Tras su renuncia como concejal de Ganemos Córdoba, Alberto de los Ríos acaba de anunciar en un comunicado público que también se ha dado de baja en las organizaciones políticas a las que pertenecía, la propia Ganemos Córdoba y Equo, para, en palabras suyas, "dedicarme por completo a mi vida profesional, académica, así como el activismo social y cultural en el que suelo participar".
La nota añade que desde el 15M, en el que muchos decidieron reincorporarse al compromiso político en distintas formas, De los Ríos ha participado para transformar la ciudad de Córdoba en la medida de los posible y también del país formando parte de fuerzas políticas y de la Corporación municipal cordobesa. En su opinión, "espacios políticos como Podemos, Equo o Ganemos Córdoba, han contribuido al ensanchamiento y la profundización de la democracia y a la defensa y recuperación de derechos básicos, junto con otras fuerzas políticas y sociales que lo han hecho desde siempre". Por ese motivo, el exedil manifiesta que "ha sido un gran avance y es un orgullo haber estado ahí".
No obstante, Alberto de los Ríos considera que la política no es el único camino para conseguir progreso y transformaciones profundas en la sociedad y su marcha viene acompañada de los mejores deseos para los que deciden mantenerse en ese camino. "Ojalá, como señalaba recientemente Íñigo Errejón, la política local, andaluza y estatal sea una 'competición virtuosa' por dar las mejores alternativas y propuestas a la ciudadanía desde las fuerzas transformadoras y de progreso". Porque el camino hacia el cambio en palabras suyas no ha terminado y "como señaló en su visita a Córdoba la coportavoz de Equo y diputada Rosa Martínez, 'tiempo de causas, no de casas; de redes, no de sedes', y queda mucho por construir, mucho por cambiar, pensando en el bien común, en esta crisis sistémica y ecológica en la que las políticas han de volver a pensar en las personas y en nuestra casa común, el planeta".
El exconcejal se despide en su misiva con un proverbio que suele atribuirse a Confucio: "Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad", lo que traducido al lenguaje llano significa no quedarse de brazos cruzados ante los problemas y buscar una solución para resolverlos.
