El Ayuntamiento de Córdoba, a través del Área de Inclusión y Accesibilidad, que lidera Bernardo Jordano (PP), va a instalar 20 bucles magnéticos como puntos de atención directa al público en diversas dependencias del Ayuntamiento de Córdoba con el objeto de hacer más accesibles los servicios municipales para aquellas personas con hipoacusia, mejorando la calidad de sus relaciones con la Administración.
La idea es ubicarlos en mostradores de atención al público de diversas dependencias municipales (edificios del Bulevar Gran Capitán y Capitulares, centros de Participación Activa de Personas Mayores, centros cívicos, centros de Servicios Sociales Comunitarios, museos o el Centro de Conservación Zoo Córdoba. En el Museo Julio Romero de Torres está ya funcionando desde febrero de 2021.
Precisamente, ayer mismo fue adjudicado el servicio mediante contratación menor por 6.100 euros a la firma madrileña Aimas Soluciones Audiovisuales, SL. El servicio estaba valorado en 13.271 euros (con IVA), por lo que se ha producido una merma del 54%. Cada bucle, del modelo CTC-121, CLD1 CB o similar de calidad equivalente, estará formado por amplificador con caja soporte montado en pared o sobremesa, micrófono de superficie adecuado para las características acústicas de la zona, cableado para el lazo de inducción y alimentador 12V DC para conexión a la red eléctrica.
Y es que las personas con problemas de audición, aún usando audífonos, tienen dificultad para escuchar voces y sonidos en lugares donde hay ruido ambiente o en salas con acústica de mala calidad. Un sistema de lazo magnético o bucle magnético puede, por tanto, ayudar a superar estos problemas, dado que se trata de un sistema de sonido que transforma la señal de audio en un campo magnético captado por los audífonos dotados de posición 'T', tal y como se hizo el año pasado para el espectáculo de luz y sonido navideño.
Estos audífonos tienen una bobina que transforma ese campo magnético nuevamente en sonido dentro de la oreja de la persona usuaria, aislado de reverberaciones, ruido ambiente o conversaciones cercanas. El resultado es que la persona usuaria recibe un sonido limpio, nítido, perfectamente inteligible y con un volumen adecuado.
Se pretende con este contrato favorecer la eliminación de las barreras de comunicación a las que se enfrentan las personas con discapacidad auditiva o problemas de audición y poner a su alcance los recursos de apoyo que en la actualidad les permiten ejercer su ciudadanía en igualdad de condiciones, con una vida autónoma e independiente y participando de manera activa en la sociedad a la que pertenecen.
