Eva Contador, concejal de Participación, Solidaridad y Mayores

"En la Plataforma Por Córdoba atendimos a 8.500 familias y se habían apuntado unas 15.000"

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photo_camera Eva Contador posa para Córdoba Hoy en las dependencias municipales de Gran Capitán

Solidaridad y Servicios Sociales van de la mano. Tanto que hay ocasiones en las que se suelen confundir, y la pandemia del coronavirus ha sido una de esas veces. La primera la lleva Eva Contador, concejal del PP, la segunda corresponde a otra Eva, Timoteo, de Ciudadanos, y durante la crisis de la Covid-19 ambas han cobrado su verdadero protagonismo. Una de ellas, la de Servicios Sociales, con una repercusión importante de cara a la difusión de noticias, y la segunda de una forma más callada, pero sin dejar de darle vueltas a la cabeza para tratar de solventar o de pasar lo menos mal posible la pandemia, especialmente de cara a las familias e individuos que lo han tenido más crudo. Porque si algo está teniendo esta penosa experiencia mundial son escenas de auténtica desesperación.

Una de esas ideas cobró forma de plataforma a raíz de una especie de tormenta de ideas entre la responsable de Participación Ciudadana, Solidaridad y Mayores y su personal técnico y de confianza para dar a luz la Plataforma Por Córdoba, que en todo este tiempo ha podido atender directamente con alimentos a 8.500 familias, ha movilizado a un verdadero ejército de voluntarios y ha creado una infraestructura que ha demostrado ser realmente útil a la hora de cubrir los múltiples huecos que había en la distribución de comida entre el Banco de Alimentos Medina Azahara y las diferentes oenegés que las hacen llegar a quienes de verdad lo están necesitando. Un iniciativa que sigue funcionando día de hoy a medio gas y que no se ha querido cerrar por si acaso en otoño vuelve 'el bicho' (crucemos los dedos).

Eva Contador

¿Cómo han vivido en sus áreas la pre, la pandemia, y la post, en la que aún estamos?

La prepandemia fue un poco caótico, porque nadie sabíamos lo que venía y la verdad es que pasamos de pensar todo el mundo que esto era como una simple gripe hasta ver que se estaba muriendo la gente en masa. Fue un poco caótico en el sentido de ver cómo agilizábamos las cosas, porque no dependía tampoco de nosotros, si no de que el Gobierno central diera unas pautas y esperábamos para poder movernos.

Pero ustedes señalan que actuaron con antelación.

Sí. De hecho aquí se hicieron cosas avanzadas para el momento. El otro día me contaba una señora de Málaga que en Córdoba se cerraron parques infantiles y un montón de cosas antes que Málaga, que ya estábamos con casos. Nosotros, no. Cuando cerramos todo ya creo que había un primer caso.

Ahondemos en la experiencia de cómo fue aquello.

Insisto en que fue caótico. Hay delegaciones que obviamente han el tenido el peso más fuerte. En un principio, sobre todo fue en Recursos Humanos y Salud Laboral. Yo me puse en coordinación con el concejal responsable, Bernardo Jordano, para lo que hiciera falta y estuve con él sobre todo las primeras semanas ayudándole mucho con todo lo que tenga que ver con los EPIs, los geles y demás sobre todo lo que preveíamos que iba a hacer falta y sobre todo porque en ese momento no éramos nosotros lo único. Estaba busca tipo de productor todo el mundo. Nos pasó una cosa muy curiosa. Habíamos conseguido el gel hidroalcohólico en cantidad suficiente y por otro lado habíamos comprado los dispensadores. Nos llegó el gel, pero no los dispensadores. Estaban agotados.

"Fuimos a todos los chinos de la ciudad para adquirir dispensadores de gel y de ahí nació una colaboración inicial con ellos que nos alivió mucho el trabajo"

¿Qué hacíamos? Nos fuimos a los chinos, a todos los de la ciudad. Y ahí nos pasó lo curioso.Entré en una de las tiendas cerca de mi casa. La mujer se quedó alucinada cuando le empecé a pedir en cantidades industriales. Le pedí todo lo que tenía diciéndole que era del Ayuntamiento, pero que no se asustara porque era para comprar y no para requisar. Me dijo que podía hablar con sus compañeros para preguntar. Llamó delante de mí y me dijo que había otros señor haciendo lo mismo. Y era Bernardo. El caso es que me dijo que ella y sus compañeros querían hacer una donación al Ayuntamiento  para la Policía, los bomberos, los sanitarios y el personal de calle, pero no sabían cómo hacerlo.

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Habían recogido unos 10.000 euros, que en China sirven para adquirir mucho material; más que aquí. Además ellos tienen a la familia en China,que conocen dónde están fabricando y con qué calidades y cuentan con su propio circuito de transporte y distribución. Y finalmente nos ofreció que si queríamos que les gustaría poder hacer ese servicio con Nosotros. Llamé a Bernardo, le expliqué la oportunidad que se nos ofrecía porque es que había cosas como los EPIs que no había forma de encontrarlos.

¿Lo hicieron, entonces, a través de esa familia?

Al principio sí. Los primeros movimientos. Y no sólo eso, sino que nos facilitaron No, solamente eso, sino que nos facilitaron el hecho de que nosotros por ejemplo los guantes o las primeras mascarillas, que había empresas que te las daban en unos días, pero la Policía o los bomberos tenían que cambiarse regularmente. Ella nos decía que no tenían grandes cantidades por separado, pero reuniendo las de todos se podían llegar a 50 cajas de mascarillas. Entonces hicimos con ella el trato de que ya nosotros no buscábamos nada y si nos hacía falta algo mandábamos un whatsapp y le decíamos María necesitamos tal o cual cosa y nos lo conseguían. Nos facilitaron mucho la labor. Y se les fue pagando con ello.

Finalmente, además, la comunidad china de Córdoba hizo una donación.

Sí, Bernardo les pasó el listado de necesidades  e hicieron la donación y nos alivió mucho.

Entramos de lleno en la pandemia. ¿Cómo lo vivieron desde dentro?

Hay que tener en cuenta que mis delegaciones se quedaron a cero de actividad. Lo primero que cerré fue los centros de mayores y los cívicos también, con lo que no tenía que estar tan pendiente de la Delegación. Todos los días me levantaba y le decía a mis niños: Hoy vamos a desayunar tranquilito, vamos a hacer un planning de todo lo que que vamos a hacer, yo me pongo con el ordenador y vosotros hacéis las tareas y estudiáis. Ese planeamiento del día se acababa antes de ponernos a desayunar. Me llamaba Bernardo y me deja ¿te puedes venir a Gran Capitán que hay que llenar 100 botes o ir a cualquier sitio? Les decía a los niños me voy un momento y vuelvo, y ese vuelvo sabe Dios a qué hora era.

Pero si hay algo de lo que me acuerde de ese momento es la tensión que tenía que me hizo perder en dos días kilo y medio de peso.

Quizá por la presión que se les vino encima cuando ya fueron consciente de lo que ocurría.

Pues sí. La actuación rápida por parte nuestra evitó que esto fuera a más, y luego también que la ciudadanía se ha comportado del 10. Pero si no hubiéramos actuado rápido la ciudadanía no hubiera tenido un referente para dejarse llevar de la mano. Cuando nosotros empezamos a cerrar los centros y demás, lo que se oía todavía por ahí es que esto no era tan grave.

"Cuando nosotros empezamos a cerrar los centros y demás, lo que se oía todavía por ahí es que esto no era tan grave"

Sus áreas, evidentemente estaban cerradas.

Bueno, estaba la gente trabajando en casa y les encargábamos, por ejemplo, id mirando los contratos que tienen que salir para cuando esto se acabe o anulad las suscripciones de publicaciones que no va a leer nadie en los centros cívicos. Pero entonces yo, que soy alma inquieta y estaba todo el día ideando cosas y lo primero que se me ocurrió fue orquestar el movimiento de las las mascarillas solidarias, que se quedó en nada, porque estuvimos viendo la posibilidad de comprar temas y que una empresa las confeccionara, pero el visto bueno de Sanidad tenía que venir de la mano de una homologación. Pensamos en que si la tela era homologada (tejido sin tejer), quizá así pasara por el aro, y tampoco.

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Buscamos empresas, pero las textiles estaban cerradas. Contactamos con el Reina Sofía y nos dijeron que todo lo que entraba debía ser homologado. Incluso desde la Junta nos enviaron un patrón para hacerlas de la forma más idónea y con el grosor pertinente, y ni por ésas. Era cuestión de responsabilidad, porque si tú le entregas mascarillas sin homologar, alguien se la puede o no poner de forma voluntaria, pero si al final ocurría algo nosotros hubiéramos sido los responsables. Así que le dije al alcalde, que se lo había comentado, que no íbamos a llevar a cabo la orquestación de esas mascarillas, después de haber estado casi dos semanas liada con todo esto.

¿Qué fue lo siguiente?

La Plataforma Por Córdoba. Pero inicialmente la idea era iniciar una plataforma con el voluntariado. Como dentro de mi delegación llevo las ONGs y voluntariado y existía este movimiento voluntario de la gente con las mascarillas, los abuelos que no tenía quien hacerles la compra o tirar la basura, pensé en una plataforma con tres botones: Uno necesito ayuda, otro necesita ayuda urgente y otro quiere ayudar. Mi coordinador, Vicente Martín Tamayo, se pegó un trabajazo, lo preparó en un fin de semana y lo dejó a puntito para salir.

"Una vez resuelto el tema de mascarillas y geles, empezamos a pensar en que el siguiente paso era el hambre"

Y cuando la íbamos a lanzar surgió el problema de cómo podíamos cerciorarnos de que alguien que iba a ayudar a otra persona en su hogar no la iba a contaminar. Eso surgió en el último momento. Después incluso del temor a la picaresca de que alguien pudiera aprovechar la situación para desvalijar un piso, por ejemplo. Vimos que como Ayuntamiento no podíamos poner en marcha algo que no tuviera la más estricta seguridad.

A los dos o tres días en una conferencia por Zoom con Bernardo con Blanca Torrent, Vicente y yo lo estábamos comentando y vimos claro que tras los EPIs el siguiente problema iba a ser el hambre. Vicente, que ha estado trabajando en zonas desfavorecidas con Estrella Azahara en Palmeras, puntualizó que mucha gente vive al día y llevaban ya casi un mes en casa, con lo que los pocos recursos que tenían se los habían comido y lo siguiente es que iban a salir a la calle aunque hubiera un virus.

Dándole vueltas, en una conversación con el alcalde, surge que en Cádiz el Banco de Alimentos se había quedado sin recursos mientras que el de Córdoba estaba animando que la gente donara porque tenían muy pocos recursos. Y ahí salido la posibilidad de hacer una campaña en favor del Banco de Alimentos, pensando sobre todo en empresas.

¿Era una solicitud de ayuda económica o de alimentos?

Principalmente económica, pero entendimos que había gente con excedentes que sí podían darlos. El caso es que aquí leche y aceite hay mucho, pero hace falta otro tipo de comida, así que vimos mejor que fuera dinero para que el Banco de Alimentos comprara lo que necesitaba. El escollo del Banco no era sólo la escasez de comida, sino sobre todo la distribución. Al no poder salir, no se podía hacer el reparto a través de las oenegés, y éstas en su mayoría no estaban actuando porque muchos de sus voluntarios eran personas mayores.

Ahí se me ocurrió que la plataforma que habíamos creado, le podíamos dar sentido poniéndola en manos del Banco de Alimentos, hablamos con el alcalde, y le encantó la idea. Nos animó a sacarlo, porque era un proyecto muy bonito y, sobre todo, porque permitía que toda la gente que estaba en casa queriendo ayudar, pudiera hacerlo.

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¿O sea, que la Plataforma Por Córdoba nace en la Delegación de Solidaridad de un proyecto fallido?

Sí. Nace de Solidaridad. Yo creo que mucha gente no ha entendido la Plataforma. Es Servicios Sociales el que da de comer y nosotros no hacíamos eso. Nuestra plataforma ha ayudado siempre a las oenegés en el reparto, porque en ese momento no podían salir a entregar alimentos. Nosotros no le hemos dado dinero al Banco de Alimento. Hicimos un convenio con el Banco de Alimentos a cero euros, no tiene ningún recurso económico. Es simplemente una plataforma de ayuda.

"Hicimos un convenio con el Banco de Alimentos a cero euros, no tiene ningún recurso económico. Es simplemente una plataforma de ayuda"

Una infraestructura.

Exactamente. Ayudar al Banco de Alimentos a organizar; a las oenegés a organizarse con el voluntariado y el resultado final de eso es a la gente les llegaba el alimento. Pero no era yo la que les daba de comer, era el Banco de Alimentos a través de las oenegés. Nosotros le poníamos la herramienta para unir. El Banco de Alimentos nos dio toda la relación de las 80 entidades con las que trabajaba. De ellas, en un principio se sumaron 20. De esa veintena más de la mitad no tenían voluntarios por ser vulnerables al virus. Por eso pusimos el botón en la plataforma, para que alguien se pudiera apuntar como voluntario.

¿Hubo una buena respuesta?

Muchísima gente se apuntó, Tanto que incluso no hemos tirado de mucha gente que se apuntó. Hubo un momento que estaba todo cubierto y si hacían falta cinco, una o veinte se tiraba de la lista.

¿Qué tipo de gente era?

De todo tipo. He tenido incluso compañeros de Corporación de otros grupos políticos que sé que estaban de voluntarios en la plataforma. Estoy muy orgullosa, por más que me hayan ladrado en la oreja, porque se ha conseguido, que creo que eso es una de las cosas que como política más me satisface, es arreglar el problema de la gente. Y en un momento tan estrambótico como fue la pandemia yo no me paré a pensar si esto era o no de mi delegación. Yo busqué, dentro de mi área, cuál podía ser el recurso que me permitiera ayudar a la gente.

Pues lo encontró. Pero es un recurso, creo, limitado para esta situación especial.

Sí. El convenio se firmó mientras estuviera la alarma, porque la gente no podía salir libremente a la calle y nosotros a los voluntarios de la plataforma se les daba un pase especial a través de Protección Civil, y de esa forma podían ir al Banco de Alimentos y a las sedes donde se repartían los alimentos.

¿De esta experiencia se puede sacar algo aplicable a la actualidad?

Para empezar, la Plataforma no la hemos cerrado. Se ha quedado residualmente como ayuda a las oenegés, porque ha habido algunas que ya no estamos en alarma y se pueden hacer las cosas de forma normal, pero otras nos han pedido que siguiéramos ahí seguir manteniendo el filtrado de personas. Ese filtrado de las familias. Hemos estado atendiendo alrededor de 8.500 familias, pero a la Plataforma se han podido apuntar más de 15.000 familias. Primero de todo, había mucho desconocimiento y había gente que se apuntaba y si no la habías llamado al día siguiente se volvía a apuntar. En otros casos se apuntaba la mujer, se apuntaba el marido y se apuntaban los hijos y te encontrabas que la misma familia estas apuntada de forma individual varias veces.

"Hubo mucho desconocimiento inicial y hubo gente que se apuntó a la Plataforma varias veces y otros que se aprovecharon de la picaresca"

Controlar eso tuvo que ser un trabajo de ingeniería social.

Nos han llegado a dar las 03.00 y las 04.00 horas de la mañana haciendo filtrados.

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¿Las 8.500 era la base real de necesitados?

Detectamos que había algún que otro profesional de la picaresca. Se les llamaba por teléfono y de forma muy sutil se les daba a entender que habían sido pillados en su intento de sacar provecho. En la Plataforma hemos sido 12 personas y hemos llegado a estar hasta 15.

¿Cuánta gente se apuntó de voluntario?

Cientos. Ten en cuenta que muchos entraron directamente por la Plataforma, pero otros tantos, como los Scouts o la asociación vecinal El Arenal del Arcángel, su sumaban a la plataforma con toda la gente que ya tenían de su propio voluntariado y cubrían los huecos de esas oenegés que necesitaban personal. Finalmente llegamos a estar entre 50 y 60 entidades. Las hubo que se sumaron sin nadie y nosotros les pusimos el voluntariado y hubo sitios que se han abierto con oenegés nuevas, porque no estaba trabajando con el Banco de Alimentos de forma habitual y ahora siguen con ellos.

Por ejemplo la Asociación Uno a Uno, que trabajaba con mujeres en exclusión,  sobre todo de trata y demás, en un momento dado, a través de menús que les cede una entidad, empieza a llevar alimentos a familias y entidades. Y éstos que nunca trabajaron con estos menesteres ha terminado atendiendo a unas 800 familias. Se quedó, por ejemplo con el 'pulmón' de Moreras.

"Hemos llegado a tener 60 puntos de reparto de alimentos por toda la ciudad"

¿Perdón?

Sí, nosotros teníamos las distintas asociaciones y luego teníamos los 'pulmones', que llamábamos así a los colegios. Cuando los habilitamos en las zonas donde hacían falta recursos mayores porque había muchas familias. Ahí trabajaban ya algunas entidades como CIC-Batá o las Cáritas parroquiales, pero ellos ya estaban atendiendo a medio centenar de familias de forma habitual y nosotros permitíamos que ampliaran a un centenar. Pero si ves que las necesidades son para un millar de familias necesitábamos a alguien que se hicieran cargo de ellas. Tras la pandemia la atención ha bajado a unas 500 familias de la zona de Cañero.

¿Cuando ha hablado que la plataforma se queda ahora de forma residual a que se refería?

Es que residual no es del todo correcto. Tenemos aún a unas 5.000 familias todavía. Eso decía el último informe de junio. Sí es verdad que mucha gente que sabía que ésta era ya en la última entrega, porque el convenio ya no está vigente, y nos consta que algunas personas están trabajando desde hace un mes siguen yendo porque no deja de ser una ayuda hasta la recuperación total.

Había tres bloques de personas atendidas: Los pillos aprovechados, los que lo estaban pasando muy mal porque lo han perdido todo en poco tiempo y no están acostumbrado a estar en estas situaciones, y de hecho muchos no tenían ni la más remota idea de dónde acudir o cómo solicitar, y luego hay gente que lo han pasado mal, porque vivían de su trabajo diario, en el día a día, y se han quedado fuera, pero al levantar el pie del acelerador han podido salir y ha empezado a entrar algo de dinero en casa pero han seguido viviendo, no por aprovecharse, sino para completar recursos en casa.

Parece, entonces, que la Plataforma podría tener cierto sentido más allá de la pandemia.

De hecho, lo que se está haciendo se va a seguir haciendo. El Banco de Alimentos seguirá dando alimento, las entidades van a seguir repartiendo y la Plataforma se la vamos a dejar a las entidades para que la sigan usando, a modo de cesión. Y si antes se apuntaban directamente con nosotros a la plataforma, ahora ya no.

Pero alguien tiene que quedar como organizador de la herramienta, porque el Ayuntamiento fue quien organizaba en los peores momentos.

Nosotros organizábamos porque la gente se apuntaba en la plataforma y nosotros filtrábamos y distribuíamos. Hace aproximadamente un mes hicimos un cambio. Al principio pusimos un mapa de Google en la plataforma dónde se ubicaba cada uno de los de los repartos para que para que la gente viera cuál estaba más cercano. Hablamos de unos 60 puntos de reparto en la ciudad, pero no era diario. Nosotros hacíamos recomendaciones de buenas prácticas a usuarios y oenegés y aconsejábamos que dieran comida para medio mes. Ariadna y alguna Cárita parroquial lo hacía semanalmente.

"En un momento en que no había un prospecto de actuación y ejecución ni un manual para actuar en una pandemia mundial, lo que hice fue ayudar a la ciudadanía dentro de mis delegaciones"

¿Qué piensa de las críticas lanzadas contra la Plataforma?

Yo creo que ha sido falta de información y ganas de marear la perdiz. ¿Por qué no iba a corresponder esto a Solidaridad? Si es una cuestión con voluntarios y que está haciendo bien a la ciudad. Entendería que me echaran en cara si me pongo a hacer un edificio, que no es mi cometido, pero en un momento en que no había un prospecto de actuación y ejecución ni un manual para actuar en una pandemia mundial, lo que hice fue ayudar a la ciudadanía dentro de mis delegaciones, buscando lo que podía hacer para ayudar. Es más, la gente de Participación Ciudadana han sido los que han estado en la Plataforma, porque ellos mejor que nadie conocían los distritos. Y las directoras de los centros cívicos son las que han estado conmigo en cada distrito y ellas eran las que hablaban con las entidades, las conocían y sabían quiénes eran de fiar.

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Yo me refería más bien a ciertas críticas de que la Plataforma era para hacerse la foto y punto.

A mí me hubiera gustado ver las veces que hubiera salido en prensa esto de la Plataforma en manos de otra persona. Había días que tú abrías el periódico y en todos hablaban de la Plataforma. Ahora bien, foto mía posando con la Plataforma poquitas o ninguna. Si alguien cree que ha sido para hacer la foto, que la busquen. He estado mucho a ver a los voluntarios y a descargar con ellos para hacer lotes con toque sacábamos de los camiones del Banco de Alimentos. Y ahí no había cámaras ni fotos.

Hay una cuestión importante entre las que ha comentado: De la experiencia ustedes han sacado cierto aprendizaje y se supone que puede haber un rebrote de la pandemia.

ésa es una de las cuestiones por las que no quieres cerrar tampoco la Plataforma. Está invernada en parte, pero si hiciera falta en cualquier momento se puede volver a activar. Una cosa que se ha conseguido con esto y ha gustado mucho al Banco de Alimentos, es como un censo de la necesidad de Córdoba. Hasta ahora el Banco de Alimentos tenía a las oenegés pero no había un censo real. Es más, había personas que antes iba a más de un punto a recoger alimentos y ahora ya se sabe quién va a qué organización a pedir. A todas las entidades les pedimos los datos, y el principal cruce de datos que hemos tenido ha sido el procedente de las propias entidades. Ahí detectábamos dobleces y hemos llegado a comprobar que había gente que había recibido en cuatro o cinco sitios.

"La Plataforma sigue trabajando a medio gas y atendiendo a unas 5.000 familias todavía"

¿Han detectado mucha picaresca?

Alguna ha habido, y eso era algo que yo tenía claro. Yo sabía que esto era una cuestión de emergencia y que yo no era Asuntos Sociales, por más que la gente dijera que estaba haciendo su trabajo. Yo no podía pedirle a la gente el oro y el moro, porque yo no podía exigirle apenas nada a alguien que has hacía un mes que cobraba su sueldo y vivía normal. El único filtro que teníamos era que la gente pedía, y cuando la gente pide es porque lo pasa mal habitualmente.

Al principio se quejaban de que filtrábamos y después nos echaban en cara que dábamos a todo el mundo. Y si lo hacíamos era porque entendíamos que todo el que viene a pedir, que no es algo agradable, precisamente, lo necesitaba de verdad y le pedíamos cuatro cosas básicas: Nombre, dirección, correo electrónico poco más. Esto es lo que da sentido al Área de Solidaridad, que para eso se llama así.

¿Quién tiene ese censo?

Nosotros y lo haremos partícipe al Banco de Alimentos sin ningún problema cuando lo necesite. Es que con esto hemos detectado otra situación real: Siempre se habla de Moreras y Palmeras como puntos calientes de pobreza y necesidad. Y han aparecido estos días en zonas de Ciudad Jardín y Fuensanta, que son zonas de gente muy trabajadora, que ha tenido mucha necesidad. Mucha gente de ahí se apuntó a la Plataforma, porque vivían la día o tenían trabajo en la hostelería o de limpieza de casas. Ahí afloró también la necesidad. Muchos trabajaban en 'B' y ahí ni ERTE ni paro ni nada.

En Ciudad Jardín nos llamaron personas que nos preguntaban si ayudábamos a inmigrantes sin necesidad de pedirles papeles y afloraban pisos en los que vivían hacinados tres o cuatro familias por pura necesidad.

"Ahora contamos con un censo de personas necesitadas que el Banco de Alimentos puede contar con él cuando lo vea necesario"

¿Y sobre eso van a actuar a partir de ahora?

Eso no corresponde a mi Área. Se lo hemos trasladado al Área correspondiente, en este caso Servicios Sociales. Me he sentado con Eva (Timoteo) y le he dicho: Tenemos esto si lo necesitáis, ahí está; pero yo no puedo actuar por mi cuenta, porque no puedo pisar otras Áreas. Y si algo me ha encantado es que la gente se ha volcado. Pusimos el botón y cuando empezamos a publicarla con un vídeo de Facebook en el botón de donaciones empezaron a llegar las de particulares. Me siento muy orgullosa porque ha sido la Plataforma no sólo Por Córdoba, sino De Córdoba. De Aucorsa fueron los trabajadores quienes se movieron, los bomberos y se de alimentación de niños a través de las farmacias.

Es decir, que se creó una red solidaria que cubrió la ciudad.

A todo a todo. Te llamaba la gente, y nos llegaron a ofrecer cuatro vacas. Y como no desaprovechábamos ni una eso se gestó de forma que las vacas se llevaron a sacrificar, Covap la cortó y se pudo usar como alimento. Hasta ese punto lo hemos aprovechado todo. Cuando había una tienda que ofrecía un poquito, eso lo implementábamos donde más necesario era. Hubiéramos esperado más de productos frescos, pero es que hubo mucha caída por falta de distribución. Hemos llegado a mover cerca de un millón de kilos de alimentos.

"Hubo una persona que nos ofreció cuatro vacas vivas; lo aprovechamos y Covap las sacrificó y nos las troceó para comerlas"

Vamos a entrar en la actualidad de lleno, porque este viernes se comunicó la reapertura de los Centros Cívicos, como ejemplo de la nueva normalidad.

Los Centros Cívicos de forma interna, ya estaban abiertos, ¿vale? Pero teníamos que volver a abrir al público. Hemos tardado un poco, porque teníamos que adecuarlos; lo primero es la seguridad de los trabajadores y de los usuarios. Hemos tenido que esperar a que Salud Laboral lo visitara todo, nos dijera cuáles eran las medidas que había que tomar y una vez bajo control y con todo implantado ya lo hemos abierto siempre y todo con cita previa. Es la única forma de tener una trazabilidad en caso de que apareciera un nuevo caso positivo. Sabríamos cuándo estuvo, con quién habló en qué estancias pasó... Es un poco engorroso pero es lo que hay.

Precisamente, hasta que no haya una vacuna, las cosas funcionarán así, ¿no?

Yo creo que sí. Se habla de rebrotes. Mira, gracias a Dios, lo del trabajador de Gran Capitán fue un susto, pero en caso contrario, como es todo con cita previa, hubiéramos con quien había estado en contacto ese señor en todo momento. Lo hemos hecho muy bien hasta ahora, pero no nos podemos volver locos ahora. Tenemos que seguir haciéndolo bien y con mucha prudencia.

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¿Y han notado la necesidad de que reabrieran al público los Centros Cívicos?

Hay más necesidad de verlo que de usarlo. Es como lo que me comentaba Blanca Torrent con los museos. Había como una presión con los museos y luego realmente se abrieron y hay afluencia, pro no como la que se espera por las expectativas que había. Nosotros los hemos abierto todos, menos los complementarios,la Casa Ciudadana también, la Escuela de Participación, lo salones de actos guardando las medidas de distancia y con un aforo muy, muy, muy reducido. Como máximo al 50%.

"Los directores de los centros de mayores tendrán la última palabra para decidir cuándo y cómo abrirlos"

¿Y los centros de mayores?

Por ahora mucha prudencia. Es lo que más miedo me da. Fue lo primero que cerré y va a ser lo último en abrir. Esta misma semana estuvimos viendo todos los centros de mayores con una empresa de salud laboral ajena a la del Ayuntamiento (que sólo sirve para la plantilla municipal) para que vaya a inspeccionarlo, a aforarlo y a decirnos qué cosas según el BOE se pueden hacer qué no. Me senté con los presidentes de los centros de mayores la semana pasada y el compromiso con ellos es que en cuanto tenga el informe, que yo creo que la semana que viene lo tendré, me voy a sentar con ellos y ellos serán los que decidan qué hacer. Son ellos los que están allí y harán lo que consideren, con la posibilidad por parte nuestra de que los puedan utilizar.

Algunos abrirán en su totalidad, porque ya me lo han comunicado, otros me han dicho que abrirán unas horas y otros que no van a abrir hasta septiembre. Eso depende del tamaño que tienen los centros. y es que no vana  poder hacer juegos de mesa, ni bingo ni dominó ni siquiera bailar. Muchas de las cosas que hacen allí no lo van a poder hacer y para el caso algunos prefieren no abrir y no exponerse.

De todas formas, son ellos los que van a decidir. Yo ya he comprado  el gel con unas fuentes de toma automática para no tener que tocar y con capacidad amplia para no tener que estar cambiando el recambio. Tienen termómetros para la temperatura, mascarillas porque es obligatorio su uso.

"El Consejo del Movimiento Ciudadano me pidió que reiniciáramos la renovación de los órganos de participación en septiembre"

Participación Ciudadana. ¿Qué va a pasar ahora tras el parón y todo el mundo está hablando de la necesidad de renovaciones?

Si estábamos en ello, pero llegó esto. Hablé con Juan Andrés de Gracia, presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano,  y le dije: 'veo una pena, tras la apuesta importante mediatice que hablamos hecho en autobuses y demás, y sin saber qué iba a pasar  y sin vernos las caras y sin poder salir, que hubiera seguido el proceso amansando'. ¿Quién se iba a presentar? ¿Cómo se iban a hacer las reuniones? Y pactamos o acordamos que se quedará todo parado hasta que se reanudara. El Movimiento Ciudadano me pidió que en vez de reactivar ahora la renovación hacerlo en septiembre, y ahora estoy pendiente, porque hemos hecho un calendario de cómo se agilizarían las fechas a partir de septiembre. Se lo pasé a ellos, que han tenido una plenaria hace poco y estoy pendiente que me respondan para hacerlo público.

Por tanto, lo que queda por cubrir es a mitad del proyecto inicial con Participación Ciudadana, porque en enero o febrero se puso en marcha y se hizo lo que se hizo hasta marzo, y ahora continuaría.

¿Cuál es su planteamiento de cara a la Participación Ciudadana?

Esto que ha ocurrido es un auténtico varapalo para la participación. Porque muchas de las cosas en las barriadas, el movimiento vecinal, las reuniones, poder hacer las cosas para el barrio, los festejos... Todo esto se ve ahora por un lado muy coartado, la gente con mucho miedo para reunirse también todavía. Pero yo espero que en una nueva normalidad que tenemos que hacernos a ella y tengo mucha esperanza en la participación. A mí también me gusta la participación. Esta semana he asistido a ocho juntas municipales, cada una variopinta y se ve en los barrios cómo se cuecen en cada zona sus propias cosas. Yo soy mucho de eso, de contactar con la gente y estoy cómoda.

"Se necesita que haya relevo generacional en la participación ciudadana para que no sean siempre los mismos quienes tiren del carro"

¿Ahí se detectan muchas necesidades o deseos de los barrios?

Sí, sí. Sobre todo en algo que habíamos puesto mucho énfasis es en la renovación y animar a gente a que participe. Es que se ha quedado ya como muy encapsulado todo y siempre son las mismas personas y los años pasan para todos. Se necesita un relevo generacional.

¿Y cómo se consigue eso?

Es lo que estamos intentando. Animar a las asociaciones, que las hay y muchas, que no están en las juntas. Les pido que se presenten y vean lo que es el Movimiento Ciudadano. Es que hay muchas asociaciones que trabajan en el barrio y luego no se involucran en el movimiento.

Yo he estado cuatro años en el Consejo de Distrito Noroeste y conozco en ese distrito, que es inmenso, muchas asociaciones, y AMPAs que participan en su zona, hacen cosas, se mueven, pero luego no participan a nivel ciudad. Y el paso que hay que dar es que se animen y se apunten en los consejos de distrito y de ahí en las juntas municipales. Por eso creo muy importante que los órganos funcionen.

¿Y esos órganos están engrasados para funcionar?

Están un poco oxidados. Yo tengo mi propia junta municipal, pero he querido como presidenta estar en todas y hay una queja general: A ver si no pasa como siempre que esto no sirve para nada, que los vecinos venimos aquí y vertemos las quejas y al final no sé si es que también eso es un poco el pesimismo, pero creo que todos, políticos y vecinos, tenemos que darle una orquestación.

¿Por su parte cómo lo va a intentar?

Yo lo voy a intentar por un lado que los políticos se enamoren del movimiento vecinal y a los compañeros les digo que acudan y los oigan y que el movimiento vecinal entienda al político. Nos dicen a veces que nos mandaron hace una semana un correo con las necesidades y que nos les hacemos ni caso. Hombre, hay que ser conscientes de todo lo que tenemos encima los políticos y no tenemos tiempo material para responder uno a uno todos los correos en tiempo y forma. Llevo tres delegaciones muy de la calle; Participación tiene muchos centro cívicos, muchas asociaciones. Movimiento Ciudadano. Mayores, que tiene 14 centros, y así todo.

"Tengo que reconocer que mis delegaciones no tienen el brillo que tienen otras, pero no me importa; me encanta trabajar y tener contacto con la gente"

¿Cree que sus áreas se ven como una 'María' en el Ayuntamiento?

Yo tengo un buen presupuesto. En Solidaridad es importante. Pero tengo que reconocer que mis delegaciones no tienen el brillo que tienen otras, pero no me importa. Trabajando y dejando que trabajes, y en ese aspecto no tengo queja alguna, porque al alcalde todo lo que le presento y los proyectos que le llevo, los apoya al 100%, y de hecho la Plataforma no hubiera salido adelante tampoco sin su apoyo, y en Participación pasa otro tanto. Con los Mayores el alcalde está siempre: 'Eva, que no les falte de nada'.

Pero todo lo que ha pasado ha afectado a todas las iniciativas que había planteadas inicialmente.

Es más, estaba planificando un verano con actividades y eventos en Participación Ciudadana y ahora tendremos que determinar qué se puede hacer presencial y que no. Y con la escuela de Participación, que está abierta, me sentaré con Rocío López, nuestra técnico, una vez que lo aforemos habrá que bajar el número de participantes, pero no vamos a parar el mundo. Estoy ahí también intentando que salga Cerro Muriano para adelante y estoy muy ilusionada con el Patio de la Casa de Lepanto. Paso a paso.

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