ALYA BACHIR LIMAM. ESTUDIANTE SAHARAUI EN CÓRDOBA

"La mayoría de los jóvenes ignora que el Sahara Occidental llegase a ser la provincia 53 de España"

Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy
photo_camera Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy

Ayla Bachir Limam, tiene ahora 23 años y estudia un grado medio de Actividades Comerciales en el IES Luis de Góngora de Córdoba. Nació en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, al Este de Argelia. Y es la mediana de nueve hermanos: Cinco varones y tres mujeres. En su día era una de las niñas (y niños) que venían a pasar los veranos a España, en su caso a Castalla (Alicante), y eso le permitió tener de primera mano experiencias personales antes nunca pensadas y que hoy intenta transmitir a estudiantes de instituto a través de unos talleres que organiza el Grupo Jaima para que la juventud cordobesa conozca las costumbres de lo que a día de hoy sigue siendo a todos los efectos la provincia española número 53.

Una provincia que está por completo al margen de España, a la que este país abandonó en 1976 cuando salió del Sáhara junto con sus habitantes en manos de Marruecos y que hoy en día sigue sin querer resolver una situación complicada, con clima de guerra incluido (especialmente desde hace ya dos años), al no querer firmar, como le ha indicado la ONU en varias ocasiones, el preceptivo acuerdo de autodeterminación. Para hacerse una idea del estado de las cosas en 1974 se elaboró un censo poblacional y para ello los saharauis recibieron DNI españoles y libros de familia que acreditaban su nacionalidad española. Un censo que acredita claramente que los habitantes del Sahara Occidental son los saharauis, por lo que sólo a ellos corresponde decidir su futuro en un proceso de autodeterminación.

Este pueblo únicamente busca vivir como Estado independiente tanto de España como de Marruecos, ya que ninguno de los dos ha sabido gestionar la situación, en territorio del Sahara Occidental y con El Aaiún como capital.

Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy
Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy

¿Hace cuánto que usted fue una niña de acogida veraniega en España y qué tal resultó esa experiencia?

Durante los años que van de 2005 a 2010 pasé cada verano con la misma familia de un pueblo de Alicante; Castalla. Esos cinco años fueron bastante emocionantes en muchos aspectos, pues viví experiencias tan abrumadoras como disfrutar del vaivén de las olas del mar, subir en un ascensor o ver por primera vez un teléfono móvil, y otras que, aunque a priori, para cualquier niño occidental pudieran parecer de lo más cotidianas, para mí eran todo una novedad: Subir o bajar una escaleras, hablo de las normales, ni siquiera las mecánicas, ver por primera vez el agua manar de un grifo o abrir la nevera y que siempre estuviera llena de comida. Respecto a esto último, lo que más me sorprendió es que podía comer de ella todas las veces que quiera.

En cuanto a las relaciones que hice en Castalla, puedo decir que, por suerte, me integré bastante rápido aun sin dominar muy bien el idioma. Mi padre y mi madre, hablo de mi familia española, se esforzaron por darme todo lo que yo necesitaba respecto a educación, alimentos, ropa. Tengo buena relación con la familia en general, dos sobrinos maravillosos y otro en camino. Luego recibí la pérdida de mi padre después de un largo proceso de operaciones y enfermedades, y he de admitir que no fue fácil hacerme a la idea de que se iba a ir, pues, en parte gracias a él, hoy estoy donde estoy, viviendo y estudiando en España.

Ahora está en Córdoba formándose y participando de unos talleres para dar a conocer las costumbres del pueblo saharaui. ¿Quién organiza estos talleres y en qué consisten? ¿Cuál es su finalidad?

La iniciativa se enmarca en el conjunto de actividades organizadas por el Grupo Amigos de la República Árabe Saharaui Democrática Jaima encaminadas a la sensibilización de la comunidad estudiantil cordobesa preuniversitaria.

Esta iniciativa tiene una estructura diferente cada año. El curso presente se ha decidido que la actividad se dividiría en cinco talleres diferentes, cada uno orientado hacia un aspecto concreto de la historia, cultura, y costumbres del pueblo saharaui.

Estos talleres se han venido realizando secuencialmente en distintos institutos de Educación Secundaria de la ciudad de Córdoba.

Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy
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Actualmente le toca al IES El Tablero. ¿Cuál es su papel en ellos?

Desde Grupo Jaima se parte de la concepción de que una historia en primera persona tiene muchísimas más posibilidades de llegar a la juventud que a través de cualquier otro medio de comunicación. Con esta perspectiva, la Asociación ha visto en mi persona la candidata idónea para transmitir la historia de mi pueblo.

Como miembro de la juventud saharaui de la provincia de Córdoba, e interesada en dar a conocer la historia de mi pueblo a cuantos más mejor, no podía más que aceptar el encargo.

¿Qué le comenta a los chavales y chavalas en los talleres?

En cada taller hablamos de un aspecto de la sociedad saharaui. En el primer taller llevamos a cabo una pequeña introducción a la historia del Grupo Jaima y a las actividades que éste realiza. En la segunda sesión hablamos de la historia desde un pequeño resumen de la Conferencia de Berlín, en 1884, donde las potencias europeas se repartieron el continente africano, pasando por la muerte de Franco y la entrega del territorio Saharaui a Marruecos y Mauritania hasta la posterior guerra y la huida del pueblo saharaui hacia el exilio en territorio argelino.

En la Tercera sesión tratamos de acercar a los estudiantes el modo de vida de la población saharaui que reside en los campamento de refugiados de Tinduf: Hablamos sobre el improvisado y precario sistema de educación, hablamos sobre el todavía más  improvisado y más precario sistema de salud saharaui. Por último, y no menos importante, el papel de la mujer en la organización política y logística de la población refugiada.

En la cuarta sesión ponemos el foco sobre el sinfín de injusticias y opresiones ejercidas sobre la población saharaui en territorios ocupados por parte del régimen marroquí, y eso se traduce en discriminación, paro, exclusión social, marginación... Dicho de un modo más claro, vivir bajo un régimen de 'apartheid', como el sudafricano.

Para cerrar este ciclo de talleres hemos optado por un tema que permita atisbar un poco de esperanza entre tanto desasosiego, cuando hablamos de cultura, costumbres, gastronomía y de vestimenta.

Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy
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¿Y cómo reaccionan a sus historias?

De forma general la reacción principal con la que nos hemos encontrado a lo largo de los talleres ha sido un mezcla entre sorpresa e incredulidad. La mayoría de estos jóvenes ignora esa parte de su propia historia: Desconocen hasta el hecho de que el Sahara Occidental llegase a ser la provincia 53 de España.

Una vez puestos en contexto sobre varios de los hechos históricos que implican a España como potencia colonizadora y al Sahara como colonia, surge un sinfín de preguntas respecto a este tema: ¿Por qué España no hacía nada? ¿Por qué sigue sin hacer nada? ¿Cómo has venido a nuestro país? ¿Por qué no sois españoles?

¿Ha habido alguna anécdota que les haya llamado la atención de manera especial?

Anécdota como tal, no. No obstante, el aspecto por el que más se interesan es el conjunto de costumbres y tradiciones saharauis. Al relatarles algunas de ellas siempre percibo una mezcla entre incredulidad y rechazo, pues, según interpreto, algunas de ellas les suenan a tiempos muy pasados, casi a otro siglo.

Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy
Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy

¿Acompaña las charlas o clases con imágenes y material audiovisual?

Sí. Para que toda presentación cause impacto necesita un contexto gráfico, y estos talleres no son una excepción. A lo largo de las charlas utilizamos imágenes en movimiento, imágenes estáticas y texto para reforzar el mensaje. De todos los elementos gráficos utilizados en los talleres el que sin duda causa más impresión es el de las imágenes estáticas donde se presentan muestras de DNI españoles pertenecientes a saharauis, de coches saharauis con matricula española y violencia policial contra los movimientos de liberación del pueblo saharaui frente a la potencia ocupante actual, que es Marruecos.

¿Ha sido capaz de hacerles ver un campamento saharaui a través de sus ojos?

A pesar de la dificultad que eso entraña, sin duda alguna creemos haber hecho llegar la situación actual del pueblo saharaui a estos jóvenes. Muestra de ello es que tras nuestras charlas se abre un debate en el hogar respecto a este tema. Es el caso de una alumna que nos reveló que a raíz de nuestro taller descubrió que su abuelo fue uno de los militares que se retiraron del Sahara tras la Marcha Verde.

Otra muestra de ello es que, al finalizar las actividades damos a los alumnos la opción de realizar cualquier acto complementario a éstas y la mayoría de ellos escogen resumir y reproducir estas charlas a otros compañeros. Lo que demuestra que entienden y empatizan con la situación desesperada del pueblo saharaui. Esto no sería posible si no les hiciera llegar a través de nuestros ojos la imagen de los campamentos de refugiados saharauis.

Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy
Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy

Tengo entendido que no todo es de color de rosa en España. Ha tenido o está teniendo problemas a la hora de obtener el DNI.

Por supuesto que no todo es de color rosa. Es más, casi nada lo es en España. La población saharaui, especialmente aquélla que elige conservar sus tradiciones, costumbres y lengua, sufre todo tipo de discriminaciones desde el racismo a la aporofobia (pobreza), xenofobia o la islamofobia.

Pero volviendo al tema de la nacionalidad, ésa es otra guerra perdida. Para empezar, a cualquier solicitante de nacionalidad española se le entierra bajo una montaña de procedimientos burocráticos, de solicitudes cruzadas entre instituciones o de modelos administrativos a cumplimentar. Sin que esto sea una circunstancia propia de los solicitantes saharauis, sí agrava y alarga el proceso.

A todo esto hay que añadirle en el caso particular de los saharauis la circunstancia de que todos nosotros somos españoles de origen, sin embargo esta peculiaridad se nos obstaculiza, o directamente se nos niega. Como únicas dos vías sólo nos queda solicitar la nacionalidad por residencia, lo que exige un mínimo de 10 años de residencia legal e ininterrumpida en España, o solicitar el estatus de 'apátrida', lo que exige la renuncia automática e inmediata a la nacionalidad original.

Como se puede ver, todo un camino de rosas.

Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy
Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy

¿En qué se está formando en Córdoba?

Estoy estudiando un grado medio de Actividades Comercial, y mi objetivo es llegar a estudiar Comercio Internacional.

¿Qué proyectos tiene de futuro?

Como cualquier joven de este país las perspectivas del futuro se nos presentan con grandes claroscuros. Si a ello le sumamos los recientes conflictos internacionales con claros efectos directos sobre la economía española, se dilucida un futuro todavía menos claro. Pero, hasta donde depende de mí, mi intención es terminar mis estudios actuales y proseguir con mi formación en Comercio Internacional, siempre con el objetivo de progresar y poder ayudar en lo que pueda, a mi familia en primer término, y a mi pueblo en último.

¿De alguna manera en concreto?

Tengo pensado hacer algún proyecto en los campamentos de refugiados, tal vez generar una red comercial entre los productos de allí tierra y su venta en España. Pero es a largo plazo, porque obviamente primero tengo que ser válida y tener la capacidad de realizar todos esos intercambios de mercancías. Una tarea complicada si previamente no me dejan obtener la nacionalidad a la que creo tener derecho.

Ayla Bachir Limam posa para Córdoba Hoy
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¿Su intención es ser cordobesa?

En principio, mi intención es ser española. Puesto que ser cordobesa es algo que se presenta como una ardua tarea. En general, conseguir unas condiciones de vida mínimamente dignas en una de las provincias con mayor índice de paro del país es algo prácticamente imposible. Para poner las cosas en contexto, en casa somos cuatro miembros y todos sobrevivimos con la pensión de minusvalía de mi madre, a pesar de que mi padre y mi hermano nunca han cesado en la búsqueda de trabajo. Ante este panorama comprenderá que se me hace difícil imaginar un futuro en esta provincia. Pero nunca se sabe lo que depara el futuro.

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