdad el país frente a la reforma laboral, el propio Anguita era nombrado secretario general del PCE o el proceso al GAL.

En Andalucía, el Fondo Europeo de Desarrollo Rural (Feder) y el Plan de empleo Rural (PER) sirvieron para sacar en parte de la recesión a la región.

Épocas con sus retos de peso estatal, en los que Anguita participó lo suficiente como para tener el respeto a uno de los últimos animales políticos de todos los colores del espectro político, de los que ya quedan menos en vida y se encuentra alejados de las decisiones que generan y crean Estado.

El Plenario andaluz, todo hay que decirlo con poca presencia por culpa de la pandemia mundial, se limitó a conceder unos tímidos aplausos (salvo, evidentemente de la parte de Adelante Andalucía) y algunos, como fue el caso de su paisano Alejandro  Hernández, presidente de Vox en Córdoba, ni siquiera hizo el amago de reconocer la trayectoria de alguien alejado por completo de su pensamiento político, pero igualmente respetable por lo que ha significado para el país en su conjunto.

Un homenaje 'light' y más burocrático que otra cosa para pasar el trámite.