LABORES SOCIALES

Más de 1.300 niños y niñas participan en varios campamentos estivales de la Diócesis de Córdoba

La Escuela de Tiempo Libre y Animación Sociocultural Gaudium y el proyecto de campamento Puerta Verde ofrecen nuevas formas para que los jóvenes se diviertan, aprendan y se formen jugando
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photo_camera El obispo de Córdoba junto a los directores de las escuelas de Puerta Verde y Gaudium

"La buena noticia es que miles de niños y niñas están en los campamentos diocesanos completando su formación". Así ha comenzado Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, la comparecencia pública en la que se ha hablado de que estos campamentos religiosos y escuelas de verano se encuentran en ebullición por los más jóvenes. Se ha hecho referencia a un mes de julio y agosto repleto de actividades especiales realizadas por las parroquias que fundamentan la tarea educativa de los niños a través de su tiempo libre, "que no es sinónimo de no hacer nada, sino de aprender jugando cuestiones fundamentales en la vida como, por ejemplo, el trato con Jesucristo, una experiencia eclesial, atención a los pobres... Por esto, entendemos las vacaciones como otra manera de interactuar, trabajar o intervenir", ha añadido el prelado.

Escuela de tiempo libre y animación sociocultural Gaudium

El obispo ha asegurado que la Iglesia está viva, joven y con futuro. Por ello, hay tanta gente que participa en iniciativas como la de la Escuela de Tiempo Libre y Animación Sociocultural Gaudium. Dicha fundación este verano ha batido su propio récord de participación con un total de 1.800 niños, acompañados por un gran equipo de voluntarios compuesto por 500 monitores formados, y con una veintena de turnos para más de 30 parroquias de la Diócesis de Córdoba.

En este tipo de iniciativas "lo que se busca, además de entretenimiento, es el encuentro consigo mismo y con el Señor. Tan fuertes son esos encuentros para los niños que hacen que se produzcan cambios radicales en sus vidas", ha afirmado, por su parte, Manuel Maestre, director de la Escuela. 

Campamento Puerta Verde

Además, en el Polígono Guadalquivir se esta desarrollando, por primera vez, el campamento Puerta Verde, una iniciativa realizada por la parroquia de Santa Luisa de Marillac, que ha contado con la participación de entre 60 y 80 niños y entre 40 y 55 monitores.

"Nos ha llamado mucho la atención que estos chicos que faltan a clase o que no suelen desarrollar ninguna rutina, la de la escuela de verano sí que la están desarrollando", ha comentado Miguel David Pozo León, párroco de Santa Luisa de Marillac y director y coordinador de la Escuela.

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Tal vez el interés de los jóvenes se ha despertado por las numerosas actividades que se han realizado durante el campamento y que se pretenden realizar durante todo el curso, tales como visitas culturales, gymkanas, refuerzo escolar o catequesis, "con el fin de aportar, reconducir y alentar a jóvenes en situaciones de especial necesidad y que se dan por el lugar geográfico en los que se encuadran", ha indicado Pozo.

Decisión de la Junta de Gobierno Local

Aunque es un proyecto que nace en esa parroquia, rápidamente se engancharon a la iniciativa otras vecinas tanto del barrio del Guadalquivir como del Sector Sur. "Puerta Verde es una puerta desde la que hemos de salir aquellos que tenemos ocio, amistades, posibilidades, casa, mesa. Y, también es la ocasión, la oportunidad, y los días en los que hemos de abrir para que entren los que se encuentran con dificultad".

Precisamente, esta mañana en Junta de Gobierno Local (JGL) del Ayuntamiento se ha aprobado autorizar la exención de pagos de las entradas al primer campamento de verano la Puerta Verde, para 115 niños del barrio de Guadalquivir entre los 4 y los 17 años, así como para 25 monitores, según ha informado el concejal de Ciudadanos David Dorado.

Otras parroquias como la de San Vicente Ferrer, con la participación de unos 120 niños, en las barriadas de Cañero y Fidiana, comparten programas parecidos al de Puerta Verde. O, incluso, movimientos como el de Acción Católica General (ACG), que este verano cumple su decimosegunda edición celebrada por primera vez en Torrox (Málaga), con la participación de casi 100 niños. En definitiva, "cualquier campamento es bueno si nace de una propuesta lúdica con el fin de ayudar al crecimiento sano de los jóvenes consistente en capacitarlos de valores y de moral", ha puntualizado el director.

El obispo ha querido concluir las palabras de Miguel David Pozo diciendo que "nos encontramos tan cerca y a la vez tan lejos, porque hay un muro en nuestra propia ciudad, y hay que hacerles ver a estos niños que Dios les quiere".