Su lema: "En la calle, pase lo que pase"

Alcaide Alimentación, un ejemplo de la mejor intendencia en la guerra contra el virus

Uno de los socios, Chen Wu (Pablo), lideró un movimiento de ciudadanos chinos de Córdoba para recolectar material de protección para el Ayuntamiento y la Policía
La plantilla de Alcaide Alimentación
photo_camera La plantilla de Alcaide Alimentación

"Pase lo que pase, nosotros debemos seguir trabajando sí o sí". Javier Vázquez, dueño de la empresa Alcaide Alimentación, ubicada en el polígono Amargacena, es un ejemplo representativo cae esos sectores que necesitan estar en la calle en cualquier circunstancia o alerta. Sin ellos, el suministro de alimentos en una situación de pandemia mundial se cortaría y los confinados no tendrían más remedio que buscarse la vida por su cuento en medio de un autentico caos.

Por ello, las empresas de distribución de alimentos, como es el caso, son tan importantes en esta guerra como lo es la intendencia en las que libran los soldados armados, siendo la primera línea de contención y la infantería la sanidad, la ayuda a domicilio, los servicios sociales y los cuerpos de emergencia y seguridad.

Y que nadie se lleve a engaño. También las empresas de distribución de alimentos lo están pasando mal, a pesar de ser de las pocas que pueden hacer negocio en un estado de alarma. "Tenemos cierto agobio, porque nos faltan suministros y no todo el mundo está pudiendo pagar lo que nos debe", indica Vázquez. Es el caso, por ejemplo de Casa Tarradellas, quien, a pesar de que lleva varios días produciendo al 100% (habitualmente lo hace al 70%), "hay productos suyos que nos demandan, pero luego no llegan, porque primero abastecen a las grandes cadenas y luego, si sobra, empiezan a suministrar a las medianas y las pequeñas". A lo que hay que añadir que el 80% de los productos con los que comercializan llegan habitualmente con un par de días de retraso por la situación.

Alcaide Alimentación, con 16 años de existencia y una facturación de entre 3 y 6 millones de euros, no es precisamente pequeña. Tiene tres comerciales que realizan su labor desde casa, dos repartidores, dos mozos de almacén y tres directivos, entre ellos él y su socio Chen Wu, a quien todo el mundo conoce como Pablo, además de la esposa de éste último. Suministran alimentos a 180 restaurantes de toda Andalucía (entre ellos numerosos de comida china en Córdoba, Jaén o Málaga) y supermercados como Piedra, Alcoop o Maxcoop, de marcas como Dompal, El Arriero, Grupo Ubago, embutidos Monells, Cinco Jotas o quesos El Pastor.

También importan carne de Polonia, pero la están consiguiendo a precio de oro. Si antes de la crisis con la empresa transportista con la que trabajaban habitualmente les cobraba 600 euros, ahora, que han tenido que contratar a una nueva "nos está pidiendo el doble, pero tenemos que seguir trayendo alimentos", indica Vázquez.

Su trabajo, además, se ha vuelto tremendamente minucioso con el coronavirus. A las normas impuestas "nosotros hemos añadido las nuestras propias, como el hecho de que al interior no entra nadie de fuera, ni siquiera los repartidores con prisas que suelen llegar a por la mercancía". El responsable del almacén, Juanma, lleva 14 años en la empresa y este mismo año se jubila. Y con él hay un especial cuidado al ser de un grupo de riesgo, por lo que se le ha recortado su jornada de 8 a cinco horas sin perder ni un euro de su sueldo. "Es el primero en abrir, a eso de las 06.00 horas, pero muchas veces la jornada se le alarga como a los demás".

Juanma, el jefde de almacén de Alcaide Alimentación

Otra personas de riesgo es el propio Javier Vazquez. "Soy diabético, pero nuestro trabajo implica una responsabilidad con la sociedad y hay que seguir sirviendo". Las reuniones las realiza vía skype y mantiene siempre dos metros de distancia. Máscaras, guantes y máscaras de protección están al servicios de los empleados, "porque nos adelantamos a lo que estaba por venir y nos hicimos con acopio de material de protección", indica el responsable.

Doble ataque del coronavirus

Y es de lógica, porque a esta empresa el coronavirus le ha golpeado dos veces. Y es que ambos socios cuentan también con una empresa de exportación e importación, Jaypa, que tiene fuertes contactos con China. Allí tienen, de hecho, tres tiendas que durante 33 días han permanecido cerradas y la exportación resultó en extremo complicada. A cambio, vieron la enfermedad cara a cara y se prepararon para lo que estaba por venir.

Tanto es así que Pablo (Chen Wu) capitaneó hace poco un movimiento de solidaridad de la población china cordobesa hacia la ciudad. Entre todos los negocios, grandes y pequeños, en manos de chinos, aportaron un fondo que sumó unos 30.000 euros, con los que se adquirieron mascarillas y otros materiales que fueron entregados al Ayuntamiento, además de a la Policía.

No es de extrañar. "Pablo es andaluz por los cuatro costados y cuando le preguntan primero dice que es cordobesa y luego español, le gusta el flamenco y el fino y aquí todos le aprecian porque siempre que habla de alguien no se refiere a él como trabajador sino como compañero".

Desde Alcaide Alimentación, como representante del sector de la alimentación, Javier Vázquez ha lanzado un mensaje de agradecimiento a los cordobeses y cordobesas "por haber dado una lección de cómo confinarse en casa, asumiendo tan bien esa obligación"