Informe de Co-Habita

La cifra de personas sin techo aumenta un 33% desde 2015 en la capital

La mayoría de estas personas son de nacionalidad española, un 65,03% y están en una franja de edad de entre 45 y 65 años (el 49,69%)
Presentación del informe sobre personas sin techo
photo_camera Presentación del informe sobre personas sin techo

Ya se conocen los últimos datos sobre personas sin techo de la capital cordobesa, según se ha presentado esta mañana por parte de la Red Co-Habita en el Centro Cívico de La Corredera. Y la tendencia es claramente al alza. Así, si en el año 2015 se contabilizaron 245 personas que se encuentran en esta situación, en la actualidad llegan a los 326, es decir una subida en esos cinco años del 33%.

Una cifra que sirve para "llamar nuestra atención, porque son vecinos nuestros y muchos llegan a esas circunstancias de forma sobrevenida, o lo que es lo mismo que nos puede pasar a cualquiera de los que estamos aquí", ha señalado la concejal de Servicios Sociales, Eva Timoteo (Cs).

Los datos aportados por la Red Co-Habita aluden a una foto fija de 24 horas desde las 20.00 horas del 12 de noviembre a las 20.00 horas del día 13. Y en ese plazo de tiempo se estudió la situación con las unidades móviles de las oenegés que actúan con las personas que están en la calle, además de visitar las distintas entidades que acogen y dan servicio a estas personas, así como centros de día. En esta ocasión, se ha querido profundizar un poco más en la vida de estar personas mediante entrevistas.

Al respecto, el estudio diferencia entre quienes viven en infraviviendas (que no cumplen los requisitos mínimos de habitabilidad), además de la pobreza, es decir que aunque tengan casa, necesitan acudir a los servicios sociales era obtener recursos. De igual modo se ha diferenciado entre los que viven literalmente en la calle, los que pernoctan en albergues, los que están en una casa de acogida o los que viven en un alojamiento de apoyo en régimen de arrendamiento.

Todos ellos suman la cifra de 326, de los que 66 son mujeres y 260, hombres (el 79,75%). La comparativa con años anteriores indican que la curva es ascendente, pasando de los 258 de 2017 a los 275 de 2018, un incremento del 6,59%, mientras que la subida hasta el presente año fue del 18,54%.

La mayoría de estas personas son de nacionalidad española, un 65,03% y están en una franja de edad de entre 45 y 65 años (el 49,69%). Más concretamente, el perfil medio femenino es el de una mujer española, que se aloja en lugares de estancia diurna y en lugares públicos (como jardines y plazas) y de entre 45 y 65 años de edad. En un 46% asegura no tener problemas de salud, y quienes los padecen son por problemas mentales, artritis, diabetes, corazón y adicciones varias.

El perfil medio masculino es el de un hombre que consume recursos y vive en estancias diurnas, residenciales y en la calle, de entre 45 y 65 años, que han derivado en esa situación por circunstancias familiares, de migración, pérdida de empleo y pérdida de vivienda y que en un 52% dice no estar enfermo y quienes sí es por problemas mentales, problemas varios y adicciones.

En este punto, el estudio señala que la tendencia al alza es generalizada, aunque cada vez hay más mujeres y para ese 34,97% de extranjeros su situación es más complicada si cabe por la dificultad del idioma y falta absoluta de contactos en la ciudad.