El Sindicato de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Córdoba denuncia que nuevamente ayer martes se volvió a repetir otro desafortunado episodio de agresión al personal del centro de salud de Avenida de América. En este caso fue a un celador que se encontraba en la puerta de control de acceso al centro de salud, ante el que se ha realizado una concentración de protesta por este nuevo acto de violencia.
El delegado de CCOO y responsable de Atención Primaria, José Antonio Lopez, expone que "CCOO rechaza todo acto de violencia y agresión a los y las profesionales del sistema sanitario. Es intolerable que esto ocurra a los pocos días de haberse denunciado por este sindicato una doble agresión en otro centro de salud de la capital cordobesa, y que se produzca con una frecuentación mayor".
Para el secretario General del Sindicato de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Córdoba, José Damas, "es necesario y urgente que se revisen las medidas previstas en el plan de agresiones del SAS, puesto que no están siendo lo suficientemente eficaces y no puede ser que el personal de la sanidad pública sea quien cargue con las consecuencias de esta lacra y de la ineficacia del plan de agresiones".
Además, Damas remarca que “es necesario que el acceso a la sanidad por parte de la ciudadanía tiene que ser una garantía y no un obstáculo", por lo que "desde el sindicato, vamos a continuar exigiendo que la apertura de los centros de salud debe ser ya una realidad, para que la población reciba la atención sanitaria necesaria”, y para ello, "es necesario más personal, más medios y recursos materiales y mejores medidas organizativas y de seguridad y protección sanitarias".
Este lamentable hecho pone de manifiesto que aunque la población valore a los trabajadores y trabajadoras de la sanidad, siempre hay alguna persona que piensa que puede saltarse las normas y en vez de reclamar a la administración lo paga con el personal, por lo que "pedimos más concienciación social, y a los responsables de la administración sanitaria, que den respuesta a la demanda sanitaria de la población", insistió el responsable sindical.
CCOO viene reclamando la puesta en marcha un Observatorio de agresiones donde se analicen en profundidad las causas que están llevando a estas agresiones y en el que participen la administración sanitaria, delegados y delegadas de prevención, representantes de la ciudadanía, y profesionales especialistas en la lucha por esta lacra, con el fin de mejorar las medidas a implantar en nuestros centros sanitarios y así erradicar o evitar que estos actos se sigan repitiendo.
De igual modo, el director gerente del Distrito Sanitario Córdoba y Guadalquivir, Javier Fonseca, junto al director de Salud, José Gascón, y el director de Cuidados, José Lázaro, han mostrado su repulsa a la agresión sufrida ayer martes por un celador del Centro de Salud Córdoba Centro, ubicado en la Avenida de América de la capital cordobesa, cuando dicho profesional intentaba orientar a un usuario que pretendía entrar al centro.
En este sentido y según ha informado la Delegación de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Fonseca ha insistido, al participar en una concentración de repulsa por esta agresión ante el citado centro sanitario, en que "cualquier agresión, ya sea verbal o física, a cualquier profesional de nuestro Distrito, merece nuestra más absoluta repulsa".
Fonseca, quien ha expresado en la concentración junto a los citados miembros del equipo directivo de Salud en Córdoba y el delegado del Gobierno andaluz en la provincia, Antonio Repullo, toda su solidaridad al celador agredido y a todos los profesionales del Centro de Salud Córdoba Centro, ha lamentado que "en pocos días hayamos tenido que volver a concentrarnos porque un compañero nuestro haya sido agredido".
En este sentido, ha recordado que "la agresión física o intimidación grave contra profesionales sanitarios y no sanitarios en el ejercicio de su función viene siendo considerada como delito de atentado por los tribunales de Justicia, y así se han dictado sentencias en estos casos, castigándose con penas de uno a tres años de prisión" para el agresor.
