Protesta popular

Asaja califica el impuesto de sucesiones de "necrófago" por el "cariño" de la Junta en sacarles el dinero a los difuntos

Cientos de personas se concentran a las puertas de la Delegación del Gobierno de la Junta para exigir su derogación

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photo_camera Un momento de la concentración a las puertas de la Junta

"Es un impuesto necrófago, de amor y cariño a los difuntos para sacarles dinero, y eso no lo podemos consentir". Son palabras esta mañana del presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, durante la concentración convocada a las puertas de la Delegación de Gobierno de la Junta en Córdoba contra el impuesto de sucesiones, que ha logrado reunir a varios cientos de personas para protestar contra una medida que, en palabras suyas, "conlleva pérdida de empleo en Andalucía".

La protesta ha estado convocada por la patronal agraria, junto a la plataforma Stop Impuesto Sucesiones, la Federación Andaluza de Trabajadores Autónomos (ATA), la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) y el PP andaluz. Precisamente, su secretaria general, Dolores López, ha destacado que su partido es "la única formación que aboga por la desaparición de este impuesto que está quitando lo que nuestros padres consiguieron con el sudor de su frente y es porque a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, se le antoja mantenerlo".

En opinión de Fernández de Mesa "es un impuesto injustificado porque muchas comunidades autónomas de España lo están suprimiendo o lo dejan a niveles mínimos, y nosotros como empresarios del campo no podemos soportarlo". Al respecto, el presidente de la patronal ha sacado a la luz las fugas de empresas a otros sitios del país y más cuando "hay una sentencia del Tribunal Europeo de 2014 que indica que para los mismos impuestos en distintos países existe una injusticia manifiesta en el sistema tributario andaluz". Por esta razón, "queremos que la Junta se comporte y lo retire, es decir ni rebaja ni armonización, sino que haga patria y Andalucía y lo suprima.

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En la misma dirección ha hablado Pedro barato, presidente nacional de Asaja, quien ha advertido que impuestos como éste, "más propios del siglo XIX que del actual",  impiden el relevo generacional en un mundo donde casi el 60% de los agricultores tienen más de 58 años. "No se puede dar a Hacienda algo que tu familia ha generado hace mucho tiempo, porque no es un impuesto ni de ricos ni de pobres, sino una medida recaudatoria pura y dura que genera discriminación con consecuencias, porque se está emigrando fiscalmente a otras zonas donde te tratan mejor.

Un campo sin actividad

También, el cordobés Andrés del Campo, presidente de la federación Nacional de Regantes (Fenacore), ha advertido que un mundo rural sin agricultores por el éxodo de población hacia los núcleos de población corre el riesgo de perder toda su actividad "·y perder hasta el turismo rural".

Desde la Plataforma Stop Impuestos de Sucesiones, Juan Carlos Valverde ha advertido que el impuesto de sucesiones, "además de un abuso y un robo, es meter la mano en el bolsillo del difunto y perjudica seriamente la economía de nuestra tierra". Este colectivo únicamente aboga por la supresión, porque el famoso tope de un millón de euros del que se está hablando ahora en Andalucía para empezar a cobrar la tasa "es una solución ya pactada y que se está teatralizando".

Según las últimas cifras oficiales, del Colegio de Notarios, hay ahora mismo un 13,1% de renuncias de herencias por este impuesto, lo que en cifras contantes y sonantes, sólo en Andalucía suponen unas 20 renuncias diarias, es decir unas 7.000 al año, desde 2007 hasta ahora. "Antes de la crisis había liquidez para acceder al crédito, pero ahora sigue el grifo cortado", ha señalado Valverde, quien ha reclamado a la Junta que "se deje de oídos sordos, se sienten y escuchen a las familias".