LOS NIÑOS TENÍAN 6 Y 5 AÑOS

Los peritos señalan que el acusado de violar a sus hijos menores era "consciente" de lo que hacía

La Fiscalía pide para cada uno de ellos 52 años de cárcel, según recoge su calificación, en la que se detalla que el procesado, "con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales", presuntamente ha desarrollado diversas prácticas sexuales con dos de sus hijos menores de edad

Juicio supuesto violador de sus hijas

Los peritos que han declarado este jueves en el juicio al varón acusado de dos delitos continuados de agresión sexual, un delito de lesiones y un delito de maltrato habitual, supuestamente cometidos sobre sus dos hijos menores de edad y el hijo menor de su pareja en el municipio cordobés de Lucena, han expuesto que el hombre era "consciente" de lo que hacía.

Según han explicado fuentes judiciales, los peritos han manifestado ante el plenario que las lesiones de los menores son compatibles con los hechos de los que se acusa al procesado, al tiempo que han señalado que las pruebas certifican que la mujer tenía "un miedo insuperable" ante "el proceso de violencia que sufría", según las fuentes.

Al respecto, el juicio continuará este viernes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba, con los informes finales de las partes, todo ello después de que el acusado ha negado los hechos y ha dicho que había buena relación paternal con los niños, según las fuentes, que han apuntado que el progenitor se ha declarado inocente, mientras que la madre de los niños, que está acusada como presunta cooperadora necesaria, ha defendido que "ante el proceso brutal de violencia" tenía "un miedo" que le impedía darse cuenta de todo lo que pasaba a su alrededor.

La Fiscalía pide para cada uno de ellos 52 años de cárcel, según recoge su calificación, en la que se detalla que desde antes de enero de 2015 en la localidad cordobesa de Lucena, el procesado, "con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales", presuntamente ha desarrollado diversas prácticas sexuales con dos de sus hijos menores de edad, una de seis años y el otro de cinco años, mientras que sobre otro hijo de su mujer, de ocho años, y con el que convivía, "ha realizado una conducta continua de vejaciones, insultos y trato degradante".

En concreto, respecto de su hija, el acusado supuestamente ha realizado conductas de violencia sexual en el domicilio, que, según el fiscal, "ocurrían de manera reiterada en diferentes momentos del día, bien por la tarde en horario de siesta, bien por la noche aprovechando que el resto de sus hermanos dormían".

Para facilitar estas prácticas, el procesado "había dispuesto, con anuencia de la madre, que la menor dispusiera de una habitación propia y exclusiva para ella, a pesar de tratarse de una casa modesta sin mucho espacio, en la que estaba prohibido el acceso de cualquier persona que no fuera el acusado y la menor".

No obstante, la situación se agravó en enero de 2015 cuando la menor tuvo que ser ingresada e intervenida quirúrgicamente de manera "urgente", tras lo cual quedó ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátricos. Se emplearon 30 días en su curación, de los que nueve días fueron no impeditivos para sus ocupaciones habituales, 15 días impeditivos para realizar sus ocupaciones habituales y seis días estuvo ingresada en centro hospitalario.

"Amenaza de muerte"

Con respecto a su hijo de unos cinco años, el acusado, "también en el domicilio referido y en idéntico tiempo, aunque no concretado, pero anterior a enero de 2015", presuntamente lo ha sometido a conductas sexuales "reiteradas bajo la amenaza de que lo iba a matar". Y sobre el hijo de su mujer, "desde el comienzo de su convivencia con él, lo ha sometido a un maltrato, tanto de carácter físico, como psíquico, consistente en diversas conductas".

Así, el Ministerio Público detalla que supuestamente lo ha sometido a "agresiones físicas, pegándole por todo el cuerpo, obligándole a pelear con el padre y con otros menores, recibiendo por tanto diversos golpes, obligándole a realizar diversas sustracciones, dejándole en ocasiones sin comer", puesto que, según los acusados, "era el peor de los hijos" y le insultaban, entre otras acciones.

Según el fiscal, "todos estos hechos se producían con la anuencia de la acusada, madre de los niños, sin que ésta realizara ningún acto para impedirlo, incumpliendo de este modo los más básicos deberes de protección y cuidado de los hijos inherentes a la patria potestad". Y ello, "a pesar de que en alguna ocasión los hijos le habían puesto en conocimiento las prácticas de su esposo, colaborando también la acusada, con su comportamiento, a las estrategias de silenciación y manipulación emocional con las que él sometía a los niños para que nada de lo que ocurría en casa fuera conocido".

Reincidencia

Cabe señalar que los menores están siendo "objeto de intervención terapéutica a nivel individual". El procesado al cometer los hechos se encontraba condenado a 12 años de prisión por sentencia firme de octubre de 1995, dictada por la Audiencia Provincial de León, como autor responsable de un delito de violación. Por tanto, concurre en el acusado la circunstancia agravante de reincidencia.

En este sentido, el Ministerio Público considera que los hechos relatados son constitutivos de dos delitos continuados de agresión sexual, por los que pide 44 años de cárcel y 50 años de orden de alejamiento; un delito de lesiones, por el que solicita cinco años de prisión y siete años de orden de alejamiento, y un delito de maltrato habitual, con tres años de cárcel y cuatro años de orden de alejamiento. Además, pide la pena de privación de la patria potestad respecto de los tres menores y distintas cantidades de indemnización de entre 12.000 y 1.800 euros.