Esperanza. Lucha. Solidaridad. Han sido los mensajes más repetidos en la inauguración del primer rastrillo solidario que la junta provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) celebra hasta el domingo en un lugar tan emblemático de la ciudad como son las Caballerizas Reales.
La presidenta de la entidad, María Luisa Cobos, se ha subido al escenario olvidándose por un momento de la batalla que ella misma mantiene contra la enfermedad y ha agradecido a "todas las empresas colaboradoras, a los donantes y a las autoridades su apoyo a la asociación" recordando que "la investigación es lo único que nos puede salvar la vida, por eso estamos siempre trabajando en iniciativas para recaudar fondos porque los investigadores son quienes pueden curarnos".
Su mano derecha, Pilar Iglesias, durante el montaje ayer de la veintena de puestos (bisutería, ropa de bebé, moda de señora, dulces, manualidades de realizadas por las voluntarias) explicaba "la importancia de que la sociedad nos conozca, sepa lo que hacemos y en qué invertimos cada céntimo recaudado". En el caso de Córdoba, además de las ayudas psicológicas con expertos especializados, rehabilitación, fisioterapia, formación y talleres, "también se nos dan casos en los que tenemos que ayudar económicamente y hasta con alimentos".
Y esto porque "la crisis ha azotado a todo el mundo, también a los enfermos que han sufrido doblemente la situación" ha manifestado Pilar quien ha animado a "que todos los cordobeses y turistas se pasen por Caballerizas Reales, conozcan a nuestras voluntarias". La cafetería ofrece tapas y bebidas por dos euros, los dulces elaborados por las voluntarias se pueden degustar por unos precios también populares y de paso, se pueden ir adelantando las compras navideñas con algunos de los artículos de los puestos.
En el de la AECC se encuentra Estrella, una cordobesa que lleva 6 años en el cuarto estadio de la enfermedad a la que hace frente "gracias a mi psicóloga de la AECC y a todo el apoyo que recibí desde que llamé a sus puertas". Por eso, se implica en cada iniciativa siendo "testimonio para quien llega con miedo porque se acaba de enterar de su enfermedad; yo he pasado por eso y animo a los enfermos a que pasen por la sede cordobesa, somos una familia y juntos podemos superarlo".
El primer baratillo solidario ha acarreado meses de duro trabajo para buscar colaboradores, organizarlo todo. Han contado con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba, que ha cedido las instalaciones y con un padrino de honor que ha hecho las delicias de todas las señoras que han asistido a la inauguración: el cantante José Manuel Soto ha mostrado su solidaridad "y además es una oportunidad de volver a Córdoba, que me encanta. Me gusta perderme por sus rincones, comer tan bien como se come aquí y disfrutar de su gente que es maravillosa".
