Los Guillermos fue fundada en el año 1906 por Guillermo Jiménez. Desde que abriese sus puertas por primera vez hace ya más de ciento diez años, por su superficie en la calle Gondomar se han vendido todo tipo de artículos desde porcelanas, espejos, perfumería, o marroquinería. Fue en el año 1972 cuando la empresa transformó su actividad a lo que por hoy en día es conocida, la venta de juguetes y hobbies, convirtiéndose con el paso de los años en todo un referente en juguetería técnica en todo lo relacionado con radiocontrol, aeromodelismo, trenes y maquetas. En 2014, la tienda que hasta entonces permanecía en la céntrica calle Gondomar se trasladó a la calle Pastores.
A día de hoy, Los Guillermos está regentada por Miguel Fernández, que aunque no guarda ninguna relación con la familia fundadora original ha trabajado en la tienda durante más de veinticuatro años, por lo que conoce muy bien el negocio. Miguel señala que es curioso ver como en todo este tiempo se aprecia un cambio intergeneracional en los clientes que pasan por la tienda y es que "los niños que hace veinte años venían con sus padres a ver los scalectrix son hoy los que vienen con sus hijos".
En Los Guillermos podemos encontrar un sinfín de artículos de radio control, juegos educativos, armas de aire y maquetas, de hecho, son la sede de la Asociación de Amigos del Modelismo de Córdoba. En sus vitrinas se pueden apreciar auténticas obras de arte en miniatura, como su colección de carros de combate, contando algunas piezas con importantes premios y reconocimientos a nivel nacional. Además Los Guillermos ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y a sus juguetes de toda la vida, se suman ahora otros como los famosos drones. También estrenará en breve su nueva página web.
Para las niñas, el producto estrella sigue siendo el muñeco Reborn, un pequeño bebé recién nacido a tamaño real realizado con silicona y con un aspecto muy realista. Estos muñecos son personalizados a gusto del cliente. Aunque pasen los años tampoco faltan en las estanterías de esta juguetería las míticas Mariquita Pérez y Antonio Juan, dos clásicos de la infancia de muchos cordobeses que prometen seguir siéndolo en la generaciones venideras.
