MEDIO AMBIENTE EN LA CAPITAL

La Asamblea Antinuclear de Córdoba exigirá un plan de cierre del cementerio nuclear de El Cabril

Concentración anual el 6 de agosto en memoria de las víctimas de los ataques nucleares de 1945 a las ciudades niponas de Hiroshima y Nagasaki
Acto reivindicativo de la Asamblea Antinuclear de Córdoba
photo_camera Acto reivindicativo de la Asamblea Antinuclear de Córdoba

El 6 de agosto de 1945, a las 08.15 horas, el bombardero Boeing B-29 Superfortress Enola Gay (a quien el grupo británico OMD dedicó una canción antibelicista), arrojó sobre Hiroshima la primera bomba atómica de la historia, 'Little Boy', que sesgó de un plumazo la vida de 140.000 almas. Tres días después, el ejercito estadounidense arrojó una segunda bomba, Fat Man, sobre Nagasaki, que consumió a 35.000 personas (un error en el lanzamiento hizo que se 'fallara' de lleno el objetivo). Unas masacres sobre la población civil que dieron fin a la Segunda Guerra Mundial pero abrieron un periodo de terror nuclear que aún sigue amenazando a toda la humanidad.

Éste es el motivo por el que 76 años después, el próximo viernes, 6 de agosto, como ya es tradicional, la Asamblea Antinuclear de Córdoba convoca una concentración en memoria de las víctimas de esos terribles bombardeos y de todas las víctimas que la energía nuclear ha producido y sigue produciendo en todo el mundo. Por eso, la concentración mantendrá los lemas en los que se vienen insistiendo: 'Hiroshima y Nagasaki nunca más', 'Fukushima nunca más', 'Chernobil nunca más', 'Cierre del cementerio nuclear de El Cabril', 'Energía nuclear, ni civil ni militar'.

Acto reinvindicativo de la Asamblea Antinuclear de Córdoba

En estos momentos en que todo el planeta padece los efectos de una pandemia que está provocando por el momento 4,25 millones de muertos y gravísimas consecuencias sociales y económicas, la Asamblea Antinuclear de Córdoba pide alzar la voz para denunciar que la carrera armamentística que mantienen las grandes potencias mundiales no sólo es una amenaza para la seguridad y supervivencia de la vida en la Tierra, sino una absoluta inmoralidad, al dedicar ingentes recursos monetarios, materiales, de investigación y de trabajo a crear armas mortíferas en lugar de dedicarlos a garantizar la vida y la salud de la humanidad.

Por eso, la Asamblea exigirá que el Gobierno español, tal como se comprometió, ratifique el Tratado Internacional sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, auspiciado por Naciones Unidas, que ya han suscrito 122 países, pero rechazó firmar en 2017 Mariano Rajoy, obedeciendo a los intereses de la OTAN y Estados Unidos.

No olvidamos tampoco los riesgos del llamado 'uso civil' de la energía nuclear, que han ocasionado y ocasionan una contaminación radiactiva imposible de eliminar durante siglos, con sus efectos sobre la salud y la vida, a los que se añaden las gravísimas consecuencias de los innumerables accidentes de las centrales nucleares, como siguen recordando las secuelas de Chernobyl y de Fukushima.

Acto reivindicativo de la Asamblea Antinuclear de Córdoba

Por eso, se volverá a exigir al Gobierno español firmeza en el plan de cierre de los siete reactores nucleares funcionantes en nuestro país, descartando la posibilidad de autorizar la prórroga de funcionamiento de las centrales de Vandellós y Almaraz, que ahora están planteándose. Igualmente, un plan de control y cierre del cementerio nuclear de El Cabril que padece la provincia de Córdoba, empezando por suspender definitivamente cualquier proyecto de ampliación.

"Recordaremos también que el Gobierno de Japón pretende hacer del Pacífico un basurero nuclear, pues tiene previsto el vertido de 1,24 millones de toneladas de agua radiactiva procedentes de Fukushima al océano, y reclamaremos la descontaminación de Palomares, un problema arrastrado desde el año 1966, fecha en la que se produjo el accidente", añade el colectivo en un comunicado.

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El tremendo retraso en la ejecución de las tareas de descontaminación demuestra una vez más la opacidad de todo lo relacionado con la energía nuclear y las infinitas trabas puestas por las administraciones y el lobby nuclear a que la sociedad civil participe en el control de estos sucesos.

"Pediremos también que se investiguen las razones de la disminución de la producción de energía eléctrica en las centrales nucleares ('bajadas de carga' en términos técnicos) en los periodos de fuertes subidas del recibo de la luz, tanto este año como el año 2020 por si esas prácticas persiguieran subir de forma fraudulenta el coste de la energía, generando en consecuencia artificialmente fuertes beneficios para el sector", lo cual resultaría por completo lamentable y falto de lugar.