POLICÍA NACIONAL

Un ficticio secuestro exprés se salda con una estafa de 1.000 euros

La Policía ha detectado un incremento de este tipo de llamadas sobre falsos secuestros exprés que recuerdan mucho a las de hace un año realizadas desde Santiago de Chile

Comisaría de Campo Madre de Dios
photo_camera Comisaría de Policía de Campo Madre de Dios en la capital cordobesa

Finalmente, los falsos secuestros exprés lanzados desde países de América Latina ha conseguido una víctima en Córdoba. Una mujer residente en la capital califal ha sido víctima de una estafa, cifrada en unos 1.000 euros, al haber sido víctima del secuestro express virtual de su hija, que nunca llegó a estar retenida por persona alguna, pero así se lo hicieron creer a la mujer, a través de una llamada telefónica los supuestos estafadores.

Según han informado a Europa Press fuentes de la Policía Nacional, estos hechos, que fueron denunciados posteriormente por la víctima de la supuesta estafa, están siendo investigados por agentes de la Brigada de la Policía Judicial, pero también por la central del Cuerpo Nacional de Policía en Madrid, dado que "esta modalidad de estafa del secuestro express virtual se está registrando a nivel nacional", siendo los pretendidos secuestradores delincuentes que llaman desde Sudamérica.

Las víctimas, según ha explicado la Policía, reciben llamadas telefónicas en las que les exigen cantidades que oscilan entre 1.000 a 10.000 euros por la liberación de un familiar, imitando su voz e intentado generar una situación de bloqueo y angustia. En realidad no se trata de ningún secuestro real, sino de una estafa telefónica que busca presionar a las víctimas mediante amenazas para que paguen un supuesto rescate antes de colgar el teléfono, para evitar, así, que puedan comprobar que, realmente, su familiar no ha sido secuestrado.

Se trata de una nueva oleada de llamadas, que sigue el mismo patrón que las detectadas hace casi un año, cuando la Policía Nacional española localizó a los miembros de esta trama en Santiago de Chile. La Policía Nacional alerta a los ciudadanos sobre estos falsos secuestradores que buscan por teléfono víctimas en España y, por eso, ante una llamada desde un número privado o desconocido, pide que se desconfíe y se contacte de inmediato con la Policía Nacional.

Modus operandi

La estafa telefónica se basa en el 'modus operandi' del secuestro virtual, es decir, simular el secuestro de un familiar o persona allegada para solicitar el pago de una cantidad de dinero para la supuesta liberación. Los falsos secuestradores pueden llegar a obtener datos del entorno familiar de la víctima en las redes sociales para tratar de dar verosimilitud a la llamada.

El objetivo de los estafadores es convencer a la víctima de que el secuestro se ha producido en realidad. Para ello utilizan amenazas, presiones y hasta llegan a poner al teléfono al supuesto secuestrado para que, entre lamentos, reclame el pago del dinero para evitar que le hagan daño. El supuesto secuestrado habla poco y muy alterado con el objeto de dificultar a la víctima reconocer la voz, dado que en realidad se trata de una grabación o de un colaborador de los estafadores.

La llamada bajo amenazas se prolonga durante bastante tiempo con dos objetivos: evitar que la víctima pueda corroborar la veracidad de la información y, por otro lado, conseguir que realice un pago rápido. Para ello el estafador va dando instrucciones a la víctima para que transfiera el dinero o lo haga llegar a través de empresas de envío de dinero. No obstante, una de las fórmulas que podría utilizarse para evitar caer en el engaño es que un acompañante del que está siendo extorsionado en ese momento llame efectivamente al supuesto secuestrado a través de otro móvil, al mismo tiempo que se está realizando la otra llamada.

Los agentes de la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Comisaría General de Policía Judicial ya han contactado con Interpol para tratar de averiguar el origen de las llamadas e identificar a los autores. Estos especialistas de la Policía Nacional recomiendan a los ciudadanos desconfiar de este tipo de llamadas y ante todo poner los hechos en conocimiento de la Policía, a través de cualquier comisaría o del 091.