El Ayuntamiento tiene elaborado desde 2020 un borrador de convenio con la Fundación Toro de Lidia para la realización y difusión de actividades y actos de promoción de la tauromaquia en sus distintas manifestaciones culturales, aunque no supondrá desembolso alguno de fondos por parte de la Administración local.
Según el texto de ese acuerdo, al que ha accedido este periódico y que se asemeja muchísimo a lo que expuso la edil del PP Marián Aguilar en una moción en defensa de la tauromaquia en un Pleno reciente, la firma del convenio por parte de la Fundación correrá a cargo de su presidente, el ganadero Victorino Martín García.
Teniendo en cuenta que, según el convenio, la difusión de la tauromaquia como manifestación cultural de la ciudad es una actividad de interés público, "habida cuenta de la importante repercusión para la ciudad en términos de facturación, de empleo, de valor añadido y de imagen de ciudad", se establecerá un marco de colaboración entre ambas entidades para organizar y realizar eventos y actividades que den a conocer, difundan, mejoren y enriquezcan el patrimonio cultural taurino de la ciudad, y ello con el fin de contribuir a promocionar Córdoba a nivel nacional e internacional.
Eso incluirá la promoción de iniciativas que se considere que pueden suponer una vía útil y productiva para fomentar y promocionar el patrimonio cultural de Córdoba, al tiempo que el Consistorio contará con el apoyo y colaboración de la Fundación para las actividades de promoción y mejora del patrimonio cultural taurino cordobés que realice a través de medios propios.
Por parte del Ayuntamiento, ademas, se otorgará, a todos los efectos, carácter institucional a las actividades que se realicen bajo el presente convenio, con la promoción de invitados de relevancia institucional para darles mayor difusión, así como poner a disposición equipamientos culturales municipales para llevarlas a cabo.
Por último, hay un compromiso de contemplar la tauromaquia en la programación permanente de carácter cultural que se promueve durante el año, así como organizar actividades culturales específicas de las distintas manifestaciones artísticas que tienen a esta materia como fuente de inspiración, tales como la literatura, la escultura, la fotografía, la pintura, la poesía, la música, el flamenco o la danza.
Para ello, se considera que los espectáculos taurinos incluyen no sólo a las corridas, sino también a un conjunto de tradiciones y festejos populares vinculados al mundo del toro, que a su vez comprenden lo que hoy se entiende por tauromaquia, como "signo de identidad colectiva, lo que justifica que su preservación corresponda y competa a todos los poderes públicos".
De hecho, la presencia de la tauromaquia en Córdoba ha sido constante durante más de cinco siglos, con espectáculos taurinos en fechas señaladas, "como la proclamación del Arcángel San Rafael como custodio en el siglo XVII, las visitas de los reyes en el siglo XVIII o la aprobación de las constituciones del siglo XIX.
Más en detalle, en 1492, y en honor del príncipe Don Juan de España, se lidiaron dos toros en el patio de lo que posteriormente fue el Alcázar de los Reyes Cristianos. En 1592 se celebraron fiestas de toros y cañas en la Plaza de La Corredera, convirtiéndose desde entonces en un recinto permanente para la celebración de espectáculos taurinos. Posteriormente, las celebraciones se trasladaron durante los siglos XVII y XVIII a la Plaza de La Magdalena. En 1774 se construyó en el Campo de La Merced la primera plaza de toros destinada exclusivamente a ese fin operativa 1834.
"El carácter cultural de la tauromaquia es indiscutible y merece ser preservado como un tesoro propio de nuestra ciudad, rica en culturas distintas", abunda el texto del convenio, para añadir que "es una manifestación artística en sí misma que forma parte de la cultura tradicional y popular, como conjunto de las manifestaciones, conocimientos, actividades y creencias pasados y presentes de la memoria colectiva, siendo uno de los puntos de referencia a partir del cual las iniciativas de la sociedad se enmarcan en un contexto configurador de la identidad propia, arraigada en una pluralidad de formas de expresión popular".
Igualmente se indica que, además del aspecto cultural, la tauromaquia tiene una "indudable trascendencia" como actividad económica y empresarial de la ciudad, y constituye un "sector económico de primera magnitud", con una incidencia tangible en ámbitos diversos y dispersos como son el empresarial, el fiscal, el agrícola-ganadero, el medioambiental, el social, el alimentario, el industrial o el turístico, entre otros.
El Ayuntamiento de Córdoba reconoció a la tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial de la ciudad de Córdoba, en el Pleno celebrado el pasado 13 de diciembre de 2011.
