Carlos Alcázar José María Aljama han forjado una más que interesante alianza para recuperar el Blues en Córdoba. Mejor dicho, un festival que lo aglutine, porque lo que es el estilo musical, esta ciudad nunca lo ha perdido y siempre ha contado con bandas y formaciones que lo estudian y lo desarrollan como auténticos profesionales. El primero, nacido en Fátima, viene del campo de lo audiovisual y del marketing (licenciado en Publicidad y Relaciones públicas por la Universidad de Valladolid en 2012). Así, en 2001, cuando contaba con 18 años, organizó durante tres años el Freak Fest, a base de cortometraje y arte contemporáneo, junto con el Ayuntamiento de Córdoba, y desde entonces se le metió dentro el "gusanillo de la gestión cultural y he estado haciendo pequeños eventos".
En 2016 creó con otros compañeros la Asociación Sociocultural Creacciona, que preside (también es vicepresidente de la Asociación Unión de Creativos Audiovisuales), y a través de ella se dedican a hacer proyectos culturales y éste, el Cordoblues (del 7 al 17 de septiembre) es el de mayor envergadura que están llevando a cabo hasta la fecha a través de esta asociación junto con Fónica Live Events.
Alcázar realizó un master en gestión cultural por la Universitat Oberta de Catalunya y la Universidad de Girona en 2019, entre otro tipo de formación, y la música "es una de mis pasiones", de modo que "uno va pensando en proyectos para tratar de enriquecer a la sociedad". Algo que desde hace ya 13 años lleva haciendo desde su residencia habitual en Madrid.
Aljama, por su parte, mamó el Blues desde los años 60', "en mi juventud". Y dentro de esa pasión sobresale por encima de todo la armónica, que es el instrumento que toca con su grupo, Blues Bastardo (en el cartel del festival). En el año 1991 inició un proyecto con el Ayuntamiento de Córdoba en el que estuvo trabajando a fondo durante las 17 ediciones que duró hasta 2011. "Fueron 17 ediciones interrumpidas por los distintos cambios de gobierno municipal; hemos tenido un vacío de 11 años en los que he estado luchando por sacar el festival adelante", señala con cierta amargura en la voz. Pero a lo largo de todo este tiempo también ha podido tener relación con todos los festivales de España. Es más, forma parte de Conexión Blues, del que fue cofundador en Madrid en 2012, una Agrupación de sociedades de blues, como la que hay en Córdoba y de la que él es presidente.
También forma parte del equipo de asesores de la EBU España (European Blues Union), que es una especie de federación de países donde hay sociedades y festivales de Blues, y además colabora en prensa con críticas y crónicas de conciertos y artistas en el Diario Córdoba y el Día de Córdoba, y ha tenido programas en Paradigma Radio con Álex Castellano con el título de 'A orillas de Guadalssissippi' donde hacían un recorrido a fondo hasta la actualidad de la historia del Blues, con grupos de Córdoba, novedades y entrevistas. Ha sido también manager de grupos nacionales y ahora que lleva siete años jubilado eso le ha permitido dedicarse exclusivamente al Blues o la música del Diablo, como la suele denominar. Dichoso él.
¿Qué diferencias podemos encontrar entre el Festival Original de Blues y lo que comienza este mismo año, el Cordoblues? ¿O es una continuación?
José María Aljama: Hay una gran diferencia. El anterior festival era bueno, todo un referente en España, con muchos grupos de peso nacionales, internacionales y locales, pero adolecía de lo que eran actividades paralelas. Sólo hubo algo más que conciertos en dos de esas ediciones. Y en esta ocasión queremos llevar el Blues a los barrios, a través del programa 'Cordoblues Distritos', que esta subvencionado por el Ayuntamiento y está repartido por todos los distritos, incluyendo Villarrubia como extrarradio.
El antiguo Festival de Blues, era, junto con el Festival de la Guitarra, los dos festivales que estaban ya arraigados y más que consagrados como festivales de música moderna. Y de buenas a primeras, lo quitaron.
¿Pero hay público de Blues?
J. M. A.: Por supuesto. Ten en cuenta que el público de Blues es transversal tanto en edad, condición social y estilos musicales. La prueba está en que empezamos en salas pequeñas, como el antiguo Plató, que ahora es el Góngora Café, y tuvimos que pasar a La Corredera, porque es que se queda mucho público fuera. En esa plaza han llegado a pasar diariamente entre 2.500 y 3.000 personas y podías ver desde chicos y chicas de 14 y 16 años a personas que podían superar los 70. Otra prueba son todas las bandas que han salido de Blues en Córdoba y las que hay en la actualidad también. El problema es que por circunstancias este año no han podido participar todas.
Si hubiera que hacer una comparativa entre el Jazz y el Blues en Córdoba, tengo que decir que está más arraigado el segundo que el primero. Es verdad que ahí está el Qurtuba Jazz, que sinceramente y en mi humilde opinión, está muy bien y tiene mucho trabajo, pero no atrae a tanto público como el del Blues.
Hay que indicar que en el Festival de la Guitarra suelen traer a alguien relacionado con el Blues...
J. M. A.: No siempre, puntualmente, y hasta hubo años en que no han traído a nadie.
Cierto, pero de las veces que traen a alguien del estilo o que coquetea con el Blues acaba coincidiendo con el Rock and River Blues Festival de Puente Genil y quizá sea mucha comida para tan poco comensal.
Carlos Alcázar: Ésa es una de las cuestiones con las que estamos intentando ser cuidadosos con el Cordoblues. Buscamos un programa puro de Blues. De hecho, nos ha costado un poco configurar ese programa, porque muchos artistas para abrir su abanico de posibilidades tiene que abrirse a otros géneros e incluir en su 'setlist', su repertorio, canciones que no son Blues.
Tenemos la suerte de que Aljama conoce muy bien el territorio, el mapa del Blues en España, y ha sido el que más ha insistido en ese elemento: Que sea un Festival puro y duro de Blues. Ésa es también una de las señas de identidad del proyecto.
El caso es que en España hay festivales de Blues hasta en la sopa. ¿Qué ofrece Córdoba en comparación al resto?
J. M. A.: Tiene que ver con lo que he comentado al principio. La diferencia está en la gran cantidad de actividades paralelas y la distribución por los diferentes distritos y barrios de la ciudad. Eso no lo suelen tener los demás festivales. Por lo general, fuera suelen central sus festivales en la actuación de estrellas o de grupos más o menos de nivel, pero no tienen esas actividades paralelas. Si me apuras, te puedo decir que ahora mismo en España no hay ningún festival que ofrezca la cantidad de actividades que nosotros tenemos.
C. A.: De esa manera, generamos cultura de Blues en la ciudad. Creo que es importante también reseñar que estamos dando también hueco a muchos artistas de Blues de Córdoba.
Eso se nota en el programa. De hecho, hay un montón de grupos andaluces, como si también fuera a ser ésa una seña de identidad del Cordoblues.
J. M. A.: Eso ha sido más bien una coincidencia (se ríe). No lo hemos hecho aposta. Es una cuestión de economía también. Nosotros en este primer festival ya nos hubiera gustado tener un presupuesto suficiente para traer a gente de todos los sitios. No es lo mismo contratar a músicos de Granada que de Barcelona que tiene mucha tradición bluesera.
C. A.: De cualquier modo, algo que también perseguimos con el Cordoblues es poner un poco en valor nuestra zona.
J. M. A.: Por supuesto, eso es verdad. Por ejemplo, ha coincidido también que Joaquín Sánchez, que es por decirlo de algún modo el 'abuelo del Blues' que tenemos en Andalucía, un hombre ya mayor, que fue fundador de la Blues Band de Granada, tiene su banda propia y toca en solitario, va a poder venir aquí. Tenemos también a Fernando Beiztegui, que está más que reconocido a nivel nacional y es un pedazo de bluesman y tenemos al Oso de Benalúa y sus Sabandijas, que son jóvenes, pero con una trayectoria bastante dilatada. De hecho, Antonio Travé y Toni Molina los trajimos en su día y para que te hagas una idea a Toni le tuvieron que firmar sus padres el permiso para actuar porque entonces era menor.
Lo que te quiero decir con esto es que esos tres conciertos han coincidido que son de gente de Granada, pero tienen un nivel que nadie puede poner en duda.
No era ésa mi intención.
J. M. A.: Lo sé, pero quiero decirte que son coincidencias y por eso hay tanta gente de Granada.
Aunque prácticamente me han respondido ya a la siguiente pregunta, tengo que poner sobre la mesa que quizá la idea sea abrir con el tiempo el abanico más hacia grupos de fuera, pero quizá siempre con una base interesante de artistas andaluces.
C. A.: Sí (contundente). Eso no queremos perderlo. La idea de generar cultura es para la gente de la zona. Es de esperar que con los años el festival crezca y pueda traer a artistas de mayor relevancia, pero siempre, siempre, siempre, sin perder la idea de ponerle un altavoz a nuestros vecinos y conciudadanos.
Prometí no destripar nada de lo que pueda darse a conocer en la rueda de prensa de presentación del lunes (mañana, día 12), pero no puedo evitar preguntar por las proyecciones de películas que van a llevar a cabo.
C. A.: Se va a proyectar 'Cadillac Records', del año 2008, y 'Honeydripper', de 2007. Será en la Filmoteca de Andalucía.
J. M. A.: 'Cadillac Records' es la historia del sello discográfico Chess, que es el sello del Blues por antonomasia con Adrien Brody actuando precisamente como Leonard Chess, y 'Honeydripper' es una maravillosa película, encantadora, que apenas ha tenido proyección en España. Está centrada en un pueblecito rural donde hay recogida de algodón y hasta allí llega un bluesman vagabundo y le hacen pasar por otro bluesman que estaba contratado para una sala, pero que al final no podía ir.
¿Y se puede saber cómo han conseguido esas películas? Es francamente complicado. ¿Qué hay que hacer?
C. A.: Ésa ha sido una labor muy, pero que muy ardua. Hemos tenido la suerte de contar con la Filmoteca de Andalucía, y el apoyo de su director, Pablo García Casado, que nos han orientado. Pudimos localizar a las distribuidoras, nos pusimos en contacto con ellas, al igual que la propia Filmoteca y haciendo una solicitud de uso de exhibición y pagando los derechos al final hemos recibido las copias. No ha sido fácil y la Filmoteca nos ha echado un buen capote.
J. M. A.: Me gustaría hacer hincapié en la proyección de películas. A esto me refería cuando el resto de festivales adolecen de actividades paralelas. Creo que muy pocos, por nop decir ninguno, incluyen proyección de películas de Blues.
C. A.: También está la presentación del libro 'Todo Blues'.
J. M. A.: Sí, del escritor y periodista Manolo López Poy, que va a ser una auténtica maravilla. Tiene editados muchos libros de noble negra con música de Jazz y Blues de fondo, tiene también obras de Blues específico, como es éste, que se va a presentar a modo de performance con imágenes y le va a acompañar introduciendo temas Pablo Carrasco, que es un bluesman nuestro, de Córdoba.
Bueno, pues ya puestos, también está la exposición de fotografías sobre lo que ha sido el Festival de Blues.
C. A.: En efecto. Gracias al compañero Gerardo Valero, fotógrafo de Pozoblanco, hemos tenido la oportunidad de hacer una recuperación gráfica de la historia del pasado festival.
J. M. A.: En concreto, de los últimos seis años, que es de cuando él tenía material.
C. A.: Hay también posters de ediciones anteriores.
J. M. A.: Está el de la primera edición, del año 1991, que ya ha llovido desde entonces. Eso me recuerda que fuimos en Córdoba pioneros en Andalucía en materia de festivales de Blues. Al menos, de capital de provincia fue el primero y de toda la comunidad de los primerísimos primeros. Hemos sido referente a nivel nacional e internacional. Es más, todo lo que edita la European Blues Union hace referencia siempre al cordobés.
Por cierto, ¿cuántos festivales de Blues hay en España?
J. M. A.: La verdad es que muchos. En aquella época llegamos a tener en un radio de 75 kilómetros a la redonda el de la capital, Puente Genil y Lucena, que fue el más joven de los tres.
Y muy cerca, igualmente, está el de Antequera.
J. M. A.: Es que el de Antequera fue también pionero con nosotros, con apenas unos meses de diferencia. Nosotros lo hicimos en abril y ellos en julio. Ellos tienen un escenario precioso, en la Plaza de Santa María.
¿Qué esperan del Festival?
C. A.: Esperamos que la gente vuelva a llenar los espacios. Que se aproveche la oportunidad de conocer la música Blues y adentrarse de lleno en este universo musical. Y, con ello, poder dar a Córdoba otro evento de peso. Es una ciudad que tiene una oferta cultural muy grande, pero en este sentido hablamos de poder recuperar esta puerta hacia este mundo tan fascinante como es el Blues.
