Ninguno pertenece a ninguna saga de familias carnavaleras, como es lo habitual que ocurra en el Carnaval de Córdoba; Fernando Abad se aficionó a la fiesta con "los amiguetes de mi barrio", el Campo de la Verdad, cuna del tres por cuatro cordobés, donde se prendó de un ambiente que inundaba las peñas de ensayos durante todo el año y cuando llegaba febrero veía como salían en pasacalles los grupos hacia el teatro. De hecho, en 1996 sacó la comparsa "El Campo de la Verdad" donde rindió homenaje a ese barrio señero y de tradición carnavalera por excelencia.
"Fernandito Abad", como lo conocen en los mentideros carnavalescos, empezó saliendo en juveniles en 1988 y tres años después sacó su primera comparsa "Cabeza Hueca" "con un grupito de amiguetes de la charpa". De ahí, 30 años de Carnaval, trayectoria que sin duda ha marcado la vida de este comercial de pintura de profesión pero compositor y director de comparsas de corazón. "Tuve la suerte de que debutaran con nosotros Taleguilla y Rojano, que están ahora triunfando los dos en Cádiz" reconoce Abad que dice que "me llena de orgullo que dos grandes carnavaleros como ellos estén representando a nuestra tierra".
Aunque el año pasado no concursó, es uno de los compositores y director de agrupaciones de referencia en el concurso de copla cordobés. Pero su pasión por la fiesta va más allá: hasta el año de su descanso, sacó una chirigota ilegal para matar un poco el gusanillo de febrero.
El año que viene será una Carnaval que le marcará porque "ser pregonero es lo más grande que le puede pasar a un pregonero" y además el reto conlleva el más difícil todavía porque regresa al concurso con su agrupación.
Antonio Ramírez, a quien carnavalmente hablando se le conoce como "Añete", lleva "media vida con Fernando" -como el Carly y el Subiela-; "todo se lo debo a él", desde 1992, con la segunda comparsa de adultos que sacó Fernando, Antonio le ha estado poniendo la letra a las composiciones logrando como resultado "letras que cantan de la misma manera que yo hablo", de una manera pausada, algo tímida pero intentando contar lo que pasa para que todo el mundo se entere, "no me complico la vida, cositas del día a día que la gente comprenda".
"Para mi, mis amigos, mi casa, mi hija, conocí a mi mujer en el Carnaval, todo es Carnaval". Empezó en esto a través de su cuñado, de una estirpe carnavalera, que le dijo que Fernando Abad buscaba letrista y hasta hoy, 24 febreros compartiendo su pasión por la comparsa.
Recuerda con especial cariño un pasodoble al hijo de Julio Anguita, Julio Anguita Parrado (El Mercantil, primer premio en 2005), periodista fallecido en Bagdag cuando cubría la Guerra de Iraq y otro que escribió para la Virgen de la Encarnación del barrio cordobés de El Cerro (Guerra de Colores, segundo premio en 1999).
El Carnaval de Córdoba más allá de los propios carnavaleros
Tanto Fernando como Antonio son conscientes de la responsabilidad que conlleva anunciar unas fiestas que para ellos son tan importantes; ya han empezado a trabajar el pregón, que este año regresa a la Plaza de las Tendillas -uno de los muchos cambios que la nueva directiva de la Asociación Carnavalesca Cordobesa está promoviendo para mejorar la fiesta-.
"El carnaval es un hobby muy pasional", además se está todo el año "liado", dice Fernando que recuerda que cuando él empezó con 11 años había muchísima afición, en los ochenta y los noventa los escenarios de los barrios se llenaba, pero la falta de información sobre la fiesta ha hecho que muchos aficionados se bajaran del carro, además de "las historias del concurso", que son las que "matan la fiesta". También aboga por crear cantera desde iniciativas como El Carnaval en la Escuela, le consigue atraer a la fiesta a cientos de escolares.
Por su parte, Antonio, además de fomentar la difusión está convencido de que "los carnavaleros en Córdoba tienen que saber valorar su propia fiesta y trabajar mucho para llevar grupos de calidad al público".
