BALANCE 2018

Cáritas ha destinado 4,6 millones a atender a 20.000 personas que sufren una "pobreza enquistada"

El director de Cáritas ha señalado que la pobreza en Córdoba se hereda, pues "quien nace en una familia pobre sigue siendo pobre al llegar a la edad adulta"

Cáritas

Cáritas Diocesana de Córdoba, entre las Cáritas Parroquiales, los Servicios Generales de la propia organización católica caritativa y la empresa solidaria de empleo Solemccor, "ha invertido" durante 2018 más de 4,6 millones de euros en atender y ofrecer oportunidades de reinserción social y laboral a 20.000 personas en la provincia, una cifra que se repite en los últimos años y que evidencia una "pobreza enquistada".

Así lo han destacado, en la presentación de la Campaña del Corpus Christi, del Día de la Caridad y de la Memoria de Cáritas del año 2018, el delegado diocesano de Cáritas, Manuel María Hinojosa, y el director y la secretaria general de Cáritas Córdoba, Salvador Ruiz y Laly Ramírez.

En este contexto, Salvador Ruiz ha señalado que "la pobreza hoy en Córdoba se hereda", pues "quien nace en una familia pobre sigue siendo pobre al llegar a la edad adulta" y, de hecho, "hay más pobres después de la crisis que antes" de la misma, hasta tal punto de que "la pobreza se enquista y la exclusión es hoy una realidad más grave" que hace una década.

Ello en Córdoba capital, además, esto se sustancia en el hecho de que dicha ciudad cuenta con "cuatro de los 15 barrios con menor renta per cápita de España", de forma que "nacer" en Las Margaritas, el Sector Sur, Palmeras o Moreras "resta oportunidades", según ha lamentado el director de Cáritas Córdoba, quien ha pedido a las administraciones públicas que "atiendan" a los más desfavorecidos y que, para éstos barrios, pongan en marcha un "plan integral" de intervención.

'Rostro de mujer'

En cuanto a los datos que se extraen del balance de intervención de Cáritas Córdoba de 2018, evidencia que "el rostro de la persona acompañada por Cáritas se corresponde mayoritariamente con una mujer, de entre 20 y 40 años, de nacionalidad española, con hijos a su cargo y sin formación o solo con estudios primarios, manteniéndose el aumento de personas desempleadas que acuden ante el agotamiento de las prestaciones sociales y parados de larga duración, situación que es especialmente crítica en los márgenes del desempleo juvenil o en los sectores de 55 o más años".

Ante esto, durante el pasado 2018 y desde la gran red de ayuda que constituyen las 167 Cáritas Parroquiales, se ha podido "atender a cerca de 20.000 familias en toda la provincia, con una inversión que superó los 781.000 euros", y desde el Servicio de Acogida y Ayuda de Cáritas, sus más de 1.650 voluntarios han dado respuesta a las principales demandas que se les presentaban, en materia de alimentación, empleo, vivienda, gastos de farmacia, formación y transporte.

Por su parte, desde los Servicios Generales de Cáritas Diocesana, a través de sus proyectos de atención a personas en situación de vulnerabilidad social, empleo y atención a personas sin hogar, se pudo ayudar a cerca de 4.000 personas, lo que supuso una inversión de 2.502.796 euros en programas de intervención social.

Entre estas acciones, cabe destacar el esfuerzo en los programas de empleo (acompañamiento, orientación, intermediación e inserción sociolaboral), a través de los cuales se han acompañado a 353 personas, de las que 156 pudieron ser contratadas desde los servicios de Cáritas y de la empresa de inserción Solemccor (Solidaridad y Empleo de Cáritas en Córdoba), con una inversión total en empleo de 2.104.784 euros.

El resultado final, ya indicado al inicio, es que, si se suma la inversión global, Cáritas Diocesana de Córdoba (Cáritas Parroquiales, Servicios Generales y Solemccor) ha dedicado 4.607.580 euros en su servicio a las personas que sufren riesgo o situación de pobreza y exclusión en la provincia.

Toda esta actividad se desarrolla, además, sin menoscabo de su labor de cooperación internacional con las Cáritas del Sur, colaborando con proyectos en Tánger, Jerusalén (Israel) o Picota (Perú), a lo que hay que unir las ayudas de emergencia ante catástrofes naturales, hambrunas,
guerras o epidemias, en zonas del mundo como Malí, Sahel, Siria, Perú, Cuerno de África, América Latina y Caribe.