ENTREVISTA. JESÚS BARONA VILCHES, ESCRITOR

"El ingrediente básico de 'mi' Fantasía es que lo que cuento podría sostenerse bien en nuestra realidad"

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
photo_camera Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy

Que en Córdoba hay talento, ni se duda. Que, por desgracia, está demasiado oculto, también. Y cada vez está más claro que es francamente difícil ser profeta en la propia tierra de cada uno. Jesús Barona Vilches es un escritor cordobés de 45 años y desde la adolescencia lleva escribiendo. Es el creador de la muy exitosa saga La Flor de Jade, de la que acaba de salir el último volumen, que es el sexto, pero hay casi 14 o 15 libros suyos publicados en Amazon. Y tiene un público muy fiel repartido a lo largo y ancho del orbe mundial.

"Comencé a publicar en Editorial Tradicional, pero sobre 2010, antiguos compañeros míos de editorial me mostraron el universo 'Indie', el universo de la publicación a través de Amazon y de las plataformas por Internet, y desde esa fecha soy editor independiente", señala. Con él ha trabajado, con la obra ?Malefic Time' el ilustrador Luis Royo, que no es poca cosa.

Ahora sus portadas las hace Nekro y son perfectamente reconocibles para sus lectores, que son legión. Entre otras cuestiones, es Autor Revelación en Fantasía 2009 (Salón del Cómic de Málaga), y está a punto de presentar vía telemática (precisamente pensando en sus seguidores de fuera) su sexto y último libro, Oscuridad II Devastación. El último por el momento, porque ha adelantado que necesita otro más para cerrar esta serie y empezar con otras ideas.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
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¿Cómo se le metió el gusanillo de vomitar palabras sobre un folio en blanco?

En mi caso lo tuve siempre. Es algo que en un momento determinado terminas conciliándote con él, más que descubriendo. Al principio escribes. No sabes por qué. Te gusta. Me recuerdo de nene realizando guiones de lo que iban a ser las películas que yo iba a hacer, porque era una de las cosas que me hubiera gustado ser: Director de cine. Pero no era ése el formato que más me gustaba. En realidad, lo mío era contar historias, pero no lo sabía todavía. También elaboraba mis propios libro-juegos. La manera de expresarte y conectarte con el mundo, o de conectar tu mundo interior con el mundo en general, es a través de la escritura.

Hay otra gente que estalla en otras disciplinas y se expresa mediante la música o la danza o cantando. Pero ninguno de ellos fueron nunca talentos míos, así que  me refugié en la escritura. Me di cuenta siendo adolescente y un tiempo después, incluso ya tras la formación de la Universidad, es cuando realmente me puse delante del espejo y me dije: "A ver, ¿yo quiero escribir o quiero ser escritor?". Es decir, "¿quiero desempeñar cualquier trabajo o ubicarme en la sociedad desarrollándome de equis manera y en paralelo en mi tiempo libre o de forma amateur o como hobby escribir historias sin pretensión o yo quiero compartir esto seriamente con la gente?

"Me di cuenta de que quería escribir en la adolescencia y después de la Universidad me puse delante de un espejo y me pregunté seriamente qué quería ser en realidad"

Todo un dilema.

Es que ése es el dilema al que te enfrentas. Tendría que preguntar a otros compañeros cómo fue en su caso, no lo sé, pero creo que se sabe desde muy pequeño; otra cosa es que uno lo quiera reconocer.

¿En su caso, cuándo fue en concreto?

Después de unas oposiciones. Me dije "no quiero esto, yo quiero dedicarme a escribir libros y quiero ganarme la vida escribiendo y con mis historias". A partir de ese momento, lo dejé todo y me dediqué en cuerpo y alma a esto.

Eso supone un paso supremo de valentía, ¿no?

O de locura, como cada cual quiera entenderlo. Ese tipo de decisiones en la vida, como puede ser el desarrollarte para saber cuál va a ser tu ocupación, creo que siempre requiere un acto de valentía. Dependiendo de lo que elijas, de dónde te quieras situar, hay una serie de cosas a las que aspiras que potencialmente la posibilidad de alcanzarlas va a crecer, probablemente de manera exponencial cuando te dedicas a algo en concreto, pero de otras casi reniegas y decides no asumirlas.

En mi vida he tenido algunos momentos que sé que compañeros míos de estudios, amigos, familiares han envidiado y yo he envidiado otras cosas de ellos.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
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¿Por ejemplo? ¿Que es lo que más echaría usted de menos de lo que haya renegado?

No sé. Esto es una pelea constante. Es un poco esa sensación de seguridad que se pretende. La persona que tiene un oficio, un trabajo, un sueldo, sabe exactamente lo que va a cobrar el mes que viene. Lo tiene clarísimo. Sabe lo que le cuesta también. Sabe las horas que tiene que echar y el desempeño que tiene que hacer, pero fruto de eso sabe perfectamente con qué dinero va a contar al mes. Nosotros, no. Nunca lo sabemos, porque dependemos de las ventas.

Es algo fluctuante, porque, además, como en todo cuentas con un montón de competidores, no sólo los otros compañeros escritores y el resto de personas que también hacen libros, sino también con todo lo que implique ocio. Competimos con la televisión, con Internet, con Youtube o cualquier medio de ocio, porque, al fin de cuentas el libro es un ocio.

Ahora, mucho más que antes, tienes que estar muy encima de los libros. Más todavía en el caso de los indies, porque yo soy mi propio publicista, mi propio gestor de contenido, mi maquetador. Tengo que estar en muchos sitios a la vez.

"Yo me mantuve en un Top 2 absoluto de Amazon durante unos ocho meses"

¿Usted maqueta sus obras?

Sí, claro (se ríe). La necesidad la pintan calva. Cuando empecé todo esto estalló. Yo pertenezco a una generación pionera dentro del mundo de la edición a través de Internet. En España no teníamos todavía un portal Amazon propio cuando me lancé por ese camino. Yo estaba compitiendo con todos los libros americanos y en el portal americano, que es el '.com'; el portal de referencia. Poco después fue cuando salió el portal en España y, de hecho, la compañía volcó todos los libros en español en ese portal, y nos colamos en las primerísimas posiciones. Yo estuve en un Top 2 absoluto de Amazon durante unos ocho meses.

Nos comimos las listas (se ríe). Fue una época flipante.

¿Por qué habla en plural? Ya van dos veces que lo hace.

Porque a ese grupete aquí en España nos llamaron la Generación Kinder, y éramos los autores que estábamos como en los 20 o 25 primeros puestos, todos 'indies' y fue todo un pequeño maremoto lo que provocamos. Tuvimos reacciones de todo tipo. A mí me llamó el Grupo Z al teléfono de mi casa para ofrecerme una publicación. Eso dos años antes me hubiera reído de cualquiera que me hubiera dicho que la cuarta editorial más importante del país te llame sin tener que mandarle el manuscrito. Eso fue así porque estábamos en las listas. Ellos quisieron sacar un sello para apropiarse de los autores 'indie' que copábamos entonces las listas de Amazon y yo estaba el número dos.

Yo llevaba un libro que era de Fantasía Épica, de género Épico-Fantástico y que era además una saga. Es decir, que mi manuscrito, desde el punto de vista de una editorial, es lo menos vendible del mundo. Y, ademas, un autor español en esa época... Yo tengo casos de compañeros que adoptaron nombres anglosajones para poder vender. Pero eso procede ya de antes. Javier Negrete, por ejemplo, nos comenta que también le pasaba: En España ninguna editorial hacía ni puto caso a los escritores nativos.

Pero usted le dijo que no a la oferta del Grupo Z.

Sí. Le dije que no. De hecho fui el único (se ríe). Y no me arrepiento, como me han preguntado en más de una ocasión. No, no.

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¿Por alguna razón?

Porque me olía lo que iba a pasar.

¿Que fue?

Yo no sé ahora, pero en aquel momento creo que las editoriales no sabían muy bien cómo gestionar el tema de Internet y Amazon. Lo único que querían eran libros que ya sabían que se iban a vender seguro, porque se estaban vendiendo ya en Internet y estaban en los primeros puestos. La gente los estaba comprando en masa y buscaron apropiarse de esos libros y de estos autores. Dejan de ser independientes y, por tanto, no nos hacen la competencia, y los ponemos a jugar en nuestra parte de la cancha.

"Las editoriales trataron de comprar a los autores 'indie' que copaban las listas de entonces y hacerlos jugar en su lado de la cancha"

Nos ofrecieron un contrato literalmente de oro. De lujo. Pero querían los derechos digitales. Y yo me dije: Si esto sale bien, guay, pero si esta gente, por cualquier razón, no le funciona el invento, a mí me retienen los derechos de mi primer libro, que es el primero de una saga, durante siete años. Yo no me puedo permitir siete años de brazos cruzados, porque tengo un montón de libros más que sacar a partir de éste, y poder vender éste y colocarlo donde yo quiera. Eso es vital. Por tanto, para mí no me valía.

La gente que tenía obras autoconclusivas es normal que apostaran por eso. Si yo las hubiera tenido, también lo habría hecho. Pero con el material que yo tenía, dije que no.

¿Por qué la Fantasía?

Yo creo que soy deudor de mi generación y punto. Mi generación es la que en los 90', incluso algunos en los 80' empezamos con los juegos de rol. Recuerdo perfectamente a la primera persona que me mencionó un juego de rol y cómo intentaba explicarme qué era y yo no era capaz de captarlo del todo. Somos la generación de Dragones y Mazmorras (Dungeons & Dragons); somos la generación que comenzó a ver los videojuegos y que comenzó a jugar con ellos en los Spectrum, en los Commodore, en los Amiga, antes de que existiera el PC, antes de que siquiera se diseñara una consola.

Yo creo que hemos sido una generación tremendamente imaginativa. Somos la generación que mamó de pequeños La Historia Interminable, El Señor de los Anillos cuando sólo era libro, la película Willow... Creo que la Fantasía en general esta muy presente. Somos la generación que descubrió los libro-juegos. Yo tengo que reconocer que le debo más a esos libro-juegos que salieron en los 80' mucho más que a Tolkien. Estoy mucho más envenenado con esa Fantasía, que es básicamente un protojuego de rol, en el que el propio libro hace de director de juego y tú eres el único jugador y puedes elegir con varios caminos y varios finales y alternativas... A mí eso me fascinó.

Y eso tiene su reflejo en La Flor de Jade, ¿no?

Bueno, la saga empecé a dibujarla siendo aún adolescente. Es una historia que probablemente el núcleo central se cuaja en mis años de universidad, pero el basamento es de la adolescencia. Yo tenía ganas de escribir eso. Por hacerte una analogía, mi mujer y yo estamos viendo ahora The Walking Dead y hablando llegamos a la conclusión de que no es una historia de muertos vivientes, sino que es una historia de vivos, de las relaciones entre personas vivas. Los muertos son y están de telón de fondo. Pues con la Fantasía me pasó lo mismo, es decir que podía hablar de nuestra realidad y de las cosas que tenemos nosotros, nuestras sociedades, cómo vemos la vida, pero hacer un background mucho más amable, vistoso, que facilita muchísimo los momentos épicos, los momentos dramáticos y que nos desconecta de esa mirada. Tenemos, así, una mirada que no es directa, sino indirecta.

"Somos la generación de Dragones y Mazmorras; somos la generación que comenzó a ver los videojuegos y que comenzó a jugar con ellos en los Spectrum, en los Commodore, en los Amiga, antes de que existiera el PC"

En realidad en la saga hablo de nosotros. No de elfos ni de enanos ni siquiera de la raza humana que aparecen allí. Y me di cuenta de eso cuando ya tenía bastante avanzada la historia. Para mí el contexto fantástico era una escenografía, fuegos artificiales, que están bien, que captan la atención, que también tienen su público, y que es básicamente mi generación, insisto.

Bueno, es de suponer que aparte de su generación, le leerá más gente.

Sí. Yo tengo la suerte de que me escribe mucho gente. En los libros siempre he dejado un punto de contacto por si cualquier lector está interesado. Y ahora el mundo de las redes lo facilita todavía más. He tenido en estos años un montón de correos electrónicos y comentarios. He podido elaborar un arco amplísimo, enorme, de lectores. De hecho, me cuesta mucho hacer un perfil de quién me lee. Tengo desde chavales de 12 años, para quienes la saga no está escrita ni muchísimo menos, y lectores de más de 70. Tengo muchísimos en el tramo entre los 50 y los 70 años; más de los que yo me hubiera imaginado, porque son la generación de mis padres. Nunca hubiera pensado que un libro escrito por mí iba a poder llamarle la atención a la generación de mis padres. Lo cierto es que sí, y estoy muy agradecido, porque significa que algo bien se está haciendo.

¿Cuáles son en su opinión los ingredientes de la Fantasía literaria?

Si te soy sincero, la verdad es que no lo sé. No te podría decir cuáles son los ingredientes de 'la' Fantasía. Sé los de 'mi' Fantasía. Y la clave está en que se trata de poca Fantasía en realidad. Es un mundo que no es nuestra Tierra, aunque posee muchas similitudes; las razas son clásicas en su mayoría y he metido elfos, enanos, humanos, porque es la Fantasía que yo leía y consumía, y a mí me han fascinado esos elementos; hay algunas razas de mi invención vistosas y demás, pero luego no hay tanto elemento fantástico ni tanto elemento sobrenatural, por llamarlo de algún modo. No hay tanto de 'lo hizo un mago'.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
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Lo que he pretendido hacer con mi obra es una Fantasía muy realista, en el sentido de que, asumiendo incluso que es un relato fantástico, en un mundo fantástico, con personajes fantásticos, podría haberte pasado perfectamente a ti. Podría sostenerse en nuestra realidad. Porque tengo esa otra parte, que es la científica, la académica universitaria de conocimiento científico, que me impide fantasear en exceso o hacer algo demasiado inverosímil.

"En lo que escribo no hay tanto elemento fantástico ni tanto elemento sobrenatural, por llamarlo de algún modo; no hay tanto de 'lo hizo un mago'"

¿Necesita añadirle alguna pizquita de terror?

No. Lo que pasa es que la saga se está dilatado lo que yo sabía de antemano que se iba a dilatar y abarca varios tramos. Entonces, esta última parte de 'Oscuridad I: Cataclismo', que son los finales, quizá tiene algo más de terror, desde un punto de vista clásico del término. Juego con la oscuridad y con una serie de elementos, pero no necesariamente con el terror. Lo que a mí me gusta mojarme es en la intensidad. Me encantan los momentos intensos, que vibren, ya sea por pura acción o por intensidad en los personajes. Yo le echo muchísimas horas a los diálogos de los personajes y a la construcción profunda de los personajes. Las interacciones entre ellos, la intensidad en el diálogo, la emoción de la escena que se está desarrollando siempre ha sido para mí mucho más importante que otros elementos.

¿Y tiene claro hacia dónde va a llegar? ¿Hasta dónde ha llegado la saga y por qué tiene que acabar en un momento determinado?

(Tarda en contestar). Sí. A ver, entiendo que me preguntas si todo lo que hay en la saga está planificado, es decir si se ha ido sucediendo conforme yo he querido que se suceda. Eso es algo peculiar, porque sí. De hecho, hay veces que yo mismo me sorprendo de cuánto de claro tenía yo las cosas hace 15 años, porque no me he salido mucho del patrón que yo tenía en un primer momento. Yo diseñé un esqueleto, unos grandes jalones de por dónde yo quería que fuese la historia, que correspondía, además, con los volúmenes que iba a tener, y más o menos me he ido centrando en eso.

Luego a la hora de concretar las escenas y las derivas de las tramas y sus conexiones soy intuitivo en ese aspecto. He hablado mucho con colegas de oficio, porque me interesa sobremanera saber cómo organizan sus ideas, cuando uno llega ya de verdad a tener confianza, y me he encontrado a gente que son extraordinariamente metódicos. Ellos planifican un esqueleto, lo tienen muy medido, luego van ampliando y midiendo y finalmente van rellenando huecos. Es decir que nada se escapa a su control y a su batuta.

No es mi caso. A mí me gusta ser el primer lector de mi libro. Y eso es algo peculiar. La gente se asombra un poco cuando les comento esto.

¿Y eso cómo se come?

Aquí estamos haciendo un poco de equilibrio. Cuando digo eso, hay veces que la gente piensa que yo improviso el texto. No, para nada. Yo escucho el texto, que es muy distinto. Sobre una planificación que yo tengo, y sobre una estructura que procede sobre todo de un conocimiento profundísimo de los personajes, y eso tiene su origen en mi etapa de rolero, soy capaz de salirme de mí y de mi identidad como Jesús Vilches y meterme profundamente en la identidad de otra construcción que es la del personaje, que tiene sus propios intereses y miedos, sus crisis, su manera de entender el mundo, y poder verlo con sus ojos y no con los míos.

"Soy perfectamente capaz de salirme de mi esencia como Jesús Vilches y meterme en profundidad en la identidad de un personaje, y eso viene de mi etapa de rolero"

¿Qué ocurre? A veces la planificación que Jesús Vilches tenía para esa escena choca de frente con lo que un personaje, dentro de esa escena, va a ser capaz de hacer sin entrar en una contradicción con su forma de ser. Por tanto, hay veces que he planeado que las cosas iban a salir de tal manera y alguno de los personajes me ha dicho que no, que por ahí no pasa y acaba no reaccionando como yo tenía pensado que iba a hacer. Su línea de diálogo sale, y esto sí es verdad que parece prácticamente magia, y se vuelca en mi cabeza como si el personaje realmente hablara, y yo le respeto. Incluso a veces he tenido situaciones en las que he visto claramente que un personaje me iba a reventar la escena y no sé por dónde iba a sacarla.

Eso me parece profundamente divertido. Es lo que realmente me divierte de escribir.

¿Ha tenido que dar marcha atrás en alguna ocasión por ese motivo?

Correcciones siempre he hecho. Esto hay que tomarlo como lo que es. Tú construyes una escena, luego dejas que pase un poco el tiempo, vuelves atrás y miras de nuevo con ojos de oficio, de pulimentador. Y empiezas a eliminar frases, cambiar ideas e incluso he llegado a mover escenas, mover diálogos, he llegado a realizar un montón de recortes y de pegar y de coser, que no deja de ser también divertido. Lo ves ya desde fuera. Pero ese vómito inicial, ese texto que al final va a ser el corazón de esa escena, hay veces que sale como quiere. En ocasiones yo no lo controlo. Eso me parece fascinante.

Pero claro, si el texto fuera caótico y entrase en contradicciones y demás, mis propios lectores me lo hubieran dicho. Afortunadamente para los escritores que publicamos en redes y plataformas, hay un millón de oportunidades para que la gente te haga su feedback, y la gente te cuenta. He tenido críticas negativas como todo el mundo. Pero éstas nunca me han dado a entender que hubiera caos. Es todo lo contrario: La gente que conecta con el texto lo que destaca es la coherencia, el bloque tan compacto, sólido y firme que son los volúmenes de esta saga.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
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Por cierto, y ya que los menciona, ¿de dónde proceden sus lectores?

Mis dos grandes focos son España e Iberoamérica. Y no te podría decir cuál de los dos está por encima del otro en número. Creo que gana el bloque iberoamericano por unas décimas. Pero te puedo decir que me he encontrado lectores en medio mundo, y eso es fascinante. El otro día me comentaba mi mujer, Estela, que habían comprado un sexto volumen, el que acaba de salir, en Japón. Tengo lectores en Alemania y en Norteamérica en lo que son los estados sureños con mucho porcentaje de hispano, tengo lectores que son inmigrantes que se han casado y han hecho su vida allí, en Las Vegas, Florida, Miami, California...

"Mis dos grandes focos de lectores son España e Iberoamérica; no te podría decir cuál de los dos está por encima del otro, pero creo que gana el bloque iberoamericano por unas décimas"

Tengo allí a gente que ya es segunda generación, que son los hijos de los primeros inmigrantes, que han nacido ya en Estados Unidos y son absolutamente bilingües. Tengo casos de angloparlantes que están aprendiendo español. Uno es un chico de Nebraska que me dijo que estaba aprendiendo español y se compró un libro, y tengo otro que es de Tel Aviv, israelí, que me pilló totalmente descolocado (se ríe).

Soy de los que piensan que con Amazon dejas de vender para un lugar y vendes para un idioma. Si tienes una edición en papel en español estás escribiendo para un lugar; allí donde geográficamente se puede encontrar tu libro tendrás tus lectores. Pero en el caso nuestro, no. Nuestro libro está ahí, en ese cosmos que es la red y todo el que tenga acceso a tu idioma va a tener la oportunidad de hacerlo, y, de hecho, lo hacen.

¿Y le han traducido a otros idiomas?

La traducción normalmente la costea la editorial. Es una de las pocas razones por las que interesa estar en una editorial. Las traducciones son increíblemente caras. Los buenos traductores cobran por palabra. Y yo tengo volúmenes con más de medio millón de palabras cada uno (se ríe). A mí se me sube tela la cosa. Pero llevo años buscando la manera de poder hacer una traducción decente. Últimamente he mantenido contacto con una chica bilingüe, que no es traductora de oficio y está dedicada a otro ámbito dentro de la literatura, que vive en Londres, pero es española, y parece que hay buena sintonía y podríamos pensar a futuro, espero que no muy lejano, poder tener al menos el primer volumen en inglés, porque sería un golazo.

La liga grande de verdad de la literatura está en Norteamérica. La liga anglosajona es la más tocha, porque todo el mundo sabe inglés. Si tienes acceso al español vas a leerlo; si tienes acceso al inglés lo va a leer aún más gente, porque, por desgracia, hay muchas más personas que tienen de segundo idioma el inglés que el español. Pero sería interesante y está en cartera.

¿Esa mujer es lectora suya?

No. Me puse en contacto con ella a través de un amigo común. Casi lo prefiero así en un primer momento. Porque yo tengo una idea muy particular para la versión en inglés. Con ella nunca hablo de una traducción, sino que hablo de una adaptación. Porque mi fantasía es que la saga en inglés saliera como si yo mismo hubiera podido volver a escribir en inglés directamente pensando en inglés.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
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Me he perdido un poco...

Se trata de adaptar el contexto, la forma de hablar, las expresiones. No quiero que sean traducidas de forma literal desde el idioma español y del contexto hispano cultural español al inglés, sino como si hubiera sido pensado directamente en inglés. No pensamos igual.

"Quiero pasar el primer libro al inglés, pero no escrupulosamente como una traducción, sino que hablo más bien de una adaptación"

¿Usted habla el idioma de Tolkien y de CS Lewis?

No lo suficiente como para traducir el libro (se ríe). La traducción literal quizá fuera a quedar bien, pero no es lo que yo busco. Tengo la fantasía que, de haber podido, hubiera escrito el libro en inglés también. Me hubiera dado el doble esfuerzo. Pero en el lenguaje nativo las expresiones que te vienen a la cabeza son distintas. La construcción, la manera, la fluidez con la que esas expresiones se construyen, en los propios conceptos, las propias frases hechas, los juegos de palabras son distintos. Y es más difícil hacerlo desde una traducción. Al final, evidentemente, se traduce, pero el traductor es escrupuloso. Un traductor no va a alterar absolutamente nada de tu texto. Y lo que yo le planteo a ella es que vamos a alterar el texto. No necesito que la frase sea idéntica. Vamos a meter conceptos que no estaban; no importa si son necesarios.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
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Ese negocio con un traductor puro y formado en traducción no puedo hacerlo. Se echaría las manos a la cabeza y se negaría a hacerlo.

Pero entiendo que la historia es la misma, ¿no?

¡Claro! La historia es exactamente igual, con algunas variaciones, con algunos giros propios para que sea todavía más asequible desde el paladar anglosajón.

He leído en su web que éste que va a presentar el próximo día 21 de forma oficial no es el último volumen, pero que el siguiente, el séptimo, sí lo será. ¿Es algo definitivo?

(Se ríe). Esto es una guerra. Es algo que tengo que explicar a mis lectores el día 21, que, por cierto, la presentación es a través de las redes, porque para los 'indies' las presentaciones físicas no son necesarias. Las presentaciones físicas tienen sentido porque normalmente tu editorial se lleva un paquete de libros para venderlos en el mismo acto con la firma del autor. Ése es el auténtico negocio de la presentación. Para mí es más un acto social, un acto de encuentro. No necesito vender libros y no necesito presentar físicamente. De todas formas, hace unos días me recordaron que Gabriel Soriano, de Crash Comics, ha abierto una sala nueva y tiene una sala de exposición, que ya puso a mi disposición, y que no tendría inconveniente en utilizarla.

Pero la presentación del próximo día 21 es para que puedan verme los lectores de fuera, los que están en Iberoamérica. La voy a hacer a través de Twitch, en un riguroso directo desde mi estudio en casa de Córdoba y habrá chat y me podrán hacer preguntas e intervenir todo el que quiera. De todos modos, tenía pensado darme un salto con Gabi, por si él quiere llevarse volúmenes y que pueda hacer negocio.

"El próximo día 21 voy a hacer una presentación vía Twitch en abierto del sexto libro de la saga y todo el que quiera podrá participar"

Pero es la presentación de un sexto volumen, es decir que para el que no conozca la saga comprarse un sexto libro desde primera hora es un poco raro. Son cinco libros los que hay antes, y no sé si Gabi va a querer llevar una caja de cada uno de los volúmenes por si alguien quiere empezarlo. No sé. Por eso he dejado para más adelante lo de la presentación física. Y mi intención es hacerlo alguna vez.

La pregunta de si era el último volumen venía a cuento, porque La Flor de Jade ha de tener un final algún día. Pero ¿y luego, qué? ¿Tiene otras historias? ¿Hay más ideas en su cabeza?

Sí, sí. Ésta es una saga que se ha desarrollado desde hace 20 años. Lleva todo ese tiempo construyéndose e incorporando elementos. Lleva 10 años desde que salió 'El Enviado', que es el volumen uno en digital. Estaba celebrando el décimo aniversario cuando nos pilló la pandemia. Hice una renovación con portadas nuevas de Nekro, mucho más homogénea, como una edición digital a la cual ya se sumarían los volúmenes por llegar, que entonces era un quinto y éste último, sexto.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
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La historia del final es porque lo que sí he hecho, y es algo que he pensado a posteriori, ha sido infravalorar el último tramo de la saga. La verdad es que pensé que iba a ser capaz de condensarlo más. Y luego resulta que ha pedido muchas más páginas y más texto del que yo pensaba si quería realmente cerrarlo tal cual había construido los anteriores. Eso significa que tenía que darle todo el espacio que la historia estaba reclamando. He tardado mucho más en sacar este sexto libro porque he hecho muchos ensayos y uno de ellos fue condensar todo lo que me quedaba por contar en un volumen. No me gustó el resultado.

Este libro en papel tiene 820 páginas, que es el límite máximo que tengo en Amazon para editar un libro en papel. Y encima he tenido que ajustar el texto a esa limitación.

Le hubiera dado para más.

Sí. Se va a alargar este último tramo de 'Oscuridad' quizá algo más de lo que yo tenía previsto en su momento, cuando pensaba cerrarlo en un volumen único. Ya me ocurrió con el quinto, que vi claramente que iba a haber un sexto, y ahora no he tenido más remedio que decir que va a haber un séptimo, como mínimo.

"Experimenté con la última fase de la saga para concentrarla en un volumen único, pero no me gustó el resultado; necesito otro volumen más, mínimo"

Esto vas y se lo dices a los lectores cuando te has tirado casi los últimos tres años que cerraba con el sexto. Y ahora pienso que me van a crujir, me van a matar. Y la reacción es justo lo contrario. Están flipando porque hay otro libro más.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy

Una vez cerrada la saga, después de una construcción tan tocha de 20 años, hay tanto universo dentro de 'la franquicia' Flor de Jade (para entenderlo como es Star Wars, Juego de Tronos y demás, como universos que admiten un montón de cuestiones), y ya de lo que has contado puedes empezar a tirar de hilos y no parar. Y la cosa es que tengo alguno. De hecho, creo que lo siguiente nada más terminar la saga va a ser un libro, y ésta es la curiosidad, que va a ser a la vez epílogo y prólogo de toda la saga. Es un libro que puedes leer al final de la saga o puedes leértelo primero y luego toda la serie.

¿Y más allá de la Fantasía tiene alguna idea?

Tengo ideas. A un escritor le pasa lo mismo que a un actor. Los hay que se sienten cómodos con un personaje y no tiene reparos a la hora de seguir interpretándolo, pero hay algo dentro de él que le dice que tiene más registros y podría hacer cualquier otra cosa. Y a mí me pasa lo mismo. Pero también ocurre que hay una parte de mí que me dice: "Jesús, has invertido dos décadas años de tu vida", que es en esencia la mitad, si cuentas con que los 10 primeros años de tu vida prácticamente no eres persona, y es un porcentaje muy importante de tu vida, "en la construcción de universo riquísimo; ¿por qué lo vas a abandonar y vas a dedicarte a hacer otra cosa?". Ten en cuenta que voy a tener la misma tendencia para construir algo grande, algo complejo, porque es mi forma de escribir.

Yo no soy un escritor de relato corto. Un relato corto se me queda eso, corto (se ríe). No sé qué hacer con eso. Hay gente que me ha dicho que con 25 páginas ya se mueren porque con cinco tienen de sobra. Y yo con 25 páginas ni siquiera he empezado. Yo me niego a malgastar una idea buena en 25 páginas. Por eso cuando algunas veces, por compromiso o amistad, me dicen que van a hacer un recopilatorio de relatos y me piden que participe, ¡uy! Me digo qué idea gasto que pueda meter en cinco, 10, 15 páginas, porque no es lo mío.

Pero está ese gusanillo de hacer algo distinto. Que yo diga que voy a escribir sobre el universo de Flor de Jade no quiere decir vaya a volver a utilizar los personajes o el contexto de la saga. Es más, yo creo que puedo hacer casi cualquier genero dentro del universo de la saga.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
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Por curiosidad, ¿cuántos ejemplares ha vendido ya?

Te puedo hablar de descargas, porque la plataforma Amazon no distingue el libro que vendes del que a lo mejor sale en una promoción a menor precio o incluso gratis. El mayor tanto por ciento, quizá el 75% de las cifras que te diga, es de venta, pero insisto que son descargas. Nosotros a finales de 2017 tuvimos un contacto previo con Panamericana y nos pidió que le diéramos los números totales de la saga. Para esa época había casi medio millón de descargas.

"En 2017 hicimos un cálculo para Panamericana de la cifra de descargas que teníamos y por entonces salieron muy cerquita del medio millón"

¿Piensa hacer algo con los guiones de película de los que me ha hablado al principio de la entrevista?

(Se ríe). No, no. Eso eran juegos de un niño que, además, fantaseaba sin tener ni zorra idea de cómo iba el mundo del cine y del guión de verdad. Era más un juego que otra cosa. Pero son las primerísimas trincheras, intentos y bocanadas de un escritor en ciernes, que en aquel momento ni por asomo se imaginaba que iba a dedicarse a esto. Son ingenuidades. Creo que conservo alguno en un arcón en mi casa, que está lleno de cuadernos. Hasta arriba. Algunos textos de aquella época me imagino que tiene que quedar. Recuerdo haber leído alguno, aunque hace mucho que no los toco, y me sonrojaba.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
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¿Ve la Flor de Jade en formato de largometraje o en serie televisiva?

Sí, claro. No conozco a ningún autor al que no encantase con ver su trabajo, por mediocre que sea, n otro formato. En mi opinión, que no tiene nada de objetiva (se ríe), veo Flor de Jade en más de un formato. El suyo propio adecuado sería el de una serie. Por lo amplio del texto y porque creo que es el formato que realmente ha triunfado contando historias. La historia que te puede contar una serie exitosa, a la que la productora le haya dado las temporadas que necesite, es mucho mejor que una historia narrada en 120 o en 180 minutos de largometraje.

¿Videojuegos? También se podrían hacer cosas muy chulas. Yo saco audiolibros. No voy al mismo ritmo que los volúmenes de texto, pero los producimos nosotros. Los narro yo, que tengo formación para eso, además de que me encanta el micro, y es otro formato más que ya cuenta con una voz y otros elementos. Es ahí cuando te das cuenta de que quizá sea factible en su momento dar pie a esas cosas.

La cuestión es que la industria, fuera del territorio de lo que propiamente puede manejar un escritor y un autor, es muy puñetera. La industria audiovisual mueve infinidad de pasta, con unos volúmenes que llegan a ser obscenos. Yo le digo muchas veces a la gente que George R. R. Martin, en Juego de Tronos, es productor ejecutivo y todo lo que tú quieras, pero que un productor que pone el dinero no necesariamente escucha al autor. Por mucho autor que sea. Porque luego la cosa se mueve por índices de audiencia y a los espectadores le puede no gustar determinada deriva de un personaje o al contrario. Lo que quiero decir es que los autores tenemos poco control en los formatos grandes.

Sin ir más lejos, esa serie televisiva que ha mencionado antes, The Walking Dead, va por otros derroteros bien diferentes al cómic original. En fin. ¿Y ve sus libros en formato de juego de rol o juego de mesa?

Sí. En su momento, aunque fueron años complicados, Nosolorol se interesó. Contactó como nosotros para hacer el juego de rol de 'Malefic Time'. Yo estaba trabajando con Luis y Romulo Royo en el proyecto Malefic y yo le serví a Luis de vehículo, porque mi portadista inicial y gran amigo Javi Charro era en ese momento el director artístico de Nosolorol, y a través de eso nos contactaron. Y al contactarme a mí se interesaron también por mi trabajo.

Lo que pasa es que fue un momento en que ellos estaban muy saturados, quería darle salida al trabajo de Luis y se quedó sólo en una charla. Luego he tenido coqueteos, pero nunca nadie que me haya dicho "oye mira, esto es lo que yo quiero hacer, así es como yo lo quiero hacer y tal". A mí me encantaría. Yo mismo vengo del rol. Para mí que Flor de Jade tuviese un juego sería casi justicia cárnica para mí.

Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy
Jesús Vilches posa para Córdoba Hoy

¿Cuánto tiempo dedica a escribir diariamente?

Depende y mucho. Yo tengo una deuda con mis lectores, porque el quinto libro salió en el 18 y desde entonces no había salido nada más. Me tomé al año 19 un poco más relajado y quién me iba a decir a mí que en 2020 iba a caer la que cayó. Y cuando estás inestable, cuando no estás tranquilo, cuando hay angustias alrededor, al menos mías, eso influye muchísimo en el ánimo con el que te pones a escribir.

Si no tienes capacidad de concentración y no puedes sumergirte en el texto, es más que difícil ser productivo. Entonces la cantidad de horas se reduce. Y aparte de eso, cansa mucho más. Ese texto es como si nadaras en lodo: Lo sufres y lo sangras muchísimo más y sale mucho menos texto, con lo cual terminas extenuado como si hubieras corrido una maratón, y a lo mejor has escrito dos o tres páginas, no mucho más.

Sin embargo, cuando todo fluye, yo he sido de los que he escrito al día 20 páginas. Pero tienes que estar en modo activo. Todos los días hay que ponerse y eso hago a diario. Salga o no salga, funcione mejor o peor, hay que escribir a diario. Si no, no seríamos escritores de oficio. Si no, simplemente escribimos, que es otra cosa diferente.

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