El teniente de alcalde delegado de Seguridad Ciudadana, Vía Pública y Gestión del Ayuntamiento de Córdoba, Emilio Aumente, ha comenzado este miércoles su labor como miembro, en representación del Consistorio, de la Comisión de Patrimonio y Ciudad del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España.
La entidad, que ha renovado su comisión ejecutiva tras las elecciones municipales de 2015, inicia, según ha explicado Aumente, “una nueva etapa”, y ahora, tras revisar las iniciativas puestas en marcha, a las Ciudades Patrimonio de la Humanidad les toca “trabajar en definir conjuntamente nuevos proyectos de futuro”.
Córdoba cuenta ya con sus nuevos representantes en las tres comisiones, de Turismo, de Patrimonio y de Cultura, del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, siendo éstos, respectivamente, el primer teniente de alcalde y delegado de Turismo, Pedro García, el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Emilio Aumente, y la teniente de alcalde de Cultura, María del Mar Téllez.
Sobre la reunión de la Comisión de Patrimonio y Ciudad, celebrada en el Ministerio de Cultura, Aumente ha explicado que el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, formado por Alcalá de Henares, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza/Eivissa, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda, acordado dar impulso a proyectos e iniciativas de cara al próximo año 2016.
Junto a ello, Emilio Aumente ha destacado que “una de las citas importantes de la red será la presentación próximamente, en Córdoba, del Libro Blanco sobre la Movilidad en las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, titulado La problemática del tráfico en los cascos históricos y sus posibles soluciones, y que ha contado con la coordinación del jefe del Departamento de Movilidad, Accesibilidad y Transportes del Ayuntamiento de Córdoba, Antonio Valdenebro.
Cabe recordar que Córdoba pertenece al grupo de quince ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, cuya finalidad es actuar de manera conjunta en la defensa del patrimonio histórico y cultural y en el mantenimiento y potenciación de determinadas formas de vida que estos núcleos históricos necesitan, realizando para ello políticas de intercambio y cooperación y proyectos y propuestas comunes.
