La violencia de género en Córdoba dejó un aumento del 2% en las denuncias durante el primer semestre de este año, lo que viene a reforzar el crecimiento experimentado a lo largo de 2014, con un 1,6% más, según un informe de la Fundación Adecco, al que ha tenido acceso este periódico. No obstante, Córdoba es la provincia andaluza que registra un menor volumen de denuncias por violencia de género, con 773 en el primer semestre de 2015, un 5,6% del total de Andalucía (13.657).
Una de las razones por las que han aumentado las denuncias podría ser la paulatina reactivación de la economía que puede estar potenciando la confianza de las mujeres, teniendo su reflejo en las cifras judiciales. Así, según la misma fuente, en 2014 se registró el primer aumento significativo en el número de denuncias por violencia de género en Andalucía desde 2010, reforzándose esta tendencia en 2015. Y es que al percibir más posibilidades de encontrar un empleo y ser autónomas, estas mujeres ven incrementada su seguridad a la hora de interponer la denuncia.
De hecho, informes anteriores apuntaban que un 91% de las mujeres encuestadas admitía encontrar o haber encontrado en la crisis un freno para denunciar, bien fuera por temor a no encontrar empleo o a que su marido o pareja lo perdiera y, de este modo, verse sin recursos tanto ella como su familia, especialmente los hijos. Y es especialmente llamativo el alto porcentaje de mujeres que no tenía empleo en el momento de atravesar la situación de violencia y que es del 65%.
El estallido de la crisis, en opinión de la Fundación Adecco, no sólo afectó de lleno a la economía y al empleo, sino que tuvo otros efectos colaterales en el ámbito social, concretamente en el plano de la violencia de género. De este modo, y ante un mercado laboral cada vez más deteriorado, no fueron pocas las mujeres que prolongaron en el tiempo su situación particular de violencia por miedo a no encontrar empleo y no poder salir adelante por sí mismas.
En este sentido, y al igual que en el resto del país, en los últimos años se había venido registrando una tendencia a la baja en el número de denuncias interpuestas: en 2013 se contabilizaron 27.056 denuncias en Andalucía, un 2,3% menos que en 2010. Este descenso no tiene que significar necesariamente que el problema de la violencia de género se estuviera mitigando, sino que podría ser, precisamente, un reflejo de la desconfianza en el mercado.
Esta tendencia descendente se rompió el pasado año, cuando se registró el primer incremento significativo (en 2011 hubo un aumento residual del 0,1%) desde 2010, alcanzando las 27.452 denuncias, un 1,5% más que el año anterior. Y en el primer semestre de 2015, parece reforzarse este cambio de tendencia, con un repunte del 2% en el volumen de denuncias interpuestas en Andalucía: 13.657 frente a las 13.373 del año anterior.
Evolución en Córdoba
En Córdoba, también se vienen registrando tres años consecutivos de incremento en el número de denuncias por violencia de género. Si en 2010 se interpusieron 1.016 denuncias, al año siguiente éstas subieron hasta las 1.224 y en 2012 se quedaron en 1.174. El verdadero repunte tuvo lugar en 2013, cuando se alcanzaron las 1.627 denuncias, que subieron, incluso, en 26 al año siguiente. Esto significa un incremento del 161% del número de denuncias entre ambos años. Y en el primer semestre se han alcanzado las 789, que supone un 2% más de subida respecto del mismo periodo del año anterior.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, “el aumento de las denuncias puede ser un indicador del incremento de la confianza de las mujeres, ante un mercado laboral que empieza a despertar, ya que desde la Fundación Adecco hemos notado una mejora global en el volumen de contrataciones, que también ha llegado a las víctimas de la violencia de género”.
En efecto, la Fundación ha generado, entre enero y octubre de este año, unos 260 empleos para mujeres que atraviesan esta situación, frente a los 212 del mismo periodo de 2014. En otras palabras, la contratación de mujeres víctimas de la violencia de género se ha incrementado un 23%.
Sin embargo, Mesonero recalcó que “esta mejora no quiere decir que podamos relajarnos y bajar los brazos, sino todo lo contrario. En un contexto de recuperación económica, es necesario reforzar la apuesta por el empleo de las mujeres víctimas, conscientes de que se trata de la herramienta fundamental para que puedan retomar las riendas de sus vidas”. De hecho, estas mujeres suelen ser profesionales que “desarrollan de forma especial cualidades como la fidelidad al proyecto, el compromiso o la búsqueda de la estabilidad, constituyendo una fuente de talento imprescindible para nuestro mercado laboral”, añadió.
