También encontramos variaciones en los hábitos horarios, con un acuciante cambio por las mañanas, que han pasado de tener su pico de máximo consumo de las 10 horas a las 12 horas.
En este sentido, también destacamos el pico a la baja que se ha venido produciendo a las 20 horas durante este periodo de confinamiento y que coincide con el momento en el que los cordobeses y cordobesas salen a aplaudir a las ventanas y balcones.
Por su parte, Emacsa ha estado adaptándose a los cambios provocados por el estado de alarma desde el principio, con el desarrollo de un Plan de Contingencia en el que destacan dos objetivos fundamentales: Salvaguardar la seguridad de su plantilla y seguir prestando un servicio de calidad y con todas las garantías a la ciudadanía.
Asimismo, Emacsa ha establecido una serie de medidas sociales y económicas para apoyar a los cordobeses y cordobesas en estos momentos tan difíciles. Su prioridad es contribuir a la protección de las personas más vulnerables, así como de las empresas y autónomos, evitando que la factura de agua y saneamiento sea una carga añadida en tiempos tan difíciles.
En esta línea, Emacsa ha puesto en marcha una campaña informativa con la que pretende fomentar la auto-lectura del contador, evitando así facturas estimadas, que se realizan tomando como referencia los datos del mismo mes del año anterior, con los consiguientes desajustes, sobre todo en aquellos negocios y comercios que hayan tenido que interrumpir su actividad.
Con todas estas actuaciones, Emacsa quiere estar muy cerca de la ciudadanía en tiempos difíciles y transmitir un mensaje de esperanza, con el convencimiento de que juntos saldremos adelante.