Jesús Fernández Lozano fue de los primeros en formar parte de la Sociedad Tolkien España, allá por 1993. Es economista de profesión y formación (estudió Empresariales) y trabaja desde que terminó los estudios en una empresa pequeña y familiar. En paralelo a eso, siempre le ha gustado mucho leer. De hecho, en su casa siempre ha habido una buena biblioteca y dice que ha heredado el gusto por la lectura de su madre, por lo que desde muy pequeño ha estado leyendo mucho.
Ya en el instituto comenzó a interesarse por la fantasía y era ávido lector de cómics y tebeos. "Luego cayó en mis manos un concurso literario que gané y me dieron un premio de un ticket de 30 euros en libros". Con ese dinero adquirió El Hobbit y El Señor de los Anillos y "fue un flechazo; me enamoré de J. R. R. Tolkien hasta las trancas".
¿Y cómo encaja en todo eso la Sociedad Tolkien España?
Cuando profundicé en la obra y vida de Tolkien, coincidió con la creación de la Sociedad Tolkien en España, que la formó José Manuel Fernández, de Alicante. Era la época del Pleistoceno, no había Internet y la gente se comunicaba entre ellas por las revistas de género. La mía en concreto era una que publicaba la librería de Barcelona Gigamesh. A quienes les gustaba la fantasía y la ciencia ficción compraba esa revista y José Manuel puso un anuncio que decía que quería fundar una sociedad española, que no había, a semejanza de la Sociedad Tolkien inglesa y ya había contactado con otras personas. Un amigo mío lo leyó, habló con el grupo de colegas que teníamos entonces y nos juntábamos para jugar a juegos de rol y cosas así, y nos animó a apuntarnos.
Así comenzamos en 1993. Me apunté, ellos también; montamos aquí nuestra pequeña división cordobesa, el Smial de Tol-in-Gaurhoth, que significa la Isla de los Licántropos. Es una referencia muy oscura al Silmarillion, y era una de las torres que tenía Sauron en las primeras edades y como cada delegación toma el nombre de algún lugar de la obra de Tolkien, El Bosque Viejo, Númenor, Mithlond, son nombres de Alicante, Madrid, Barcelona, los de Córdoba escogimos el único sitios de malos que había. Desde entonces nos hemos llamado así. Ha habido gente que se ha dado de baja, otra que se ha incorporado, pero con más o menos gente, siempre ha habido tolkienianos en Córdoba.
¿A qué se dedica la Sociedad?
Como cualquier otra asociación o sociedad que comparte un gusto común, lo que quiere y como elemento fundamental es disfrutar con otras personas que les gusta lo mismo que a ti. Es la base. Además, en el caso de las sociedades literarias, el estudio de la obra de ese autor o ese género que te gusta. En nuestro caso, nos gusta Tolkien y nuestro objetivo principal es estudiar y compartir la obra de Tolkien. Sobre todo eso es lo que hacemos, y también divertirnos entre nosotros y pasarlo bien con El Señor de los Anillos y la obra de Tolkien que es lo que nos une.
Hábleme de las actividades que ponen en marcha.
Es muy variado. Al principio, sobre todo, cuando estábamos pocas personas, para difundir la obra de Tolkien echábamos mano de las conferencias, sobre su vida, sobre el influjo de su obra, sobre el concreto de El Señor de los Anillos, sobre las primeras lenguas que Tolkien comenzó a elaborar antes de comenzar a escribir su obra. Lugo, a medida que se fue incorporando gente y a medida en que la obra de Tolkien se iba estudiando más y se iban bien mas actividades. Se creó las comisión de juegos, la comisión de literatura para la gente que le gusta escribir, la comisión de lenguas élficas... La Sociedad Tolkien una de las cosas que hace es actividades según las preferencias de cada persona y hay talleres de música y baile donde se cantan canciones, si te gusta la literatura tienes una comisión de literatura en la que puedes junto a otras personas escribir o leer textos. Se convocan también premios literarios en la comisión de literatura y ahí están los Premios Gandalf ambientados en la obra de Tolkien y se convocan una vez al año, se presentan relatos y se otorga un premio al ganador.
A nivel de artesanía, que hay igualmente una comisión al respecto, tenemos los Premios Niggle, que son de escultura, de pintura y también ambientado en la obra de Tolkien.
En Córdoba, concretamente, ¿se mueven en algún sentido?
He de decir que el Smial de Córdoba es muuuuy tranquilo. Es verdad. Somos en ese aspecto cordobeses al máximo (se ríe). Solíamos tener una sede que durante mucho tiempo tuvimos allí nuestra casa, que fue el Poney Pisador, en la calle Periodista Antonio Rodríguez Mesa. El hombre que lo monto era de nuestro smial, Rafael Perales, Rafalillo, y durante el tiempo que lo tuvo abierto al público nosotros íbamos leí. Era un bar específicamente ambientado en la obra de Tolkien y allí nos reuníamos, hacíamos lecturas de cuentos...
A mí particularmente de entre las actividades que se suelen hacer, mi favorita son las lecturas de cuentos. Me parece que son las que resumen más y mejor el encanto, el compartir los textos con los demás, las cuestiones que te gustan y demás. Yo he vivido lectoras de cuentos extremadamente emocionantes, de gente le yendo un texto que le llega profundamente y emocionarse leyéndolo y compartirlo con otras 30 o 40 personas que se emocionan contigo... Es una sensación que resulta difícil de describir cuando pasa.
Hicimos también en su momento quedadas. Hay una quedada grande, una vez al año, que se llama EstelCon, que es una reunión anual de todos los miembros de la Sociedad Tolkien que quieren ir. Y luego los diferentes smial de cada ciudad, si quieren, hacen cosas que se llaman Mereth, es decir reuniones más locales, pero a las que está todo el mundo invitado. Qué decides hacer una Mereth en mayo, buscas un alojamiento y todos los amigos que quieren venir, vienen y en dos o tres días se organizan conferencias, charlas, juegos y son tres días de convivencia entre gente que les gusta Tolkien y más de uno le pone caras a quienes han estado en contacto sólo on-line o por WhatsApp.
¿Pero ustedes han hecho algo últimamente en Córdoba?
¡Uy! Desde que cerró el Poney Pisador estamos huérfano de padre. No está estrictamente cerrado, gracias a Dios, lo que pasa es que ahora mismo no está abierto al público y es ahora mismo la sede de una asociación de rol. Y el hecho de que te falte un local claro para hacer cosas es un problema. Además nos ha pillado ya a algunos de los que estamos cumpliendo cada vez más años y con trabajos y eso te resta mucho tiempo libre de cuando decías venga vamos a juntarnos a jugar al rol. Para que te hagas una idea, yo soy tolero y llevo años sin jugar.
¿Con qué personaje de Tolkien se identifica más?
Pues mira, el personaje que más me ha marcado fue el que elegí como nick cuando entré en la Sociedad. Tevildo, el rey de los gatos, que aparece en las primeras versiones de la historia de Beren y Lúthien, publicadas en los Cuento Perdidos, y es el enemigo de Huan, el perro. Se ha hecho tan familiar para mí que alguna gente que conozco estuvo años creyendo que Tevildo era mi nombre autentico.
¿Está casado?
No. Tengo mi pareja.
¿Y ella lo entiende?
No. Me quiere mucho, que no es poco. No la ha llamado Dios por esos caminos. Al principio era muy llamativo, porque cuando yo entre en 1993 nos reunimos en Pamplona en la primera EstelCon que hubo estábamos unas 30 personas y dos sólo eran chicas. Eran de Barcelona y es más con una de ellas tengo una gran amistad desde entonces y nos seguimos carteando y escribiendo... Pero eso ha cambiado con el tiempo y ahora hay paridad y es genial. Hay una cantidad de gente de todo tipo, desde físicos a literatos, hombres y mujeres... Gente de todo pelaje. Y hay una cantidad de talentos complementarios fantástica.
¿Van a hacer algo para tratar de revivir en Córdoba la situación?
A mí personalmente me gustaría. Lo que pasa es que la gente de Córdoba y el carácter cordobés es muy de moverse lentamente. Ahora mismo han entrado un par de socios nuevos, uno de ellos es mi amigo Gerardo Pinto, que yo conocí en el Poney Pisador. Fue algo curioso, porque yo llevo siendo de la Sociedad Tolkien más de 20 años y él se acabó apuntando a la Sociedad y yo me enteré de eso por amigos de Madrid que dijeron que había alguien nuevo en Córdoba. Yo les pedí que me mandaran la dirección para contratar con él y cuando me dijeron quién era me quedé de piedra. Le llamé y le dije que durante un montón de tiempo hice lecturas de cuentos dentro de la Sociedad y me tengo que enterar de su ingreso por terceros. El caso es que ha entrado recientemente y a mí me gusta porque es savia nueva y noto que hay gente que llevamos en la Sociedad Tolkien muchos años y me he quedado un poco des actualizado, por decirlo suavemente y de alguna manera.
La gente nueva ha entrado con un nivel de energía y de ganas alto, con manejo de redes sociales y la creación de postcast y canales de Youtube... Todo eso es ajeno a la época en que yo entre, que te recuerdo que fue a través de papel y grapa, con una revista en anuncios por palabras y ahora hay cosas buenísimas. Hay un podcast que se llama 'Regreso a Hobbiton', que es superpopular y muchísima gente que ha entrado en la Sociedad la ha conocido a través de ese podcast, que está haciendo una labor increíble.
¿Cuánta gente están en Córdoba?
Creo que siete u ocho personas podemos estar. Es verdad que tenemos gente que fue socio y ahora no lo son, pero somos el mismo grupo de amigos. Nunca le hemos dado mucha importancia a si eres o no socio. Nos gusta Tolkien y somos amigos, pues ya está. Quien quiera que se asocie, y el que no, pues no. A mí particularmente me gustaría que la gente se asociara mas, porque a la Sociedad Tolkien la adoro, le tengo un cariño y unos buenos recuerdos y para mí forman parte directa de mi educación sentimental. Me gusta que la gente se asocie, porque me gusta que la Asociación crezca y se fortalezca. Pero eso no significa que el que no quiera sacarse el carné se vaya a quedar de lado.
Socios numerarios ahora mismo estamos seis o siete. Luego gente que no son legalmente socios al no pagar la cuota, pero son amigos par cualquier cosa que hagamos, les gusta Tolkien y los hemos conocido por Tolkien iremos cinco o seis más. En total cerca de una docena.
¿Hace falta ser un friki?
No. Yo he crecido con la palabra 'friki' y tiene una cantidad de matices de todo tipo. Hoy en día el término está muy devaluado. Antes sí los había de verdad, ahora no. Pero yo creo que Tolkien implica un tipo de literatura que trasciende los géneros. Nace en la fantasía, pero hay algo más y es lo que lo diferencia de otras obras literarias del género. Por ponerte un ejemplo de sagas exitosas, tú coges a Harry Potter o Canción de Hielo y Fuego, que tienen muy buena calidad y disfrutas muchas con ellas tanto en obra como películas y series y como universos en sí mismos, pero a mí personalmente no me han llevado a ningún otro sitio como sí lo ha hecho Tolkien. Ni George R. R. Martin ni J. K. Rowling me han aportado otras referencias ni me han llevado a otros lugares. Quizá con Martin sí me pasa un poco más eso, porque tiene más referencias que Rowling, pero la diferencia con Tolkien es que éste último es una puerta a mil millones de cosas más. Es una obra de una persona que era un académico, que votó en ella un montón de conocimientos mitológicos y lingüísticos. Tú te lees el Señor de los Anillos y si tienes interés te va a llevar a sagas mitológicas, a Beowulf, al Kalevala finlandés... A un montón de cuestiones que de otra manera no hubieras llegado a esos lugares. Es maravilloso. Es como iniciar un camino y atravesar un bosque en el que no sabes lo que te vas a encontrar.
Tolkien es vastísimo y si ya ramifica su influjos y las referencias que tiene en su obra, resulta increíble. Hablo de filosofía, de humanismo, de literatura, de épica... Su obra es oro puro literario.
Es de suponer que habrá visto las adaptaciones al cine por parte de Peter Jackson de la obra de Tolkien.
¡Sí, claro!
Lo digo porque ambos dos, usted y yo, venimos de una época anterior en la que era muy complicado adaptar los libros a película, a no ser que se hiciera en dibujos animados, como fue el caso de Ralph Bakshi allá por 1978. ¿Qué sensación tuvo al verlas en pantalla grande?
Fueron momentos muy emocionantes para todos los que nos gustaba Tolkien. Las esperamos con una expectación absoluta. Yo incluso en la última de la trilogía, El retorno del rey, me fui a Valencia, donde la smial de Edhellond reservó una sala entera del cine para ellos, y les pedí que por favor me guardaran un sitio, y subí a Valencia a ver la película con ellos y el final de la trilogía, con sus aciertos y sus errores. En general las tres películas del Señor de los Anillos me parecen bastante buenas y son un acierto. Que hay cosas que matizar, sí, si eres muy purista. Pero en general son muy completas y se nota que están hechas con mucho cariño. Son películas que, a diferencia de otras adaptaciones que el cine a veces prima por comparecer al espectador, salimos encantados y se notaba el amor de Jackson por la obra de Tolkien por su cuidado y atención a los detalles y eso se transmitió en las películas.
Fue muy emocionante. Sobre todo compartirlo con gente a la que quieres mucho, con quienes llevas años hablando de esos libros y ver esas películas en cine con una adaptación tan buena y de calidad sobre el vestuario, las armas, los paisajes, los efectos infográficos y que son cosas nada fáciles de adaptar.
Luego ya si nos ponemos con el Hobbit, la sensación es más agridulce. Dicho suavemente.
¿La gente joven sigue leyendo a Tolkien como se le devoraba en tiempos?
Bueno. Sigue viniendo gracias al tema de las redes. Lo que pasa es que la oferta fantástica se ha diversificado mucho. Lo he hablado con amigos de mi edad (me falta poco para los 50), y nosotros vivimos la fantasía en los años 80, en los 90, en los 2000 y hemos coincidido en señalar que Tolkien de alguna forma fue algo maravilloso en su momento, pero pesó mucho en todos los escritores posteriores. La sombra de Tolkien tardó muchísimo en dispares. Todo el mundo quería ser Tolkien en los 80 y los 90, en la época de la Colección Fantasy, o hacer algo como Tolkien o al estilo de Tolkien. gracias a Dios ya han salido otras sagas, y la más significativa y popular puede ser la de George R. R. Martin, y me parece muy saludable, porque ha diversificado el público. Habrá chavales jóvenes que conozcan más Juego de Tronos que el Señor de los Anillos. Tolkien ha quedado un poco vetusto.
De todas formas es verdad que con la serie de Amazon que quieren hacer está atrayendo a mucha gente joven. Con ese proyecto me da un poco de miedo de que se asimile que la serie de Amazon es lo mismo que la serie de Juego de Tronos, que es lo mismo que las películas de Harry Potter. Literariamente esos autores son tan diferentes y Tolkien es tan especial que el hecho de que alguien joven pueda ver en Amazon la serie de El Señor de los Anillos y piense que es un escritor como puede ser Martin o Rowling creo que se pierde muchísimo del valor de Tolkien. Pero bueno, que si llega a leer los libros de Tolkien por haber visto la serie y le ha gustado, genial.
Creí que era el Silmarillion lo que buscaban hacer en Amazon.
Sí y no. Resulta que lo quieren ambientar en le época del Silmarillion, pero como los derechos de las historias del Silmarillion no los han cedido, les han permitido inventar historias ambientadas en la época de esa obra. Es algo un tanto rocambolesco de legalismos. Eso es lo que yo he escuchado. Así que se han inventado historias, se han inventado personajes y demás. No quiere decir que sea malo o bueno; habrá que ver lo que sale de ahí, pero no es propiamente una adaptación de las historias del Silmarillion llevadas a la serie. Han cogido la Primera y la Segunda Edad del universo de Tolkien, la línea cronológica de los hechos se conoce con el nacimiento de los elfos, la aparición de Fëanor, la quema de los barcos, el robo de las joyas Silmarils... Toda esa edad turbulenta con los dioses y demás y han hecho sus propias historias en ese ambiente. A mí, personalmente, me da un poco de reserva hasta no ver el resultado.
Me pasa un poco igual. Cuando yo era lector de Tolkien disfrutaba mucho de las descripciones del paisaje por los que yo paseaba de la mano del autor.
Precisamente eso es lo que a mí me da miedo que la gente no encuentre. Cuando la gente se mete en este mundo busca la épica y batallas, que están en Tolkien y muy bien plasmadas. Pero para mí no es lo esencial de Tolkien, que es mucho mejor cuando te habla de los placeres sencillos de la Comarca, cuando te habla que hay un árbol que crece con flores de oro... Esa sensación de que después de leer vuelves a tu vida viéndola con otros colores. Eso para mí es la magia mayor que tiene la fantasía como género y Tolkien en particular. Él mismo lo decía y lo repetían sus propios personajes. En El Hobbit hay un momento en que Thorin Escudo de Roble habla con Bilbo Bolsón cuando ya está muriendo en el que está condensada su filosofía. El Hobbit es un libro de búsqueda de un tesoro que está custodiado por un dragón, dinero y poder material, pero en su lecho de muerte el enano le dice al hobbit: "Bolsón, quizá teníais razón y si la gente le diera más importancia a la comida y a los bailes éste sería un mundo mejor". Eso redondea el libro y te dice exactamente qué es lo que considera Tolkien que es importante.
Coincido con su idea de que Tolkien es mucho más que fantasía. De hecho, cuando le leí no me daba la sensación de que fuera fantasía, parecía la realidad.
No sabes cómo me alegra oírte decir eso. He discutido esa idea un montón de veces con gente. No son meros libros de fantasía, es otra cosa. La fantasía es el idioma, el lenguaje, la vía en la que Tolkien se expresa, pero no se queda ahí. La fantasía para él es la forma de decirte algo y tú tienes que prestar atención a lo que te dice Tolkien en sus libros, que es lo que lo convierte en un escritor grandioso, más allá que el vestido con el que lo transmite sea fantasía, como podría haber siso terror o novela gótica. Los géneros están ahí y luego el escritor a través de ese género con sus códigos te dice cuestiones muy profundas o ahorradas impresionantes. Sin ir más lejos hay novelas de fantasía que son una auténtica patata.
Tolkien no creo que pretendiera hacer fantasía en el sentido moderno. Él quería otra cosa, pero no simplemente escribir unas novelas y punto. Estoy seguro que buscaba hacer algo mucho más profundo a la hora de comunicarse con la gente y con las cosas que él entendía, con un mundo muy personal, que en el fondo es lo que tienen todos los escritores con más o menos éxito y es comunicarte con los del´sa través de las herramientas que tienes.
Entonces no tengo más remedio que preguntarle si de verdad cree que Tolkien se ha quedado obsoleto.
No es una pregunta fácil. Yo diría absolutamente que no. Lo que pasa es que puede que alguna gente lo perciba así. Yo pregunto ¿se ha quedado obsoleto Shakespeare? Yo creo que es ya intemporal, pero si a alguien le dices que Shakespeare es moderno te responde que es del año de la pera y se quedan en eso. Yo creo que hay autores que trascienden su época y Tolkien juega en esa Liga, no es ni anticuado ni moderno. Tolkien es Tolkien y se leerá dentro de 200 años exactamente igual y seguirá siendo igual de maravilloso.
