LA CIUDAD

El Ayuntamiento insiste en 34 proyectos y obras que colean desde hace décadas

Las últimas reuniones para definir el modelo de ciudad y los presupuestos del Estado y la Junta obvian nuevas ideas planteadas por vecinos, comerciantes e investigadores

Pabellón de la Juventud
photo_camera Uno de los proyectos aparcados es la puesta en uso del Pabellón de la Juventud

Si a Córdoba le cuesta soltarse la melena y echarle imaginación a la vida no es sólo un problema de ciudad, sino también de otras administraciones de las que depende para tratar de trazarse un camino de crecimiento y desarrollo con cabeza. Pero las cuentas de la Junta se han quedado cortas con la provincia, en general, y con la capital, en particular, porque se le hizo llegar desde el Ayuntamiento una serie de necesidades de infraestructuras mínimas que, por ahora, ni siquiera se van a cubrir, y las del Estado inciden en unos proyectos sobre los que pende la espada de Damocles (Metrotrén o Pósito de la Corredera), o bien hay que rematar aún (Centro de Exposiciones, Convenciones y Ferias), pero obvia o se limita a cantidades irrisorias para otras iniciativas que colean desde hace ya décadas.

Pero tampoco en el Consistorio cordobés se están esforzando mucho a la hora de idear iniciativas frescas que sirvan de acicate para reactivar el ciclo económico y social que esta ciudad requiere. Y es que en la última reunión del Grupo de Inversiones e Infraestructuras que se creó en el Ayuntamiento para definir la ciudad que se quiere en el futuro junto a los otros dos grupos puestos en marcha -Nueva Economía y el de Economía Consolidada- salieron a la palestra 34 proyectos que necesitan de la participación de otras administraciones para su ejecución, y ninguno de ellos son ni una novedad ni una sorpresa. El posible mérito que tienen es que no se han olvidado y algunos, incluso, se han rescatado del cajón del tiempo.

Entre ellos hay cinco infraestructuras viarias: la A-81 (desdoblamiento de la N-432), la Ronda Norte, la Autopista AP-41, la salida de la A-4 al polígono de las Quemadas y la conexión de la carretera del Aeropuerto con la de Palma. Todas ellas con un horizonte a medio o muy largo plazo. Hay también seis actuaciones hidráulicas, de las que dos afectan al abastecimiento del agua en Trassierra y en Los Villares-Cerro Muriano; otras dos incluyen directamente al río Guadalquivir (encauzamiento y limpieza desde Alcolea al núcleo urbano de Córdoba y obras en áreas con riesgo de inundaciones), una más para una nueva red de riego con agua no potable en el canal del Guadalmellato y la última alude al encauzamiento de arroyos en la Sierra aguas arriba de la zona urbana. Sobre las del cauce del Guadalquivir, la Mesa del Río apuntó que estaba prevista la solicitud de fondos europeos por 72 millones de euros, pero eso hay que cofinanciarlo, y aportó la iniciativa de un paseo fluvial para recuperar el río de cara a la ciudad que no termina de arrancar porque no les toma en serio.

Iniciativas ferroviarias y culturales

En materia sanitaria se habla de ampliar el Reina Sofía y los centros de salud de Alcolea y Villarrubia, mientras que existe otro grupo de corte ferroviario que trata del Cercanías desde Villa del Río a Palma, el intercambiado de mercancías de El Higuerón y completar la red de estaciones de ferrocarril y a nivel cultural hay cinco, que son la restauración del Pósito, la rehabilitación del Arqueológico, la puesta en marcha del Plan de Infraestructuras Culturales, un nuevo edificio del Museo de Bellas Artes y la nueva sede del Archivo Histórico Provincial.

La urbanización de los terrenos de la antigua cárcel de Fátima, la consabida reforma del Marrubial, la rehabilitación de viviendas e instalación de ascensores, la reestructuración de la deuda de Rabanales 21, el Plan Andaluz de la Bicicleta, la peatonalización de zonas comerciales, el Pabellón de la Juventud, la nueva terminal en el Aeropuerto, una nueva Comisaría policial en Campo Madre de Dios, la ubicación del Parque Halal (y por extensión, de Agrópolis), la finalización del Palacio de Congresos, la Ciudad del Deporte y que se definan los equipamientos de la parcela de Miraflores completa un listado falto de ideas frescas.

No se apuntan, por ejemplo, a fórmulas para romper el aislamiento físico de determinadas zonas de la ciudad con un río o una carretera de cuatro carriles de por medio, bien en forma de nuevos puentes o de pasos elevados; el estudio de fines concretos y reales para edificios y grandes solares actualmente en desuso; la posibilidad de explorar potenciales o nuevas oportunidades turísticas, como el famoso "lago" ubicado debajo de Las Tendillas o la Córdoba histórica enterrada bajo tierra; o una apuesta real por cambiar físicamente el aspecto de los centros comerciales abiertos maquillándolos con elementos ornamentales que los unifique y haga atractivos a ojos del visitante para atraer al interesante turismo de compras. Propuestas todas ellas planteadas ya por vecinos, investigadores y comerciantes a los que no se suele hacer caso.