Rosa Ortiz, inspectora de Policía Nacional

"Podemos presumir que la Policía, como institución estatal, es de las que más mujeres tiene"

El pasado mes de junio se cumplieron los primeros 40 años de la entrada de la mujer en la Policía Nacional, pero la llegada personal de Rosario María Ortiz al Cuerpo fue realmente sonado, porque ocurrió el 11 de septiembre de 2001, mientras en Nueva York se desmoronaban las Torres Gemelas por un doble ataque islamista. Viajaba desde Córdoba a Ávila sin haberse enterado de nada por iba escuchando música y cuando llegó, sobre las 15.30 horas, se encontró con todo el revuelo formado y medidas de seguridad implementadas. "Me quedé un poco en shock", afirma, pero seguro que nunca lo va a poder olvidar. Casada con otro Policía, Raúl Fernández Iglesias, inspector Jefe en Écija, madre de tres hijos, juró el cargo en marzo de 2004 y ahora es inspectora de Policía Nacional (PN), concretamente, jefa de Sección Técnica de Logística en la Secretaría General de la Comisaría Provincial de Córdoba. Entre sus aficiones estaban la montaña y el senderismo, "pero ahora hago senderismo nocturno para mandar a la cama a los niños".

La inspectora de Policía Nacional en Córdoba Rosa María Ortiz 3

Precisamente, ¿qué piensan sus hijos de tener unos padres policías?

El chico es el único que quiere ser policía, pero los otros dos no lo descartan. El mayor, por ejemplo, quiere ser profesor de educación física, le encanta el deporte. Yo le digo que en la Policía siempre hay cabida para profesor de educación física. El mediano, desde que tenía cuatro años quiere ser ingeniero de imanes. Pinta muy bien, es creativo y quiere construir. Y le decimos lo mismo: Sé ingeniero, pero en la Policía también caben los ingenieros. El chico está entre bombero, policía o lo que haga falta. ¿Que cómo lo ven? Para mí la imagen de la Policía viene de familia, porque mi padre lo era y sus cuatro hermanos, también. Eran de El Arrecife (en La Carlota), estaban en el campo y para salir de allí ingresaron en la Policía Armada y todos progresaron y siguieron ascendiendo por promoción interna, inicialmente en la Policía Armada (conocidos como los grises por su uniforme), luego en el Cuerpo de Policía Nacional (con el uniforme marrón) hasta formar parte, tras la unificación, del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), llegando dos de ellos a teniente (Inspector) y tres a capitán (Inspector Jefe). Mi padre, Francisco Ortiz Carmona, que está jubilado y tiene 77 años, se quedó en teniente, porque es muy de Córdoba y los ascensos conllevaban traslados y no quería que nos desarraigáramos de Córdoba. Lo de ser policía creo que es casi cuestión de sangre.

"Para mí la imagen de la Policía viene de familia, porque mi padre lo era y sus cuatro hermanos, todos ellos de El Arrecife (La Carlota), también"

¿La culpa de su vocación fue entonces de su padre?

Él es el culpable de que esté aquí. Cuando ingresé le hacía la broma de que al estar en segunda actividad sin destino, y tener por tanto que estar bajo las órdenes de agente en activo, y yo le decía: "Te voy a mandar", y él me respondía: "Antes me jubilo" (ríe). La verdad es que yo estudié Veterinaria, pero desde los 18 años quería ser policía. Pero él me aconsejó que estudiara una carrera, para tenerlo más claro, así que le hice caso y estudié Veterinaria, porque me encantaban los animales y cuando terminé con buenas notas me llamaron de algún departamento para hacer la tesina y yo lo rechazaba porque insistía en que quería ingresar en el cuerpo.

La inspectora de Policía Nacional en Córdoba Rosa María Ortiz

¿Ha podido aplicar algo de Veterinaria a la Policía?

Al final, no. Cuando entré me llamaba la atención la Unidad de Familia y Mujer y Guías Canino. Lo bueno para entrar en la Policía es que se abre todo un abanico de posibilidades laborales que no hay en otras partes.

¿En el cuerpo policial, hasta dónde puede llegar una mujer?

Hasta donde quiera. Es verdad que para los procesos de promoción no hay discriminación ninguna. Ahora se estila mucho lo de la conciliación y la corresponsabilidad en la atención a la familia, en el sentido de saber lo que a uno mismo le frena. Yo podría ser inspectora jefa por promoción o por antigüedad. Pero es verdad que soy yo, y no la dirección, la que digo que el ascenso implica un traslado y yo, hoy por hoy, creo que mis hijos necesitan cierta estabilidad, y su padre está destinado fuera de Córdoba, y disfruto viéndolos crecer. También tengo compañeras que ascienden y se llevan a sus familias, y lo veo genial, porque para mí es un orgullo que se llegue a esos niveles. Es más, tenemos dos comisarias principales que están en los niveles más altos.

"En España hay dos subdirectoras generales, que además son miembros de la Junta de Gobierno de la Dirección General de la Policía; es decir que tienen peso"

Entonces, ¿ya hay comisarías?

Claro. En la Policía lo máximo que puedes llegar es a comisario principal; cualquier agente podría empezar de Policía e ir ascendiendo a Oficial de Policía, Subinspector, Inspector, Inspector Jefe, Comisario y Comisario Principal. Dentro de Comisario Principal, puedes optar a los más altos puestos de trabajo. Y hay dos Subdirecciones Generales dentro de la Policía, en concreto la Subdirección General del Gabinete Técnico y la Subdirección General de Recursos Humanos y Formación, liderados por mujeres. Hoy por hoy, hay unas 6.500 mujeres policías, 1.000 oficiales de policía, 500 subinspectoras, 800 de la escala ejecutiva, que serían inspector e inspector jefe y es donde estoy yo, y 35 de la escala superior, comisario y comisario principal. Como digo, hay dos Subdirectoras Generales, que además son miembros de la Junta de Gobierno de la Dirección General de la Policía. Es decir que tienen peso. Podemos presumir de que la Policía, como institución estatal europea, es de las que mayor número de mujeres tiene. Y queriendo dar auge a esa situación se creó en 2018 la Oficina Nacional para la Igualdad de Género, que opera como observatorio en materia de igualdad, siendo un órgano específico para recoger, analizar y difundir toda información relativa a la Policía trasversalmente con la igualdad de género y sobre todo policial. Cuya máxima responsable es la comisaría Doña María Dolores López Sánchez.

La inspectora de Policía Nacional en Córdoba Rosa María Ortiz 1

¿Y hace falta esta oficina? Lo digo porque lo mejor sería que la igualdad fuera más bien algo natural.

No, si natural, es. Pero creo que nunca viene de más poder potenciar todo lo que se pueda, y gracias a eso, por ejemplo, podemos tener un lenguaje inclusivo o podemos, a través del buzón sugerencias, intentar sugerir cosas que facilitan la conciliación o la corresponsabilidad.

"Hoy por hoy, hay unas 6.500 mujeres policías, 1.000 oficiales de policía, 500 subinspectoras, 800 de la escala ejecutiva, que serían inspector e inspector jefe y es donde estoy yo, y 35 de la escala superior"

¿Es participativa, entonces?

Lo es. Es una buena idea y se dan cursos abiertos para todos. No es discriminación hacia el hombre, al contrario, es más bien apertura hacia todos los integrantes de la Policía Nacional, con cursos de igualdad de género para que todos seamos conscientes de lo que supone. Es como si de forma natural tú estás pendiente de que no te ocurra nada en el trabajo y no haya accidentes laborales, pero al mismo tiempo es necesario que haya una Unidad de Prevención de Riesgos Laborales; por tanto, es una Oficina necesaria. Sí.

La inspectora de Policía Nacional en Córdoba Rosa María Ortiz con dos compañeras

¿Y qué les enseñan?

Bueno, pues gracias a un curso online abierto a todo el mundo supe, por ejemplo, que las primeras mujeres que estuvieron en la Policía, aunque no fuesen como agentes, sino auxiliando en labores administrativas, entraron en 1930, y eso era del todo desconocido para mí. Y si ahora se celebra el 40 aniversario de la mujer en la Policía es porque un 30 de junio de 1979 juraron su cargo las primeras 42 mujeres en el Cuerpo Superior de Policía, para dedicarse a la investigación. Con posterioridad, en el  año 1984 entraron 53 agentes al Área de Seguridad Ciudadana, que era de orden público, en el Cuerpo de Policía Nacional. Sin esta oficina, a lo mejor nadie se pararía a recopilar estos datos y darles difusión. Se trata de aprender nuestra historia. A mí me encanta aprender y por eso me encanta la Policía, porque es un cuerpo donde no paras de adquirir conocimientos y tienes la oportunidad de cambiar de una actividad a otra completamente diferente, de forma que nunca te tienes que quedar en un espacio de confort determinado y personalmente me satisface esa necesidad personal de conocimientos.

La inspectora de Policía Nacional en Córdoba Rosa María Ortiz con su padre y su tío

Entonces, ¿hay de todo en el Cuerpo?

Pues tenemos agrónomos, periodistas, arquitectos, veterinarios, psicólogos, médicos, personas de ciencias políticas... Tenemos de todo, porque todos tenemos cabida aquí. Lo que pasa es que luego tú si quieres te puedes orientar hacia un sitio u otro. La cosa es que cuantos más conocimientos tenemos, más podemos aportar. Aquí cada uno llega con su bagaje previo que lo puede entregar. Luego, no te vetan tampoco si quieres ir a algún sitio. De hecho, hay mujeres en los TEDAX, que son los que desactivan artefactos, y es fantástico. Lo mismo si quieres pilotar un helicóptero. Si uno quiere ser GEO, todos tenemos la misma oportunidad, pero tienes que pasar una serie de pruebas y si las pasas, da igual que seas hombre o mujer, te metes dentro. Muchas veces somos las propias mujeres las que se vetan a sí mismas.

"La Policía, la suerte que ha tenido es que ha ido cambiando de mentalidad a la vez que la sociedad española, y la Constitución supuso toda una revolución en todos esos aspectos"

¿Y hace falta una formación previa para acceder a cualquier espacio en la Policía?

No. Lo bueno, o lo malo, de la Policía es que te forman aquí. El requisito es pasar la oposición, con un temario que va desde temas jurídicos a temas sociales, pero no es específico, luego una vez que superas el proceso selectivo si por ejemplo eres destinado a Policía Científica tienes cursos de formación en investigaciones de incendios, lofoscopia, etc.

La inspectora de Policía Nacional en Córdoba Rosa María Ortiz en un colegio

¿Y la primera mujer policía en Córdoba?

Es una Inspectora Jefa que está destinada hoy por hoy en Policía Científica, Se llama Encarnación Manrique, aterrizó en nuestra plantilla en 1998. Pero es verdad que antes habían venido otras policías también en prácticas, a principios de los 90 del siglo pasado, que incluso coincidieron con mi padre. La Policía, la suerte que ha tenido es que ha ido cambiando de mentalidad a la vez que la sociedad española. La Constitución supuso toda una revolución en todos esos aspectos, y en esos primeros pasos se fue determinando la igualdad, porque todos éramos iguales ante la Ley, sin discriminaciones. Todo eso fue el embrión para que la Policía se adaptara a los tiempos modernos.

"Las 42 primeras compañeras que entraron en el Cuerpo Superior de Policía y las que luego entraron en el Cuerpo de Policía Nacional fueron auténticas visionarias"

Aunque siempre hay un primer paso...

Es que las 42 compañeras que entraron en el Cuerpo Superior de Policía y las que luego entraron en el Cuerpo de Policía Nacional eran auténticas visionarias. Tuvieron tal vocación que les dio exactamente igual que hubiera o no prejuicios, y eso ha permitido que luego llegáramos las demás. Fueron ellas las que nos abrieron camino por su propia pasión. Hemos llegado hasta donde hemos llegado gracias a ellas, que fueron rompiendo tópicos. Yo creo que tan sólo hace falta ser buena persona y tener auténtica pasión por lo que haces. Pienso que hay hombres con más sensibilidad o mujeres con más fuerza física y mental, y lo único que hay que demostrar día a día es que el derecho a cualquier cosa es igual para todos, de hecho no creo en discriminaciones, ni positivas ni negativas.

Sí, pero para entrar en la Policía hay unos mínimos parámetros de altura y pasar unas pruebas físicas, ¿no?

Sí, igual que de edad. Pero las cosas van cambiando con el tiempo. En los dos años que pasé en Ávila tuve que hacer lo mismo que hicieron mis compañeros. Los requisitos para entrar a los GEO son los mismos para unos que para otras. Las bases de las convocatorias determinan los parámetros que tiene que tener para el acceso, ya seas hombre o mujer, pero las cosas, insisto, cambian. Antes si tenías más de 30 años no podías entrar y ahora no hay límite de edad. Aunque, eso sí, hay que reunir las condiciones psicofísicas que se requieren para el desempeño de la labor policial. En caso contrario, sería discriminatorio. Las primeras fueron tan pioneras que ellas ni siquiera se veían diferentes y si han llegado tan lejos es porque no se veían desiguales a sus compañeros. En la unidad donde estoy la práctica totalidad de los compañeros con los que trabajo son hombres y no me siento discriminada ni creo que ellos por yo ser mujer vayan a pensar que un hombre podría coordinar mejor. Lo que al final quieres, en cualquier caso, es un jefe que te resuelva la situación.

La inspectora de Policía Nacional en Córdoba Rosa María Ortiz cuando estaba de responsable de prensa

¿Y dentro de la Policía o una mujer puede acceder a cualquier sitio?

Evidentemente, como ya he hecho mención.

"Desde la creación de la UPR en la Dirección General de la Policía siempre ha habido mujeres y, de hecho, hoy por hoy en Córdoba tenemos dos mujeres policías allí"

¿Incluso a la Unidad de Prevención y Reacción? ¿Los que van con casco y escudo y toda esa parafernalia?

Claro. En la UPR hoy por hoy tenemos dos policías en Córdoba. Desde la creación de la UPR en la Dirección General de la Policía siempre ha habido mujeres. En la UIP (Unidades de Intervención Policial) también hubo mujeres desde hace bastantes años.

¿Y su aspiración personal, hasta dónde llega?

Tengo clarísimo que quiero promocionar y lo voy a intentar, pero cuando mis circunstancias personales se relajen. En la vida hay ciclos y cada uno decide dónde tiene que poner la carne en el asador. En mi mente está ascender y progresar. Cuando cambié a Secretaría General estuve dudando mucho porque estaba muy cómoda en todos los aspectos en mi puesto de trabajo, porque la labor que desempeñaba la dominaba perfectamente. Pero cuando haces siempre lo mismo te desactivas. Me costó mucho cambiar porque estaba al lado de mi casa, con mi jefe que me apreciaba y un trabajo sencillo. ¿Qué pasó? Pues mi hijo mayor, de 12 años, me preguntó qué me pasaba porque notaba que no estaba feliz, y se lo expliqué, que había salido una plaza en otro sitio pero que no la iba a pedir, y fue él quien me dijo que pidiera la plaza, porque me abrió los ojos repitiéndome las palabras que con frecuencia les digo: “¿No dices que en la vida hay que progresar y salir de la zona de confort? Si te quedas donde estás no avanzarás porque harás siempre lo mismo”. Y dejé de dudar para pedir esta plaza por él. Fue el empujón final.

La inspectora de Policía Nacional en Córdoba Rosa María Ortiz celebrando el Patrón con su familia

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