La entrada en vigor ayer de la circulación a 30 kilómetros por hora en las ciudades no ha pillado por sorpresa a Córdoba, ya que desde hace semanas el Área de Movilidad que lidera Miguel Ángel Torrico (PP), había adaptado ya un total de 108 calles cambiando hasta 239 señales que ahora indican 30 en lugar de 40 0 50 como antes.
De ese total, Torrico ha detallado que 75 vías bajaron de 40 a 30 kilómetros por hora con el cambio de 157 señales, mientras que en 33 calles uy avenidas se han pasado de 50 a 30 con 82 unidades cambiadas.
Esto se une a las medidas que venían aplicándose ya desde después del verano con la situación de la pandemia, transformando los carriles derecho en 'Ciclocalles' con limitación a 30 para que convivan bicicletas y otros vehículos de movilidad personal con los turismos, motocicletas y otros vehículos a cuatro ruedas. Fueron 42 calles con un total de 27 kilómetros que se adaptaron en septiembre de 2020 a la situación y ahí siguen funcionando.
"Córdoba es una ciudad que ha estado avanzada en cuanto a las condiciones de movilidad sostenible, para más seguridad y mejor condiciones medio ambientales", ha señalado Torrico, para añadir que "en ese sentido en el borrador de ordenanza de movilidad que sacamos en otoño pasado y dentro de dos o tres semanas podemos tenerlo ya de forma definitiva el proyecto inicial para iniciar su tramitación legal, ya contemplábamos la aplicación de estos límites de velocidad en la ciudad".
Ahora corresponde al Ayuntamiento seguir dando a conocer estas novedades mediante campañas informativas, y reforzando la seguridad de esos carriles a fin de seguir estando "a la cabeza de las ciudades que han adaptado sus circulación a esta normativa antes de que ayer entrara en vigor".
Por su parte, la subdelegada del Gobierno, Rafi Valenzuela (PSOE) ha explicado que esta medida busca que las ciudades sean espacios amables con la población más vulnerable, "a los que tenemos que garantizar esa seguridad, cumpliendo con la normativa internacional y con los objetivos 2030, porque si reducimos de 50 a 30 el impacto de un vehículo sobre el peatón es mucho menor, se reduce la siniestralidad, baja el ruido y en general contribuimos a compatibilizar el usos del vehículo convencionales y las nuevas formas de desplazarse, que también se ven afectadas por esta normativa".
La subdelegada, en compañía de la nueva directora provincial de Tráfico, Piedad Sánchez Sánchez, ha destacado que Córdoba es una de las ciudades que mejor estaban ya adaptadas a estas circunstancias por la labor llevada a cabo desde el Ayuntamiento.
Precisamente, el alcalde, José María Bellido (PP), ha recordado que esta adaptación hacia una ciudad más sostenible en movilidad viene de un recorrido histórico de muchos gobiernos locales, con la aplicación en el Casco Histórico de zonas ACIRE, calles de plataforma única con limitación de velocidad y muchas zonas con limitación a 30. Además, tras la pandemia "redescubrimos la necesidad de otro tipo de movilidad y se peatonalizaron de forma excepcional días enteros, sobre todo los fines de semana, muchas calles y avenidas y luego se implantaron las 'Ciclocalles' que ahora se van a renovar también en su señalización horizontal y vertical, o los semáforos con salto a rojo".
Torrico ha explicado, además, que el control de esta nueva normativa se llevará a cabo por la Policía Local y con las medidas disuasorias como los 10 radares implantados en la capital, además de "aparejar todo con una campaña que hoy iniciamos a nivel informativo para que se conozca cuáles son los límites, aunque, en general, los conductores cordobeses son cumplidores", ha asegurado.
