CULTURA

Arte y reciclaje: de pino seco en frente del hospital Provincial a lechuza en la Ciudad de los Niños

El escultor de la sierra mecánica, Beni Hidalgo, ha vuelto a aprovechar un árbol en mal estado para realizar sus particulares obras
Lechuza de madera realizada por Beni Hidalgo
photo_camera Lechuza de madera realizada por Beni Hidalgo

La Ciudad de los Niños cuenta con una nueva escultura de madera realizada por Beni Hidalgo, que emplea para ello una sierra mecánica y además las realiza de corrido. En los últimos dos años tanto este lugar como el Zoológico como el Jardín Botánico (donde trabaja como jardinero) se han ido llenando de estas obras de diversos tamaños, casi siempre con motivos de animales pero en otras ocasiones con referencias a dibujos animados o series.

Las esculturas se caracterizan, además de por el estilo de su trabajo [ver vídeo aquí],  por otra particularidad: aprovechar troncos de árboles que se han secado, han sido talados por alguna enfermedad o han caído derribados por algún temporal. En este caso la obra surge de un tronco seco que estaba situado en frente del hospital provincial. El siguiente sin ir más lejos, pueden verlo en la imagen. Se trataba de un pino piñonero.

Tronco seco que estaba frente al Hospital Provincial

Hidalgo ha explicado que esta lechuza le ha costado siete horas de trabajo. Normalmente utiliza dos tipos de sierra,  una motosierra grande para desbastar y darle forma, y una motosierra más pequeña conocida como motosierra de cirugía, para los detalles. En este caso, al estar tan seco el tronco, mostraba una especial dureza.

Además las labores de esculpir con la motosierra las ha realizado en un sitio bien visible, justo donde estaba el tronco, por lo que trabajadores del hospital provincial han llegado a hacerse fotos con el artista. Hidalgo ya está acostumbrado a ello, pues ha ofrecido ya diversos shows en vivo con espectadores.

Entre las últimas obras más llamativas de este escultor, están un trono también situado en la Ciudad de los Niños, y que salió de un pino de siglo y medio derribado por el temporal. O bien este pavo real que está situado junto al Castillo de Montemayor. En ese caso se trató de un cedro dañado por la tormenta.