La secretaria general de UGT de Córdoba, Isabel Araque, y el secretario de Organización de CCOO de Córdoba, Manuel Merino, han presentado los actos relacionados con la Jornada Mundial del Trabajo Decente, que se celebra el próximo 7 de octubre bajo el lema: "’Stop a la avaricia empresarial. Precariedad y bajos salarios es igual a más desigualdad y más pobreza’.
En esta jornada, el movimiento sindical internacional denuncia, en esta convocatoria, la permisividad del Gobierno ante los abusos empresariales que buscan conseguir beneficios rápidos a costa de los derechos laborales y sociales.
Así, el este día trabajadores y trabajadoras de todo el mundo y de Córdoba, trabajadores y trabajadoras saldrán a la calle a la vez para exigir sus derechos laborales. En el caso de Córdoba la cita será a las 12.00 de la mañana en la Plaza de las Tendillas.
Así, el secretario de Organización de CCOO de Córdoba, Manuel Merino ha señalado que “hasta que las personas no sean el centro de las decisiones políticas, las cosas no irán bien para los ciudadanos y ciudadanas”, y es eso, precisamente, lo que desde el sindicato se va a reclamar de cara a las próximas elecciones generales del 20 de diciembre.
Por su parte, la secretaria general de UGT de Córdoba, Teresa Araque ha asegurado que España es uno de los países europeos donde más desigualdades hay” y ha añadido que “los presupuestos generales del Estado para 2016 son un claro ejemplo de que esto va a seguir igual, puesto que no solventan la brecha social y solo respaldan el neoliberalismo”.
Ambos dirigentes han planteado que a esta situación se ha llegado tras años de austeridad amparados en la crisis económica y en la Reforma Laboral de 2012 que ha desregularizado el mundo laboral y, lejos de crear empleo, lo ha destruido.
Así, según los sindicatos, hoy día los salarios son 7 puntos más bajos, el 25% de la población activa está en desempleo, ha aumentado la precariedad laboral y se han reducido drásticamente las prestaciones.
Todo esto ha desencadenado en que en ciudades como Córdoba haya 35.000 familias con todos sus miembros en paro, lo que se traduce en unas 80.000 personas. Es, más lo peor es que “existen muchas personas que siguen por debajo del umbral de la pobreza a pesar de tener un trabajo y eso es muy preocupante”, ha explicado Merino.
