Solidaridad en tiempos de crisis

La pandemia dificulta el reparto de alimentos cuando se ha triplicado la demanda de ayuda

Las organizaciones consideran necesaria una coordinación única desde el Ayuntamiento sobre material, medios, información y trabajo también con otras administraciones
Voluntarias de Cáritas
photo_camera Voluntarias de Cáritas Diocesanas

No está siendo nada fácil para las entidades cordobesas que a diario se enfrentan cara a cara a la necesidad imperiosa de personas que no tienen para comer o vestir. Y más en estos días de confinamiento y escasez por culpa de una pandemia mundial que está segando vidas y cerrando el grifo de la economía a una parte importante de la población cordobesa.

En Cáritas Diocesana se ha triplicado la atención desde el inicio de la crisis, mientras que por ejemplo en el Comedor de los Trinitarios se siguen entregando 160 packs de comida diarios, además de realizar repartos de menús para una docena de familias (unas 52 personas).

Y no está siendo una labor sencilla, porque el coronavirus ha cambiado la forma habitual de actuar y ha mermado, al mismo tiempo, los medios humanos, ya que una parte importante de ellos son población de riesgo por la edad, a lo que se añade un miedo natural al contagio para acabar siendo a la postre una víctima mortal más que se empiezan a contabilizar por miles (10.935 en todo el país, de los que más de 20 son de la provincias de Córdoba).

Doblando turnos en Cáritas

Cáritas, sin ir más lejos, quizá la entidad con los recursos más limitados que hay, con un presupuesto propio escaso y dependiente de las ayudas que recibe, pero con una importantísima labor de calle, está ahora mismo funcionando con tres trabajadores sociales, de los que uno de ellos se dedica a atender el teléfono, doblando turnos, y atendiendo en la medida delos posible la ingente cantidad de llamadas y mensajes por redes sociales que reciben a diario para pedir ayuda o pedir información sobre cómo acceder a ella. Porque la gran pregunta de las últimas semanas entre los necesitados es "¿cómo puedo acceder a esa comida que se anuncia por los medios que se va a repartir?".

Mensaje de Cáritas

La estrutura de Cáritas, basada en las parroquiales, se ha atascado, porque algunas de éstas están cerradas. Sus voluntarios son de avanzada edad y no están como para exponerse al virus y seguir contagiándolo. En este punto hay hermandades que están supliendo la labor de las Cáritas Parroquiales, pero ni siempre es suficiente., porque la burocracia se ha eliminado con la pandemia y no se pueden hacer visitas a domicilio.

Esto explica, por ejemplo, la razón por la que la ayuda está tardando algo más de lo habitual, ya que desde Cáritas se tiene   que comprobar previamente la situación de las personas demandantes y no siempre es sencillo contactar con Servicios Sociales del Ayuntamiento para recabar información.

Menús diarios y vales de supermercado

Según fuentes consultadas por este periódico, la forma de repartir alimentos de Cáritas se lleva a cabo mediante menús diarios a través del restaurante Tabgha (unos 200 diarios) o bien con vales para Supermercados Piedra, que se entregan con un código a las personas con necesidades. En este punto, las mismas fuentes plantean que se podría permitir temporalmente a otros restaurantes ofrecer el mismo servicio que Cáritas, como ha planteado, por ejemplo, el Mercado Victoria, ya que están cerrados, pero sus cocinas funcionan.

El problema sigue siendo el mismo: ¿A quién atender ante la avalancha de personas? Los casos se han triplicado frente a la actividad habitual de Cáritas, con un perfil ampliado, porque frente a sus habituales, los hay que han vuelto a pedirles ayuda después de conseguirles un trabajo en precario que el coronavirus ha destruido.

Parte del equipo de Tabgha, con Erica Gómez, Bakary Kone y David Plaza en primera fila

A todo esto hay que añadir el trabajo de la UVI móvil que sigue siendo por las noches a atender a personas sin techo, porque no todos han querido alojarse en el Colegio Mayor Seneca habilitado por el Ayuntamiento para la ocasión. Salen, en este sentido, voluntarios jóvenes que reparten alimento. En esta ocasión doble ración de bocadillos o latas, por si hubiera algún problema de poder salir los dos días que lo hacen a la semana. Las últimas veces, hace escasamente tres días, había una treintena de sin techo que siguen en la calle.

Comedor de los Trinitarios

En Prolibertas, responsable del Comedor de los Trinitarios, su presidente, Eduardo García, Asegura no tener problemas para obtener la comida almacenada en el Banco de Alimentos, que es la encargada de repartir a entidades como éstas la comida conseguida mediante diferentes programas, o bien con donaciones de empresas concertadas, como Mercadona, y adquisiciones directas en los supermercados.

A pesar de que el Ayuntamiento, a través de Servicios Sociales, ha firmado convenios con Cruz Roja, San Juan de Dios, Cáritas, Acisgru y Fepamic, para derivar a estas asociaciones las demandas que les llegan con bonos de compra y reparto de packs, Prolibertas se ha quedado fuera, porque "atendemos ya a muchas personas y no estamos cerrados". Además le presión de las 80 personas sin techo a las que solían atender ya no existe en estos días, porque una parte importante están en el Colegio Mayor Seneca.

Comedor social de los Trinitarios en Córdoba

Pero atienden por cientos a diario. Con el mismo problema: ¿A quién, cuando la burocracia para certificar que es una persona realmente necesitada está ralentizada? Según García "desde siempre ha existido descoordinación, aunque antes de que llegara la actual crisis sanitario la hemos solicitado en numerosas ocasiones y que podría ser con un teléfono único de Servicios Sociales con un técnico que nos coordinara". No sólo a los organismos encargados de distribuir los alimentos y a los que los almacenan, sino también a las diferentes administraciones que tienen programas similares o incluso a las diferentes áreas del Ayuntamiento que participan en este servicio.

Una cabeza con múltiples brazos para que toda esa solidaridad no termine siendo un caos, y más en tiempos como los que se está viviendo, de excepcional complejidad y con numerosas personas que los están pasando mal, a medida que avanzan los días sin tener ingresos. Ahora, por ejemplo, lo normal sería que Servicios Sociales del Ayuntamiento informara a todas las organizaciones un documento en PDF en el que se indicara claramente los nombres de los centros habilitados para el reparto de alimentos, un teléfono y un horario, así como un formulario de solicitud de ayuda que se podría entregar a las organizaciones y oenegés, que, a su vez, lo distribuirían por sus redes sociales. De ese modo, nadie se quedaría atrás.

Cruz Roja

Cruz Roja, entre tanto, como se ha indicado, antes ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento para el reparto de vales de alimentación, que se entiende que en las circunstancias actuales es lo más responsable y la mejor fórmula, y sigue funcionando igualmente con su UVI móvil una vez a la semana para atender a las personas que están en la calle.

Cruz Roja

De igual forma, esta oenegé recibe donaciones como la reciente por parte de Pescados La Carihuela de 10.000 euros al Plan 'Cruz Roja Responde', puesto en marcha por la institución humanitaria en respuesta a la crisis generada por el Covid-19 y que servirá para ampliar las ayudas de emergencia que la entidad está impulsando estos días, orientadas a cubrir las necesidades básicas de aquellas personas y familias que más están sufriendo ya el impacto de esta situación.

Esta misma semana se distribuyeron los vales de alimentación para 250 familias de la capital, gracias a fondos provenientes de una subvención de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación y con recursos propios de la organización.

La Palabra de Las Moreras

En algunas zonas de la capital, en vista de que la ayuda no les llega, han preferido coger la sartén por el mango. Es el caso de la Asociación de Vecinos La Palabra, del barrio de Las Moreras, que hoy mismo se han dedicado a repartir 50 menús, vestidos y galletas para la para población infantil en el barrio, a partir de una colaboración entre la Concejalía de Participación Ciudadana, liderada por Eva Contador (PP), y Vitalia (Residencia San Rafael).

Comida 2

Según fuentes de la Asociación, "es mucho menos que suficiente y mucho más que nada", pero la idea es intentar ampliar la línea de colaboración e incorporar a más familias que lo solicitan y que ya se van incorporando al censo "que establecemos a partir de las comunicaciones que nos llegan por medio de nuestros canales y que muestran que estas medidas son una gota de agua, más que necesaria, en un oceáno de pobreza". Y es que esta ayuda llega a población que no es atendida por ahora por los diferentes servicios.

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