A pesar de las vicisitudes por las que están pasando las corporaciones cordobesas con motivo de la crisis del Covid-19, la hermandad del Rocío de Córdoba, fiel a la decisión que en su momento tomaron los hermanos, ha seguido adelante con los proyectos iniciados por la junta de gobierno encabezada por Manuel López Guzmán. En este sentido, uno de los principales retos por parte de la filial era el de mejorar la infraestructura de la casa hermandad que la hermandad cordobesa tiene en la aldea del Rocío.
Así, los rocieros cordobeses podrán disfrutar de unas nuevas instalaciones este próximo verano con el arreglo de los cuartos de baño de la parte inferior de la casa hermandad, junto a la remodelación de la cocina. De esta forma, estos nuevos aseos, se han adaptado a los nuevos tiempos, con «mobiliario más moderno, más espacio y todo absolutamente nuevo», han recalcado desde la corporación cordobesa. Por otro lado, también se han instalado espacios reservados para personas con movilidad reducida, haciendo una casa hermandad «de todos y para todos».
Con todos estos arreglos, durante el mes de agosto, los hermanos de la corporación podrán aprovechar la mejorada casa hermandad para disfrutar de unos días de vacaciones en la aldea marismeña, respetando las medidas de seguridad para evitar cualquier tipo de contagio de Covid-19. Así, desde la filial rociera se ha elaborado un folleto explicativo con las «Normas de Convivencia» para este verano 2020.
Entre las principales medidas adoptadas por la hermandad del Rocío de Córdoba se incluye, por ejemplo, la obligación de «lavarse las manos con hidrogel». También, «se entregarán fundas de colchón y almohadas recién lavadas y desinfectadas» y se prohíbe «compartir cuarto con personas que no pertenezcan al mismo núcleo familiar».
