Una decisión salomónica es lo que ha adoptado el Ayuntamiento en materia de veladores y Semana Santa. Así, mientras que el año pasado hubo quejas por parte de los negocios de que tenían que retirar las mesas tres horas antes de que pasaran las procesiones de Pasión, en esta ocasión se ha dejado un margen de entre una hora y una hora y media, de tal modo que durante estos días en los que se hace caja en las terrazas y los establecimientos de hostelería, el daño o la merma económica fuera menor.
En esta ocasión, según ha avanzado esta mañana el concejal de Seguridad, serán un total de entre 30 y 40, "como mínimo", los establecimientos afectados pro esta medidas, más que en la última edición de la Semana Santa cordobesa, ya que "este año hay más lugares por los que antes no pasaban las procesiones".
Los bares y restaurantes tendrán que retirar las mesas, sillas, sombrillas y demás elementos que formen pare de su velador con ese tiempo de antelación, "y los podrán volver a colocar una vez que tengan seguro de que ya no van a regresar ni van a pasar más pasos por allí".
En cualquier caso, habrá zonas en las que el paso de las procesiones afectan más que en otros y en algunos, incluso, como ocurre en la Ronda de Isasa, no afectará para nada, ya que hay espacio suficiente para ambas actividades.
