Visto lo visto, el líder de Comisiones Obreras en Córdoba tiene mucho que reclamar tanto al cogobierno local como al Gobierno en funciones nacional y alerta contra los intentos de deteriorar, desde dentro y desde fuera, el mundo sindical, que, según Rafael Rodríguez, es el único que defiende realmente los intereses de quienes tienen un trabajo. En su opinión, el otoño se prevé "tibio", porque no habrá aún definición política a nivel nacoinal.
Transcurrido el tiempo que llevamos de mandato municipal, ¿Cómo ve el cogobierno? ¿Cree que está funcionando?
Yo creo que ha habido algunos cambios en el gobierno municipal, pero sigue habiendo problemas importantes que no se están abordando y debería de hacerse. Y hay cuestiones que el gobierno local se comprometió al principio del mandato, como era el Pacto por el Empleo y el Compromiso por Córdoba, y llevamos desde el mes de marzo esperando a que la alcaldesa, Isabel Ambrosio (PSOE), nos diga algo sobre el documento que le entregamos en abril CECO, UGT y CCOO. También es verdad que algunas cosas le están dando un enfoque más desde la perspectiva de la izquierda, pero creo que se está equivocando en no contar con quienes tienen en la ciudad un peso de representatividad importante.
¿A qué se refiere?
Al Pacto por el Empleo y también al Consejo Social, que no se le está dando el peso que se le tendría que dar y ya se lo hemos dicho al equipo de gobierno. Se están creando muchos grupos de trabajo, comisiones, mesas donde se incorpora a mucha gente que representa a muy poquita. Creemos que que hay que apostar por otra vía que sea más eficaz, más ágil y realmente suponga un cambio importante.
Póngame un ejemplo.
Por ejemplo la Mesa de Turismo. Desde que se inició el mandato se está hablando de que el Consorcio tenía que desaparecer por ley y se ha estado hablando de crear un nuevo organismo. Ahora se forma un grupo de trabajo en donde hay de todo, sin quedar claro qué es lo que representan o para qué están determinados grupos y además sin definir cuál es el papel que va a tener ese grupo. Aquí parece que se mezcla todo: Cuál es el instrumento que necesita la ciudad para promocionar el turismo con temas de personal, que no tiene que discutirse en ese grupo. CCOO no va a discutir con CECO o con la Universidad de Córdoba los temas de personal que afecten al Ayuntamiento o al personal que está trabajando y que estaba antes en el Consorcio. No está claro lo que se va a discutir allí. Le mandé una carta a la alcaldesa diciéndole que me aclarara alguna cuestión que aparecía en el acuerdo de Pleno, como que la sección sindical mayoritaria del Ayuntamiento pertenece al grupo de Turismo y es que ese concepto de sección sindical mayoritaria no existe en nuestro país. Le pregunté a qué se refería, porque sindicatos mayoritarios de este país son dos, CCOO, el primero, y UGT, pero ya está. Y eso se mide por la afiliación de cada sección sindical, pero es que yo no puedo decir qué personas son las afiliadas a CCOO porque me lo impide la Ley Orgánica de Protección de Datos... Hay cosas que este equipo de gobierno está haciendo de manera precipitada y lo podría hacer de otra manera, hablando más con quienes pueden ser un puntal para políticas de progreso en la ciudad.
La actitud del gerente de Aucorsa ha sobrepasado los límites de la prudencia, lo que generó un grave conflicto
¿Tiene eso su reflejo en las empresas municipales cordobesas?
En las empresas municipales hay algunas dificultades importantes. En Aucorsa, sin ir más lejos, la actitud que ha mantenido el gerente, Juan Antonio Cebrián, quizá por ausencia comprensible de la presidenta, ha dificultado la situación, pero no deja de ser un problema del equipo de gobierno. Pero el gerente no debe generar más problemas de los que ya hay en la empresa y mucho menos con el comité de empresa, que desde primera hora se puso en disposición de mantener un diálogo claro con él. Pero es que también hablamos directamente con Cebrián y me puse a su disposición para abordar los temas que fueran necesarios. Ahí, CCOO estaba en disposición de darle una salida legal y real a los problemas, tanto de seguridad en los autobuses como de infraestructuras o de personal. Su actitud creo que ha sobrepasado los límites de la prudencia y generó un grave conflicto.También hemos tenido problemas en Emacsa, porque se vulneran acuerdos que en el propio consejo de administración se habían adoptado y, con informes contradictorios, se adoptan otros acuerdos, por lo que no hay tampoco un diálogo todo lo fluido que tendría que ser, al menos con la representación de CCOO.
¿Y es así en todo?
En otras empresas hemos tenido menos dificultades, con algunos conflictos en Sadeco que se han resuelto. Pero creo que es fundamental el diálogo con los agentes sociales que estamos representados. Yo entiendo que el equipo de gobierno está saturado, pero es un problema que tienen que resolver ellos. Sé que para once personas es muy complicado llevar muchos temas de ciudad que son muy complejos y muy difíciles, y hay intereses muy encontrados a la hora de abordarlos, por lo que también tendrán que hablar con las fuerzas de la oposición para ver cómo lo hacen. Pero es que la oposición, más allá de la crítica permanente, tampoco está haciendo un papel de aportar muchas cosas. Un buen gobierno se merece una buena oposición, y no se está dando. En el caso de Ganemos, esa indefinición a la hora de sí o no, pienso que también perjudica a las políticas que se tienen que desarrollar. Ganemos se debería implicar en el gobierno de la ciudad o irse a la oposición directamente, porque estar y no estar, tanto en el gobierno como en la oposición, es muy complicado.
Ganemos se debería implicar en el gobierno de la ciudad o irse directamente a la oposición
Una de las principales dificultades que hay en el Ayuntamiento es que no puede contratar personal.
En el Ayuntamiento es un problema que viene derivado de las políticas del PP en el Gobierno, y la interventora actúa en base a la Ley que ha aprobado el Partido Popular. Ahora no puede salir José Luis Moreno diciendo que falta personal en los museos y que tenemos carencias con las tasas de reposición con bajas y jubilados.
¿Y cuáles son las propuestas de CCOO para el gobierno local?
Nosotros ya le planteamos un Compromiso por Córdoba y le hablamos del empleo, que creemos que hay que abordarlo desde ya. De hecho, la mitad de los parados de la provincia los soporta la ciudad de Córdoba. La precariedad que hay en el empleo y el tejido productivo del nuestra ciudad, eso lo tiene que abordar el equipo de gobierno municipal en cuanto acabe el periodo estival. Si no, ya se habrán comido casi dos años. Ahora vamos a abordar los presupuestos para 2017 y yo quiero ver cuáles son las prioridades, qué políticas se marca, qué partidas van destinadas a impulsar políticas de empleo. Hay mucha necesidad en Córdoba en relación a las personas que están en riesgo de exclusión o que están ya excluidas socialmente. Si no cambiamos la dinámica esas personas van a seguir ahí y si lo único que hacemos es buscar ayuda para esas personas y no les buscamos empleo vamos a tener dificultades.
Echemos un vistazo al panorama nacional. Dos elecciones generales fallidas...
Creo que nos afecta mucho a todos, al país y a Córdoba. Ahora mismo estamos con unos presupuestos que aprobó el PP antes de las anteriores elecciones, pero, además, se tienen que diseñar políticas, porque aquí se está hablando mucho de regeneración democrática y de corrupción, pero del mundo del trabajo no se acuerda nadie. Ahora parece que se está debatiendo sobre el contrato único y los autónomos, como si eso fuera la salvación de la economía del país. Yo creo que un Gobierno es necesario, pero no uno cualquiera, porque de eso dependen las políticas que se vaya a hacer. Mi opinión personal es que deben de hacerse todos los esfuerzos posibles por llegar a un Gobierno progresista, teniendo en cuenta que quien tiene que dar el primer paso es Mariano Rajoy por aceptar ir a la investidura. Si en última instancia no fuera posible un Gobierno progresista, y por los números es francamente difícil, sí pondría una serie de condiciones en esta línea, porque si no, vamos de cabeza a unas terceras elecciones. Y eso es una mala opción, máxime cuando el PP, en previsión de que no salga elegido, ha puesto la fecha del 25 de diciembre. Pero si hay que ir a unas terceras elecciones, pues que se vaya. La democracia no es un régimen barato, lo barato es la dictadura que dice esto es lo que se hace.
La democracia no es un régimen barato, lo barato es la dictadura
El paro parece que esta bajando a nivel nacional, pero en la calle no se nota. ¿Cómo se come esa brutal contradicción?
Hemos ido a más precariedad. Aquí cada puesto de trabajo a tiempo completo se ha transformado en dos o tres empleos a tiempo parcial. Los últimos datos del INE sobre horas extraordinarias es que se echan 6 millones de horas extraordinarias a la semana en este país, y más de la mitad ni se pagan ni se compensan. Hay también mucha economía sumergida. Se están haciendo horas extras por un tubo, se realizan contratos a tiempo parcial, pero a cambio se trabaja a tiempo completo. Se ha precarizado el mercado de trabajo, y eso se ve en los datos de la Seguridad Social, porque no suben al mismo ritmo el empleo que los ingresos de las cotizaciones. Los ingresos son muy pequeños y eso está haciendo mucho daño a la caja de la Seguridad Social, porque los salarios se siguen deteriorando mucho.
Habla como si no creyera que pudiera haber solución a eso.
Con la normativa laboral que hay ahora mismo y con lo que está planteando Ciudadanos ahora, menos. Lo que pretenden es que no haya nada de temporalidad, que todo sea indefinido, y eso implica que va a ser todo ficticio. Porque todo lo indefinido de ahora, todo lo fijo de ahora va a ser temporal en el futuro. El gobierno dice que ahora mismo el 75% de las personas desempleadas son fijas. Claro, porque el primer empleo que se perdió en este país fue el empleo temporal. Cuando vino la crisis, a los que primero echaron fueron a los temporales y se ha ido sustituyendo el empleo fijo por el temporal. Y muchos contratos que se hacen ahora fijos, como el despido cuesta muy baratito, pues están en la calle. De hecho hay una barbaridad de contratos de menos de un mes que se hacen en este país. La mayoría de contratos son de muy corta duración, y eso no les permite a las personas hacer un proyecto de vida, ni creo que permita a la empresas crecer. Por eso, creo que algunos empresarios en esto se equivocan. Hay quien piensa que el empleo temporal es más rentable. Puede que a corto plazo, pero a largo plazo una persona bien formada que conozcan la empresa, que conozco los productos de la empresa, los servicios y sus entresijos es mucho más rentable, porque es mucho más eficiente que un recién incorporado.
Ustedes ya han hecho advertencias de iniciar movilizaciones si la situación no cambia.
Bueno, las movilizaciones no las anunciamos con antelación. Se anuncian cuando las vamos a hacer. Si las políticas que hasta ahora se han venido haciendo no se cambian, mi opinión es que CCOO tiene que convocar movilizaciones para cambiar las políticas que están haciendo tanto daño a este país. Además, no lo tenemos que hacer en solitario, sino que tenemos que contar con la sociedad, que lo está sufriendo, y con UGT, y tendremos que salir a la calle. Creo que si gobierna el PP con C's y se practican políticas en la misma línea de defender los intereses de una minoría frente a los de la mayoría, CCOO tiene que salir a la calle.
¿Cómo augura, pues, el otoño?
El otoño será tibio. Porque no vamos a saber nada todavía. Y es que el calendario que tenemos es imprevisible, es decir, tenemos hasta el mes de octubre o noviembre para ver si hay un nuevo Gobierno. Yo creo que el otoño va a ser de expectativas de analizar por dónde van los acontecimientos, pero no creo que sea un otoño de muchas movilizaciones, porque no se va a cerrar esto antes.
Si gobierna el PP con C's y se practican políticas en la misma línea, CCOO tendrá que salir a la calle
En los últimos años se habla mucho de pérdida de afiliaciones en los sindicatos ¿Se han debilitado de cara a la negociación colectiva con el Gobierno?
No. La afiliación no ha bajado, y de hecho, nosotros estamos afiliando en el primer semestre de este año una media diaria de cuatro personas, y eso no hay ninguna organización que lo haga. Nuestro problema no es de afiliación, pero sí de bajas. Y eso es un problema de precariedad, de atomización del tejido productivo que cada vez está más atomizado, y de desempleo. Las personas con pocos o ningún ingreso lo primero que hacen es dejar de pagar la cuota sindical, además de otras cosas. Nosotros somos el primer sindicato en la provincia de Córdoba. Nos vota mucha más gente de la que se vota a muchos partidos políticos. La representación en nuestro país viene determinado no por la afiliación, sino por las elecciones sindicales. Y eso lo estamos haciendo todos los días y CCOO se mantiene como primer sindicato en este país, de Andalucía y también en la provincia de Córdoba, después de muchos años. Eso significa que la gente sigue confiando en CCOO.
Pero es cierto que la imagen de los sindicatos se ha deteriorado mucho.
Hay una encuesta que está sacada del Instituto Nacional de Estadística (INE) que dice que la mayoría de trabajadores que valoran poco o muy poco el sindicato son trabajadores de empresas donde no hay representación sindical, y viceversa. Y esto es lógico. El problema es que en nuestro país y en nuestra provincia más del 75% de las empresas no pueden celebrar elecciones sindicales, porque legalmente no se les permite y hay muchos trabajadores que no tienen representación sindical.
¿Entonces no cree que los sindicatos estén en una situación delicada?
Es verdad que la fuerza del sindicato en la sociedad ha mermado, porque ha habido un momento en el que nos hemos institucionalizado demasiado y hemos estado poco en la calle. Y también porque ha habido una política muy agresiva desde instancias políticos y económicas para que el poder de intervención que nos reconoce la Constitución en las políticas que se hacen en este país sea cada vez menor. Y tenemos algunos ejemplos locales y nacionales. A nivel local, por ejemplo, el PP cuando gobernó los últimos cuatro años en la provincia y en Córdoba capital, recuerdo el discurso de investidura de José Antonio Nieto (Ayuntamiento) y de María Luisa Ceballos (Diputación) donde planteaba la concertación como eje de sus políticas. Sin embargo, el uno y la otra el tema de la concertación desapareció. Cuestión que reconoció el propio Nieto cuando perdió las elecciones diciendo que había roto puentes que no tenia que haber roto tanto con la patronal como con los sindicatos. Posteriormente a las ultimas elecciones tanto el portavoz del PP en la Diputación como el del Ayuntamiento han venido a reunirse a CCOO a decirnos que están a favor de la concertación. Sin embargo, la rompieron. Tenemos ejemplos también a nivel nacional, como el pacto de Toledo, que se lo han cargado y han hecho reformas que ponen en peligro el sistema público de pensiones. Es decir, hay fuerzas que no quieren que los sindicatos intervengamos en las políticas.
Hay fuerzas que no quieren que los sindicatos intervengamos en las políticas
Los escándalos con los cursos de formación en Andalucía no han ayudado tampoco mucho a mejorar su imagen.
Más bien el tema de la formación se ha usado mucho como arma arrojadiza contra los sindicatos para poder decir finalmente: "ustedes no intervienen en la planificación de la formación cuando la formación se está pagando con cotizaciones de los trabajadores". Nosotros queremos intervenir porque, además, conocemos el mercado laboral. No queremos que ahora sean las empresa las que planifiquen la formación y las que se lleven los beneficios, cuando los sindicatos lo que hacíamos era una encomienda de gestión y gestionábamos eso con fondos públicos, con fondos de los trabajadores y trabajadoras. Es dinero de cotizaciones de los trabajadores y trabajadoras, pero que tenemos que justificar que iban destinados a formación pura y dura. El que no lo haya hecho que pague. Pero CCOO ha hecho el trabajo que tenía que hacer. El caso de los cursos de formación ha hecho que tengamos menos capacidad de intervención y a eso hay que añadir toda la campaña de desprestigio hacia los sindicatos. Sobre todo lanzando encuestas tendenciosas, porque si un encuestador le pregunta lo mismo a un empresario, a una persona desempleada o alguien que no piensa trabajar nunca, su opinión sobre nosotros es contraria a los sindicatos, que es la que están transmitiendo los medios de comunicación. Hay que preguntarle a aquel sector de la población al que nos dirigimos los sindicatos, que son los trabajadores y trabajadoras. Nosotros no representamos a los empresarios o a los amos y amas de casa. Nosotros no representamos a los que no están trabajando.
A ese carro también se han subido los partidos emergentes.
Yo creo que están rebobinando. De hecho, ha habido intentos de crear sindicatos alternativos a CCOO y UGT pensando en que el mundo del trabajo funciona en las mismas claves que el mundo de la política y eso no es así. Los trabajadores y trabajadoras votan en las empresas a sus compañeros y compañeras que los conocen y están con ellos todos los días y no a alguien que sale en la televisión. Los tienen trabajando a su lado todo el día, saben si les interesa o no, y, por lo tanto, los votan o no. No es lo mismo que un partido emergente que pone vallas publicitarias con una cara o un mensaje que nos gusta más o menos y los votamos o no. En el mundo sindical todos nos conocemos al estar dentro de una misma empresa y se sabe si alguien un sinvergüenza o es una persona de fiar. Esto no es una lista que te dan hecha sin que conozcas a nadie. La política es otra dinámica distinta y así se está estrellando mucha gente. Aquí hay sindicatos que llevan muchos años intentando hacer la competencia con un apoyo político y económico muy importante. Me estoy refiriendo, por ejemplo, a la CSIF, que representa a menos del 7% del total de delegados y delegadas sindicales en la provincia. Frente a eso, CCOO representa más de 34%. Hay diferencias importantes y aquí se quieren montar sindicatos creyendo que los mecanismos políticos y sindicales son los mismos y la realidad demuestra que nos tienen nada que ver.
