SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UNIÓN EUROPEA

Cláusulas suelo de las hipotecas: si quieres tu dinero, tendrás que reclamar

El Tribunal de Justicia de la UE avala a los consumidores. La banca tendrá que devolver todo el dinero cobrado de más desde 2009, pero para ello los clientes tendrán que reclamar

cajasur oficina
photo_camera Una oficina de Cajasur en Córdoba.

Un cordobés afincado en Granada comenzó en 2009 un monumental lío con la banca española que ha terminado -o que empieza, según se mire- hoy mismo. El Tribunal de Justicia de la Unión de Europea (TJUE) acaba de hacer pública una sentencia en la que aclara qué tienen que hacer los bancos con las cláusulas suelo que llevan aplicando a sus clientes desde hace siete años. Y le da la razón a los consumidores. Como resultado, los bancos españoles tendrán que devoler miles de millones de euros -la cifra exacta es imposible de calcular- a muchos de los clientes que tuvieran contratada una hipoteca con cláusula suelo. Pero para recuperar ese dinero, los consumidores tendrá que reclamar, bien por la vía judicial o mediante acuerdos con sus entidades. Los bancos son reacios a devolver ese dinero, menos aún cuando la sentencia del alto tribunal europea no es de ejecución directa.

La historia comienza en 2009, cuando un usuario de Cajasur reclamó por la vía judicial la aplicación a su hipoteca de una cláusula suelo. Los bancos españoles habían empezado a incluir esa medida en el año 2009 en la letra pequeña de los contratos. Con ella, la banca española se aseguraba pingües beneficios: compraba dinero barato gracias a los bajos tipos de interés en la zona euro y lo vendía a sus usuarios a través de hipotecas pero siempre. Las cláusulas suelo eran un tope por abajo que permitía a los bancos evadirse de aplicar a sus clientes los bajos tipos de interés.

A finales de 2008 los tipos de interés en la zona euro comenzaron a caer en picado para atajar los efectos de la crisis. En apenas seis meses bajaron del 4,25% al 1%, y desde finales de 2014 están en el 0,05%. Esa tasa debió de aplicarse a las hipotecas con interés variable, pero mediante la cláusula suelo los banco se aseguraban tipos de interés de entre el 3% y el 6% -según algunas asociaciones de consumidores- incluso aunque el precio del dinero estuviera muy poco por encima del cero por ciento.

Sentencia del Supremo

Las cláusulas suelo eran ilegales, y eso es algo que nadie discute, ni la propia banca, desde hace años. En mayo de 2013, el Tribunal Supremo dictaminó que las cláusulas eran abusivas por falta de información: los bancos no aclaraban las consecuencias reales de firmar una hipoteca con suelo. Pero llevaban aplicándose desde 2009, de modo que ya habían pasado cuatro años de crisis. ¿Qué había que hacer con todo ese dinero cobrado de más hasta entonces? El Supremo eligió la prudencia y advirtió de que sólo se podrían reclamar las cantidades en exceso a partir de la fecha de la sentencia, y no antes, para evitar una nueva crisis en el sistema financiero español, ya muy tocado por el rescate a la banca solicitado por el Gobierno de Rajoy en 2012. Había que elegir entre defender a los consumidores o a la banca, y el Supremo optó por lo segundo.

A raíz de aquella sentencia los bancos empezaron a curarse en salud y fueron eliminando las cláusulas suelo por su cuenta, de modo que habría poco que reclamar si la injusticia sólo era tal, a efectos prácticos, desde 2013. Pero caso no quedó ahí. Los consumidores recurrieron al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para obligar a aplicar la sentencia del Supremo con retroactividad total, es decir, desde 2009 y no desde 2013. La diferencia es enorme: diferentes cálculos estiman que la banca española debería a buena parte de sus clientes entre 3.000 y 5.000 millones por esos cuatro años de cobros indebidos.

En julio de este año, el abogado general de la UE se pronunció a favor de la banca en el caso. Aunque habitualmente los pronunciamientos del abogado terminan configurando la sentencia final, esta vez no ha sido así. La UE dictamina que la banca tiene que devolver hasta el último céntimo de lo cobrado de más. La injusticia hay que repararla desde el primer momento en que se cometió, por mucho que le duela a los bancos (y lo hace desde hoy: las bolsas están registrando caídas de las principales entidades financieras).

Reclamaciones

Ahora bien, los bancos no ingresarán el dinero que deben a sus clientes motu proprio. La sentencia del TJUE no es de aplicación directa y por tanto los afectados por las cláusulas suelo tendrán que reclamar a sus entidades, bien por la vía judicial o mediante acuerdos. Así lo aclara Irene Ruiz, vicepresidenta de la Asociación para la Defensa de los Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), una de las entidades más batalladoras en el caso y que ha gestionado la macrodemanda con 9.000 afectados que propició la sentencia del Supremo.

"Fomentamos la acción colectiva y a la luz de esta resolución intentaremos llegar a acuerdos" con los bancos "para no demorar más en el tiempo" la devolución de las cantidades, ha dicho Ruiz. Gracias a la sentencia del TJUE, "los tribunales nacionales se van a desbloquear desde hoy". Pero para Adicae, la mejor opción de los consumidores es tratar de llegar a acuerdos con sus entidades, "aunque si hace falta iremos a los tribunales, no nos achantaremos".

Las cuentas de Adicae indican que las cantidades que han devuelto hasta ahora los bancos oscilan entre los 7.000 y 12.000 euros por hipoteca, pero eso es solo desde el año 2013. Si se tiene en cuenta la resolución de la injusticia desde 2009, el mínimo que podría recibir cada cliente estaría en 12.000 euros, según Irene Ruiz. Pero todo depende de cada caso. Los usuarios con hipotecas con cláusula suelo pueden acudir a cualquiera de las asociaciones de consumidores para solicitar información o iniciar la demanda.