TRIBUNALES

Se enfrenta a 10 años por agredir a una exempleada que presuntamente delató sus actividades ilegales tras ser despedida

La acusaba de haberse chivado a la Policía de que en el quiosco donde trabajaba había tabaco de contrabando y, de hecho, días después del despido la Policía se incautó allí de 380 cajetillas ilegales

tabaco incautado
photo_camera Una de las incautaciones de tabaco practicadas por la Policía Nacional en esa misma época

La Fiscalía ha solicitado penas de unos 10 años de prisión para una mujer acusada de retener en su propia casa a una exempleada, tras entrar en la vivienda por la fuerza y supuestamente pegarle y amenazarla de muerte, al creer que la víctima había avisado a la Policía para que registrara su quiosco y se incautaran de tabaco de contrabando en la capital cordobesa. El juicio se celebrará en el Juzgado de lo Penal número 3 de Córdoba.

Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso Europa Press, la afectada estuvo trabajando como dependienta de un establecimiento de frutos secos en Córdoba, del que es propietaria la procesada, junto con su pareja sentimental.

Al respecto, "por desavenencias" entre la acusada y la empleada, ésta fue despedida en enero de este año y a los pocos días, los agentes de la Policía Nacional realizaron en el establecimiento dos incautaciones de tabaco de contrabando, en las que intervinieron unas 380 cajetillas.

Tras ello, la procesada llamó a la mujer, al creer que "la incautación tenía que ver con el despido" y "con ánimo de amedrentarla", le dijo "qué has hecho mandando dos veces a la Policía esta semana" y que a su marido le habían echado "dos años de prisión por tráfico de tabaco", al tiempo que le advirtió con insultos de que se escondiera "debajo de tierra", porque la iba a "rajar".

Acompañada de dos matones

Así, a finales de enero, la acusada fue de noche al domicilio de la afectada, junto a dos hombres que no han sido identificados, y tras franquearle la puerta la mujer, entraron en la casa al propinarle "un fuerte empujón". Una vez dentro, supuestamente le ataron los pies, mientras que los dos varones "le sujetaban fuertemente los brazos".

Le rajó la camiseta con una navaja y le dio golpes con patadas y bofetadas en diferentes partes del cuerpo

De ese modo, la procesada le recordó que le dijo que la iba encontrar y la iba "a matar", aunque le apuntó que no le iban a hacer daño. "Esto es un sustito", le espetó, al tiempo que presuntamente le rajó la camiseta con una navaja y le dio golpes en diferentes partes del cuerpo "con patadas y bofetadas", que le han causado erosiones.

En total suponen un delito de allanamiento de morada, dos años de prisión y multa de 3.240 euros  tres años de alejamiento; otro de detención ilegal, cinco de prisión y seis de alejamiento; dos de amenazas, tres años de prisión y seis de alejamiento; y uno de lesiones, 2.160 euros y seis meses de orden de alejamiento.