El Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) ha constatado, través de una nota, que el año 2023 ha comenzado sin que se haya estabilizado el funcionamiento de los Centros Cívicos. Las promesas sobre la recuperación del servicio que atiende al vecindario en cada distrito no se han cumplido nada más que en la recuperación de los informadores gestores que, siendo un paso necesario, no es suficiente para que se pueda estar satisfechos.
Aún se está a la espera de que se incorporen los informadores tributarios que completen el servicio.
Sobre equipamiento, la finalización de la obra del Centro Cívico de Miralbaida tiene aún que resolver flecos importantes; mientras los proyectos, tantas veces prometidos y con financiación en el presupuesto municipal desde hace años, de El Higuerón y del Distrito Noroeste, siguen paralizados en la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU). Por otro lado, se necesita sacar a contratación la Sala de Artes de Fidiana o consensuar un proyecto para el Distrito Levante Este.
En cuanto a personal, se "eterniza la cobertura de plazas de directoras de los centros", indica el comunicado público del CMC, lo que obliga a que las actuales tengan que duplicar esfuerzos. El proceso de selección de coordinadores de programas sigue un paso lento y no se sabe aún con cuántos se podrá contar para los centros Cívicos y cuándo.
Sobre animadores socioculturales "ni hay previsión de cubrir las plazas".
Y con todo, lo "peor" es que no hay alternativa a la falta de ordenanzas, piezas fundamentales en los centros, que se siguen jubilando y sufriendo bajas que provoca los cierres de centros como el de Sebastián Cuevas.
Por último, los procesos de contratación se dilatan de forma desesperante. No se han podido poner en marcha los talleres en este semestre por falta de la empresa que los gestione; se retrasa y limita la disposición de vigilancia jurada para cubrir aperturas extras; se tarda en tener una empresa para mejorar la accesibilidad en los centros o la mejora de las cubiertas del Centro Cívico Sureste.
Todo esto demuestra que el servicio "no es considerado prioritario y que eso está repercutiendo en la calidad de vida de nuestros barrios y distritos".
