La bailaora Blanca del Rey y el guitarrista Vicente Amigo han recibido hoy la Medalla de Oro de las Bellas Artes en San Sebastián, la ciudad que finalmente se quedó con la Capitalidad Cultural a la que aspiraba Córdoba, de manos de los Reyes de España, en un acto en el que ha estado presente la alcaldesa de la ciudad califal, Isabel Ambrosio, quien ha querido acompañar a ambos, ya que son dos de los grandes embajadores de Córdoba en el mundo. "Blanca, por esa elegancia natural y esa expresividad que la sitúa al lado de las más grandes intérpretes de la danza y Vicente, por ser ese genio de la guitarra que nos admira y sobrecoge con cada acorde".
El baile ha sido y sigue siendo la vida de Blanca, su inimitable Soleá del Mantón, prodigio de plasticidad y de elegancia, siempre será un símbolo para cualquiera que quiera iniciarse en el mundo de la danza flamenca. Se ha entregado al baile en cuerpo y alma, y para ella todos los detalles poseen una relevancia inusual: el vestido, el peinado, la mirada, el movimiento de sus manos y de su cuerpo y de manera especial, ese mantón de Manila que ha hecho suyo, hasta convertirse en un modelo casi inimitable.
Vicente y la guitarra son una especie de hermanos siameses con el respeto constante entre ambos. Su figura en bicicleta por las calle de Córdoba no sorprende a nadie, salvo a quienes visitan la ciudad y le reconocen, sabiendo que es uno de los más grandes de las seis cuerdas.
Como él mismo señala, la música es la razón de su vida y hasta cuando está de vacaciones se lleva la guitarra por si se aburre. Eso ya da pistas de la vocación, la dedicación y la entrega de este cordobés universal.
Ambrosio ha señalado que "como alcaldesa y en nombre de todas las cordobesas y cordobeses, quiero volver a agradecer a Blanca y a Vicente su compromiso con esta ciudad y que nos hagan sentir orgullosos de que el baile y la guitarra flamenca se interpreten en el mundo con acento cordobés".
Los otros galardonados
Tanto Amigo como Del Rey compartieron galardón con otras personalidades de la talla de Ainoa Arteta, María Victoria Atencia, Blanca Ávila Molina, Pablo Hermoso de Mendoza Cantón, Michael Hoskin, Cristina Iglesias o José María Sanz Beltrán «Loquillo».
En su discurso, el Rey Felipe de Borbón ha destacado que la cultura es "un derecho y una riqueza" que hace a las personas "más libres, críticas y felices", así como una "tarjeta de presentación muy auténtica y poderosa" tanto para los artistas como para los emprendedores que "salen de su tierra para impulsar caminos de progreso y de futuro". Este galardón sirve para reconocer a "las personas y entidades que hubieran destacado de modo eminente en el campo de la creación artística, prestando servicios señalados o fomentando notoriamente la enseñanza, el desarrollo y difusión del arte o la conservación del patrimonio artístico nacional".
El acto de entrega ha tenido lugar en el Teatro Victoria Eugenia, donde se ha reconocido a 29 personalidades de diversas expresiones artísticas, y que, entre otras autoridades ha contado con la presencia del ministro del ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, el consejero vasco de Cultura, Bingen Zupiria, o la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejería.
Loquillo, como portavoz de los galardonados, ha pedido al ministro de Cultura un estatuto del creador y la bajada del IVA cultura, entre otras reivindicaciones.
