El auge de los centros capilares nacionales

Pelos

Ya han pasado algunos años desde que los injertos capilares se convirtieron en una técnica muy solicitada, aunque siempre se asociaban a otros países. Sin embargo, hoy en día son los centros capilares locales, los que se encuentran en nuestro país o en nuestra propia ciudad, los que están viendo crecer su público. 

Esto se debe a que, a pesar de que el precio sea más elevado, los pacientes encuentran en ellos unas mayores garantías y, además, muchas facilidades y un trato más personalizado en lo que se refiere al proceso y, sobre todo, al seguimiento posterior. 

Por otra parte, el número de centros a los que acudir ha aumentado considerablemente. Por ejemplo, ahora es una tarea muy sencilla encontrar una clínica de injerto capilar en Córdoba.

No es solo cuestión de estética

A pesar de que lo más notable después de una intervención de este tipo sea que se ha producido una mejora o un cambio estético, en muchos casos los pacientes ven también una ayuda en su salud mental, ya que se trata de técnicas que se utilizan para cambiar algo que, por lo general, genera falta de autoestima y una gran cantidad de complejos. 

En este sentido, la reducción de frente en mujeres se ha convertido en una de las técnicas más solicitadas. Cada vez son más las mujeres que no se sienten bien con el tamaño de su frente y deciden someterse a una reducción para eliminar las inseguridades que eso les causa. 

De cualquier forma, un punto importante a tener en cuenta es que es necesario saber cómo detectar un trasplante capilar mal realizado. Existen muchas señales para determinar cuándo la intervención no ha sido bien ejecutada y conocerlas nos ayudará en nuestro proceso, especialmente el de búsqueda de una clínica. 

Cuando se trata de un cambio estético, es muy importante ponerse en manos de profesionales con experiencia en el sector que sepan cómo guiarnos a través del proceso, nos den los mejores consejos y nos den ciertas garantías de seguridad y de que el resultado será bueno, ya que si no lo es, también puede ser un factor que empeore la salud mental o que nos provoque más complejos e inseguridades de los que teníamos antes de pasar por el injerto. 

Por último, es necesario también tener la información suficiente tanto de la técnica que se va a realizar como del proceso de cuidado posterior para evitar tantas complicaciones como sea posible y no entorpecer al resultado final que, en este tipo de intervenciones, no es instantáneo sino que se ve al cabo de meses. 

En definitiva, ahora que las operaciones o los cambios estéticos de cualquier tipo ya no suponen un tabú en la sociedad, la demanda de los mismos ha aumentado y ha crecido el número de personas que deciden cambiar algo que no les gusta de su físico, entre lo que se encuentra la falta de cabello por cualquier motivo o, incluso, el no encontrarse satisfecho con el tamaño de la frente. De hacer viajes a Turquía, se ha empezado a confiar más en las clínicas de nuestro país. Buscar ahora una clínica resulta mucho más sencillo que antes pero, ante todo, debemos asegurarnos de que el lugar al que acudimos es profesional y puede guiar al paciente durante todo el proceso, así como atenderlo tras el injerto en caso de que surja alguna duda o alguna complicación. No se trata solamente de mirar por lo estético, sino, especialmente, de cuidar de nuestro bienestar mental.