CONGRESO DE LA OCPM

Corea arrebata a Córdoba el próximo congreso de Ciudades Patrimonio Mundial

La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, se muestra satisfecha por el papel jugado por Córdoba aunque no haya podido culminar “una semana de trabajo intenso”

Ambrosio en OCPM
photo_camera Isabel Ambrosio depositando su voto para elegir la futura sede del Congreso Internacional de la OCPM

El Plenario del Congreso Mundial de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial (OCPM), reunido en Arequipa (Perú), ha elegido a Yeongjiu (Corea del Sur) como sede del próximo Congreso Internacional de Ciudades Patrimonio Mundial de 2017, con lo que la candidatura cordobesa no ha logrado el tan ansiado objetivo de traer a la ciudad tan importante evento.

La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, ha felicitado a la ciudad elegida y se ha mostrado satisfecha por el trabajo y por “las experiencias que hemos puesto en marcha en este congreso y que han servido para que Córdoba sirva como una guía de buenas prácticas en materia de recuperación de patrimonio y sobre todo en esa alianza que debe existir entre  las ciudades que somos Patrimonio de la Humanidad y sus vecinos”.

Ambrosio dijo que la parte negativa es “no haber podido culminar esta semana de trabajo intenso” en la que “hemos aprendido muchísimo y donde creo que el nombre de Córdoba ha quedado en buen lugar tanto con la consecución del premio de arquitectura”.

La regidora municipal remarcó que aunque no se haya conseguido “la guinda del pastel”, “la defensa del Patrimonio de la Humanidad y de un modelo de ciudad es lo que vamos a seguir haciendo”.  

Por su parte, el primer teniente de alcalde y presidente del Consorcio de Turismo de Córdoba, Pedro García, afirmó que “nos vamos con una sensación agridulce porque hemos hecho un magnífico trabajo, hemos vuelto a poner a Córdoba en la esfera internacional, hemos recibido un magnífico premio y hemos demostrado que Córdoba tiene muchísimas cualidades y valores que podemos decir hoy que somos una referencia en el patrimonio mundial y en el patrimonio de la humanidad”.

Para García, que nunca se haya celebrado el congreso en Asia “ha pesado mucho” pero se queda con lo positivo que es “que hemos aprendido a cómo funciona la OCPM y a seguir trabajando, eso es lo que tenemos que hacer en el futuro”.

Parte positiva

A pesar de la decepción por no haber conseguido el objetivo de ser la próxima sede del Congreso Internacional de la OCPM, el viaje de la reducida delegación cordobesa (si la comparamos con las más de 38 personas que componían la coreana) no ha sido en vano.

Por una parte, la delegación cordobesa se trae de vuelta el prestigioso premio Jean-Paul L’Allier para el Patrimonio 2015 por el proyecto de peatonalización de la calle Cruz Conde.

Por otro lado, vuelve con un posible hermanamiento con la ciudad de Cuzco, además del compromiso para trabajar en conjunto para preparar la próxima celebración del cuarto centenario de la muerte del Inca Garcilaso de la Vega.

Declaración de Arequipa

Además, Córdoba también ha sido protagonista de la Declaración de Arequipa que la alcaldesa, junto a sus colegas de Lyon, Quebecq, Sintra y Elvas, ha presentado al plenario del Congreso Mundial de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial.

En esta declaración la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial (OCPM) condena la destrucción sistemática del patrimonio de ciudades y países víctimas de conflictos bélicos, así como el pillaje de bienes patrimoniales con fines mercantilistas que sufren esos territorios, al tiempo que muestra su solidaridad con las víctimas de esos expolios.

Asimismo, pone de manifiesto que “el patrimonio mundial está sufriendo la destrucción irreversible de obras y sitios reconocidos por la Unesco”, que “los objetos históricos, culturales y religiosos están siendo víctimas de fines mercantiles“ y que “los conflictos están tomando el patrimonio como objetivo de guerra para destruir el alma y la memoria de los pueblos”.

Ante esta situación, los alcaldes y alcaldesas de las ciudades Patrimonio de la Humanidad muestran su “solidaridad hacia los pueblos víctimas de estos actos de barbarie” y se comprometen a “contribuir a los esfuerzos de organizaciones internacionales como la ONU y la Unesco para defender el patrimonio de los pueblos” y reafirman su compromiso en defensa de la paz y los valores universales que contribuyen al bien común de la humanidad".