ENTREVISTA A FRAN ADAME, CEO DE IRC

"Ni nos podemos imaginar hasta qué punto Córdoba es una potencia en fabricación innovadora"

Fran Adame, CEO de IRC Automatización, posa para Córdoba Hoy
photo_camera Fran Adame, CEO de IRC Automatización, posa para Córdoba Hoy

Fran Adame, es ingeniero informático y se formó en Córdoba,. En su caso montó la compañía, IRC Automatización, a la vez que estudiaba en 2004, con la que lleva ya trabajando casi 20 años trabajando. "La empresa me la quedé yo y la compré al completo a mi socio, que era quien ponía el dinero y yo el trabajo, pero al final llegamos al acuerdo de que yo, con la ayuda económica de mi madre, se la compré hace exactamente 10 años".

No está casado, pero sí tiene una hija y asegura que es capaz de compaginar bien la vida laboral y familiar. "Al principio fue complicado, pero desde hace un par de años para acá estamos enfocados más en vivir que en otra cosa, que es lo que todos deberíamos hacer", asegura.

IRC es un pequeño grupo de empresas que se dedicada a la digitalización industrial y forma parte, por tanto, de lo que se llama la industria 4.0. Trabaja para las grandes empresas nacionales e internacionales y tiene delegaciones en Málaga, Madrid, Sevilla o en Almería y han adquirido empresas en el Levante nacional y Valencia. "Nos dedicamos a ayudar y proporcionar un incremento en la rentabilidad de compañías industriales", así trabajan con Cosentino (silestone), Aceitunas Guadalquivir, Coosur, La Española o Acesur. "Somos una plantilla de unas 80 personas, con unos 20 ingenieros, y aunque somos una pyme, somos de las más grandes". Su volumen de facturación está en los 5 millones de euros y este año quizá lo doble. Es pioneros en bastantes tecnologías y "somos uno de los principales partners en España y en el mundo de la alemana Siemens".

Datos suficientes como para que Fran Adame explique en palabras sencillas en que consiste la industria 4.0, que acaba de recibir la Bandera de Andalucía por parte de la Junta.

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¿Qué implica la bandera de Andalucía que fue a recoger esta semana?

Esa bandera implica reconocer todo el camino que llevamos realizando el sector de la automatización. Córdoba siempre ha sido muy puntera en el sector de los servicios, pero eso la gente lo entiende como enfocado al canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías). Pero en el mundo de la automatización, aquí existen muchísimas ingenierías en toda la provincia que nos dedicamos a poner en marcha instalaciones muy importantes en el sector de la alimentación y las bebidas, el 'food and beverage' que llaman de forma general. Por ejemplo en el aceite, como es lógico, hay un gran sector, porque a día de hoy cualquier proceso de alimentación es un proceso productivo automático, por tanto existe un gran sector ahí que estamos realizando instalaciones y obras de gran envergadura, pero es verdad que a nivel de marketing nunca nos hemos parado a darnos nombre y forma.

Trabajamos en una iniciativa desde hace ya unos cuatro años de la mano de la Universidad de Córdoba y varias empresas del sector para darnos visibilidad sobre la potencialidad que había en este mercado, y empezamos poco a poco a crear nuevos ciclos formativos de FP Dual: Hemos creado master duales y un montón de formación para poder generar tanto empleo como capacidad de creación de empleo. Al final, esa dinamización del mercado ha concluido en este premio o reconocimiento.

Yo fui a recogerlo el día 24 por el Día de Andalucía, pero acudí como un simple avatar del colectivo. Al fin y al cabo, hay muchísima gente a las espaldas que son las que realmente han hecho posible que finalmente hayamos podido estar ahí.

¿Hay visos de que monten una asociación empresarial? Habla usted del colectivo como si ya existiera.

Sí. Llevamos bastante tiempo detrás de eso, pero no podemos ponerle claramente un nombre. Le puedes llamar 'hub', 'cluster', agencia de innovación, asociación o como se quiera, pero lo que está claro es que hay ahora mismo una idea delante del papel, y es que unidos tenemos más fuerza; todos tenemos un fin común, hemos conseguido entablar una capacidad de generación de empleo y unas ideas frescas y jóvenes, porque estamos todos en un rango de edad relativamente joven, en el cual queremos montar algo al que podamos dar nombre.

También existe ese toque de romanticismo por el hecho de que nunca se nos ha reconocido aquí en el Sur por ser grandes ingenieros, sino que más bien se nos conoce por ser grandes empresarios en otros sectores, pero no en el de la alta tecnología punta, cuando siempre lo hemos sido, aunque nunca nos hemos dedicado a explotar esa parte de marketing.

Pues ese punto adicional de romanticismo es lo que nos ha hecho que al final reconozcamos que somos muy buenos en esto y preguntarnos por qué narices no nos lo terminamos de creer.

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Cierto. ¿Y acabarán teniendo relaciones con CECO y formando parte de la Confederación?

Muchas de las empresas de este sector forman parte de CECO, de la Federación del Metal, de Jóvenes Empresarios (AJE)... En realidad, todos estamos, en mayor o menor medida, metidos en las distintas asociaciones que hay. Por ejemplo una de las compañías que yo represento, como es IRC, forma parte del FIAB, que es la Federación Internacional de Bebidas y Alimentación, otros forman parte de la Confederación de Empresarios, hay otra gente que forma parte de la Asociación de Jóvenes Empresarios. De hecho, nosotros en 2013 ganamos el Premio de la AJE a la Trayectoria Empresarial.

Precisamente, por eso le preguntaba la necesidad de que, quizá, para darle más visibilidad a su labor y por el hecho de ser empresas punteras, sea necesario que haya una asociación como tal de toda la automatización.

Se está pensando y, es que es un sueño que viene de largo. Yo, en concreto, soy una de las personas promotoras de esa iniciativa, y si realmente tenemos entre todos una capacidad de facturación suficientemente importante para ser un nicho destacado, deberíamos tener nuestra propia asociación.

El único problema es que nos hace falta un punto de unión físico, que es lo que estamos buscando, y es el que hemos solicitado en varias ocasiones tanto a la Junta de Andalucía como al Ayuntamiento de Córdoba, a la Diputación y a todas las entidades posibles para que podamos tener ese sitio donde representemos esa confluencia.

Tenemos varios proyectos ahora mismo entre manos, y, de hecho, hay uno importante que queremos presentar para finales de este año, pero para eso esperamos tener nuestro sitio a fin de que podamos representarnos y traer hasta aquí a grandes compañías de fuera para que vean la potencia que tenemos aquí, porque queremos intentar dar soluciones llave en mano entre varias compañías. Esto nos puede permitir crecer, generar empleo y formación y demostrar que efectivamente no hay una o dos empresas potentes, sino que hay hasta una treintena de esa categoría.

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¿Se podría considerar, entonces, un cluster?

Se podría. No queremos darle una denominación, porque no sabemos aún cómo acabará de forma definitiva. Lo que está claro es que hay una idea en la que hay detrás muchas personas, que es lo que son las empresas en definitiva. Somos un montón de equipos de personas que están todos alineados hacia una idea de innovar, en una época preciosa y una tierra maravillosa, como es el Sur de España. Es que aquí tenemos muchísimas capacidades que ni físicamente ni por geolocalización en ningún otro lado del planeta se van a tener.

A eso, junto con la capacidad técnica que hemos conseguido desarrollar en estos años, nos ha dado una idea de que esto puede ser un enclave perfecto para algo distinto a lo que hay en cualquier otro lado. Por tanto, no le hemos querido dar una denominación, porque a día de hoy se están barajando todas las posibilidades, pero dentro de poco esperamos tener claro cuál es.

Me refería como cluster a la idea de concentración de empresas del mismo ámbito, como, por ejemplo, ocurre con el frío industrial en Lucena.

En efecto, igual que el AFAR del frío y la climatización inclusive. Fíjate que toda la parte de frío industrial, al fin y al cabo, es como una capa de atracción distinta a la nuestra y depende de nosotros. Al fin y al cabo, ahí hay mucha maquinaria que debe ser automatizada. Y todo eso depende, al final, de la automatización y ésta, a día de hoy es un nicho directo de la propia sociedad.

Últimamente se escucha mucho hablar de la industria 4.0, que es una forma distinta de decir la cuarta revolución industrial, aunque es lo mismo. Se le llama 4.0, porque es un nombre que suena más a marketing que decir la cuarta revolución industrial. Todo el mundo conoce las dos primeras y la tercera, que es el proceso de producción en cadena, y ésta cuarta revolución también es conocida como la digitalización industrial. Y todas esas denominaciones significan lo mismo: La explotación de un nuevo tipo de industria, es decir el dato.

Hasta ahora mismo nos hemos dedicado siempre a preocuparnos en el producto, y ahora nos preocupamos también en los efectos colaterales del producto, como pueden ser los datos que genera ese producto. Yo no sólo nos interesa comer la naranja, sino también quién se la come, cuándo se la come y cómo. Todo eso tiene un valor similar al de la naranja, y en algunos casos es posible que hasta más.

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Eso, dicho de otro modo, es que la información es poder, ¿no?

Totalmente. Eso lo llevamos escuchando desde hace muchísimo tiempo y está claro que es verdad. Hoy en día no se trata de montar un tienda de telefonía, sino de saber dónde la monto. Y el proceso no es que te vendan un local, sino más bien que te voy a vender un local donde todo el mundo va a consumir telefonía. Esa información, esa industria que tenemos ahora mismo de lo que la gente requiere o de lo que el mercado requiere, es donde estamos actualmente con la cuarta revolución industrial.

Hoy ya no es como antiguamente que las cadenas venden un producto y el ser humano lo consume, sino que es el ser humano quien decide qué producto consumir. Ha cambiado el modelo económico. Éste ya no se limita en buscar el mejor producto que se asemeje a lo que la gente quiere, sino que voy a producir lo que la gente realmente quiere. Para eso, tengo que saber, tener información sobre lo que la gente quiere para yo poder producirlo. Justo eso es la cuarta revolución industrial; la explotación del dato para nosotros poder, de una forma flexible, adecuarnos a lo que el mercado requiere.

¿Y está la gente preparada para eso? Me refiero a que, por ejemplo en Córdoba, sin ir más lejos, la mentalidad del empresario sigue siendo un poco pegada al terruño, ¿no?

Depende. Si estamos hablando del joven empresario, no es así. Los jóvenes empresarios cordobeses, en concreto, se han tenido que reinventar precisamente porque al fin y al cabo Córdoba siempre ha sido un empresariado de corte burgués. Hemos venido de un empresariado de la construcción y de la joyería, que implica un poder adquisitivo importante, en el cual las empresas tecnológicas o de algún servicio tecnológico en cuestión, hemos tenido que reinventarnos. Y para poder hacer eso tenemos que innovar.

En Córdoba estamos siendo muy punteros en la innovación, porque para poder sobrevivir y tener todas las empresa que han tenido o tenga el sello del autoempleo previamente han tenido que poder buscar su nicho de mercado, y por ello innovar.

¿Somos una potencia a nivel de fabricación innovadora? Muchísimo, ni lo podemos imaginar. Ni siquiera nosotros mismos lo sabemos. Un ejemplo fácil es la cervecera de Córdoba. Y da la casualidad de que esa fábrica es única a nivel mundial, porque en su seno tenemos un hub de innovación, una 'brewhub', en el cual la propia fábrica pone su maquinaria, que ha costado un dinero importante y que cualquier empresario pequeño cervecero no puede acceder, a disposición de esos pequeños fabricantes para que la usen y fabriquen su propio producto de forma directa y en serie.

Hablamos, en definitiva, de un nuevo modelo de negocio en el que se está innovando, pero no con grandes tiradas de producto, sino con pequeñas producciones creadas acorde a lo que el mercado requiere de ese producto. Eso se ha hecho en España, se ha hecho en Andalucía y se ha hecho en Córdoba. Fíjate en qué nivel de innovación estamos hablando. Es que con toda la cantidad de fábricas de cerveza que hay en el mundo cualquiera pensaría que tendría que haber sido en Holanda, Austria, Alemania o Dinamarca, pero ha sido en Córdoba donde se está aplicando el nivel más elevado de innovación a nivel cervecero. Hombre, tiene también sus razones prácticas, y una de ellas es que aquí el agua es muy buena para hacer cerveza.

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De acuerdo, pero me gustaría profundizar en los motivos por los que Córdoba destaca en industria 4.0. ¿Por qué es así?

Insisto en que nos hemos visto obligados a innovar. Porque nos hemos encontrado con una gran cantidad de trabas para poder producir. En Córdoba tenemos un obstáculo que ahora mismo estamos consiguiendo poco a poco modificarlo y es que, por desgracia, no tenemos toda la industria que nos gustaría. Al no tenerla, para poder generar empleo tenemos que ser nosotros los que creemos empleo y para ello tienes que innovar. Si todo el mundo hace lo mismo, no queda sitio para todo el mundo. Por eso, continuamente tenemos que crear nuevos nichos de mercado.

Entonces, ¿por qué en industria 4.0 es donde Córdoba ahora mismo está despegando? Pues muy sencillo, porque ahora mismo es el boom a nivel mundial, y como tenemos mucha gente que son emprendedores e innovadores Córdoba tiene que estar ahí a la cabeza. ¿Trabajamos en Córdoba? No. No lo hacemos. Nosotros actualmente, y hablo por el cómputo completo de compañeros del sector, nos movemos a nivel mundial. En Argentina, en Chile, en cualquier país de Europa y en todos los lados, hasta que no consigamos un tejido empresarial operante en la propia provincia donde podamos vivir de él. Pero a día de hoy, somos más gente que el tejido empresarial que tenemos.

La razón última de este despunte es que tenemos que sobrevivir y ése es el mayor espíritu que tiene el ser humano: La supervivencia. Y si para sobrevivir tenemos que adaptarnos al tiempo, ya lo dijo Darwin, que no era la mejor especie la más fuerte sino la que mejor se adapta, el cordobés es de los que mejores nos adaptamos (se ríe).

Es decir, que somos extremadamente inteligente en materia de adaptación, ¿no?

Somos superadaptables. El tiempo nos ha dado la razón y hemos visto cómo aquí, precisamente en Córdoba, hemos sido la capital de dos de los grandes imperios que ha habido en la historia. O sea, que algo tendremos.

Algo, tendremos, en efecto. ¿Cuántas empresas habrá de 4.0 aquí, en Córdoba?

Sería muy complicado decírtelo. Pero más de una treintena tenemos. Y eso es fuerte. Muy bueno.

Fran Adame, CEO de IRC Automatización, posa para Córdoba Hoy

¿Es, por tanto, una cifra aceptable para una ciudad como la nuestra?

Es un número muy aceptable. Podríamos estar compitiendo perfectamente con Burgos, teniendo en cuenta que Burgos es la ciudad más industrial de España.

¿Y es sólo en la capital o también hay industria 4.0 en la provincia?

No, no. Provincia, provincia. De hecho, digo más, nuestra provincia es mucho más importante que la capital. Teniendo en cuenta, ¡ojo! que la capital suma muchísimos más habitantes que en el resto de pueblos de la provincia, y eso no ocurre en todas partes, pero a nivel de industria, tenemos mucha más industria en la provincia. Y en todas partes, además, tanto en el Valle de Los Pedroches, como en la Campiña, las colonias... En todas partes.

En la capital, por supuesto, hay un tejido empresarial importante en automatización, pero empresas potentes las hay por toda la provincia.

¿Y la innovación es algo seguro? Entendiendo por ello que se pueda vivir sin estar temiendo el futuro. ¿Puede la gente empezar a pensar en que se puede meter en ese sector para vivir?

Yo lo recomiendo para todo el mundo. Nosotros vivimos de ello y no nos va mal, las cosas como son. Conocemos muchísimos compañeros que se dedican a ello y, hablando claro, hoy en día la innovación, con una cierta humildad controlada para saber exactamente dónde tenemos que ir, es el futuro. Es decir, quien no innova no puede avanzar. Tenemos que estar continuamente invirtiendo en I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), hubo una época en la que en nuestro país éramos de los más punteros en ese tipo de inversión; hoy en día ya no los somos, pero estamos volviendo a recuperar nuestra cota de mercado.

Hay que tener en cuenta que todo lo que es el ser humano, su definición misma, implica innovación, que es su supervivencia, Nuestro primer invento fue la rueda y en la actualidad hacemos ya auténticas virguerías. Innovar es capitalizar. Además la gente innova pensando en un recurso monetario, hablando claro, porque necesitamos el dinero para vivir, así que innovamos para generar riqueza.

Fran Adame, CEO de IRC Automatización, posa para Córdoba Hoy

Comparado con el resto del país, ¿en que nivel estaría Córdoba?

No puedo decirlo. No tengo datos para compararlo. Ten en cuenta que nosotros estamos todavía muy atrás y nos queda un camino muy importante. Y ése es, precisamente, el reto tan bonito que tenemos. Partimos de una tierra en la que tenemos unas calidades que no se tienen en la mayoría del ámbito nacional. En Andalucía se nos conoce como la California de Europa; aquí se vive muy bien, el ámbito industrial aquí a nivel propio de lo que es la revolución industrial no se ha fomentado en el mismo nivel que en otras partes del ámbito español o europeo, pero sí es cierto que como aquí queda mucho más por hacer también tenemos mucha más capacidad de mejora.

Tenemos un gran futuro para poder aprovecharlo, porque nunca se nos puede olvidar que aquí tenemos una cosa de incalculable valor: Los recursos. Y teniendo recursos, teniendo personal cualificado como actualmente se está peleando y que ya poseemos, y teniendo innovación, el futuro esta asegurado en Andalucía. Y en Córdoba en concreto, más si cabe.

Creo que acaba de mencionar una cuestión clave: Para esta industria se requiere de empleo especializado.

Correcto.

¿Y dónde hay que formarse? ¿Cómo se forma uno? ¿Dónde hay que acudir? ¿En las facultades normales uno puede adquirir los conocimientos necesarios?

Vamos a tener clara una premisa de principio: Los empleos del futuro no existen. Actualmente, el 60%, el 40% o el 80% de todo los empleos del futuro a día de hoy no existen. Eso indican los estudios con porcentajes diferentes, pero con idéntica conclusión. El mercado ahora mismo es una vorágine y cambia de continuo de planes formativos.

¿Qué es lo que estamos haciendo nosotros? Lo único que tenemos claro es que el trabajo sí es real. Así que en lo que trabajamos las entidades formativas y la empresa privada es tanto en la FP dual como en la Universidad con formaciones duales, ya sea a nivel de master o bien en los propios grados duales se están elaborando continuos planes de formación dual.

De esa forma, estamos consiguiendo que la gente que hace una inversión en sus estudios sabe que directamente sale con el conocimiento real de lo que las empresas requerimos, con lo cual el mercado laboral es directo. No estamos hablando de que vamos a hacer una formación, vamos a hacer unos exámenes para terminar y luego vamos a echar el curriculum en un buzón que no nos va a responder. No. Salimos directamente ya trabajados y venimos con un curriculum laboral. Venimos trabajando en una empresa que bien será la nuestra o será otra empresa del sector, tanto competencia, como compañeros, como aliados o como complementarios.

Estamos hablando de que ése es el futuro.

El futuro para nuestro punto de vista, y en IRC Automatización lo tenemos marcado, es que la gente debe de formarse con profesorado que trabaje mano a mano con el sector laboral actual. Al fin y al cabo, el consumidor final es quien dice lo que quiere consumir, y si quiere coches de un color habrá que fabricarlos de ese modo y, por tanto, la Universidad o la FP tendría que formar a personas que  sean capaces de hacer coches de ese color para poder surtirlos. Y así continuamente.

Con esa premisa, no podemos tardar años para reformar a nuestro profesorado para que nuestros técnicos lo aprendan. Y eso se está haciendo mediante la formación dual. Es el futuro desde hace ya mucho tiempo, no hablamos de ninguna novedad, y es cierto que hoy, gracias a Dios, Córdoba está siendo y dentro de muy poquito va a ser de lo más puntero en formación dual. Estamos hablando de que en paralelo tanto en la formación profesional como por la universitaria se está haciendo una gran inversión y una gran apuesta para la formación dual y en un periodo de tiempo muy pequeño vamos a estar a la cabeza a nivel nacional e, incluso, europeo.

Fran Adame, CEO de IRC Automatización, posa para Córdoba Hoy

Para eso hará falta ser de ciencias, ¿no?

No tiene por qué. Todo en este mundo son ciencias. Hasta las letras lo son. Todo tiene un porqué en el mercado. La industria siempre se ha anunciado como ciencias físicas, matemáticas, química y demás, porque son los procesos de producción y son los que suelen estar orientados a las matemáticas, pero tenemos que tener en cuenta que un proceso de fabricación, un proceso productivo, requiere de ciencias económicas, calidad empresarial, calidad personal, formación y fomento... Hablamos de que la nueva cultura empresarial de la industria no requiere de ciencias. Todos los conocimientos del ser humano son muy importantes. Sí que es cierto que hay que adaptarlos a la nueva generación que estamos viviendo. Hablamos de una nueva sociedad que no tiene nada que ver con el Siglo XVI ni con el I a. de C. Por eso nos tenemos que volver a reinventar.

Hay mucho miedo a la industria 4.0, a todo lo que implica digitalización, porque existe, bajo mi punto de vista, el falso concepto de que esto destruye empleo. Eso es mentira. Lo que hace es transformar empleo. Ya he dicho que los empleos del futuro no existen y el ser humano tiene que seguir continuamente evolucionando. Tenemos que ser capaces de reinventar a las personas. Y personas que tienen una capacidad formativa aprovechar esa circunstancia para que se adapten a la nueva forma de trabajo. Y seguir evolucionando para continuar disminuyendo la contaminación o mejorando los recursos energéticos del planeta y cada vez vivamos mejor.

Me temo que eso tiene que empezar a calar desde la propia formación y por ahora los sistemas formativos no van por esos derroteros.

Correcto, y por eso estamos tan volcados en materia formativa, porque, en efecto, desde la parte privada estamos viendo que es necesario ese cambio formativo. Concretamente, en Córdoba la UCO se está volcando en ello. Desde el actual Rectorado se está aplicando una apuesta brutal por el cambio de la mentalidad en la formación. Más orientado en el alumnado que nunca antes en la historia.

Es necesario pensar en cuáles van a ser los empleos del día de mañana para que formemos a nuestros profesionales formativos y estén preparados para ser capaces de ofrecer una enseñanza de calidad que amo sólo sirva para exportar talento, sino que sean capaces de generar empleo aquí en la zona. Y si no hay esa capacidad porque el tejido productivo es incapaz de asimilarla, que, al menos, seamos capaces de exportar ese personal.

Fran Adame, CEO de IRC Automatización, posa para Córdoba Hoy

Por cierto, la Base Logística Militar del Ejercito de Tierra que va a aterrizar en Córdoba supongo que habrá hecho que la antena de las industrias 4.0 hayan comenzado a funcionar, ¿no?

Sí, bueno. Al fin y al cabo es una buen oportunidad. No lo teníamos ahora mismo planteado en mente. Me parece una oportunidad para la ciudad espectacular. Córdoba siempre ha sido a nivel logístico un punto de referencia en todos lados, pero nunca hemos sido por desgracia capaces de explotarlo. Creo que tenemos que agarrar esta oportunidad como si fuera la mejor de nuestra vida, porque creo que podemos volver a reflotar un Aeropuerto que hasta ahora mismo no lo hemos podido hacer. Nuestro turismo, nuestra capacidad de generación de confianza con otros países en Córdoba puede ser algo espectacularmente bueno. La parte logística del tren, con todas las industrias del 'railway' y las grande empresas de logística, como Mercadona o Carrefour, que están trabajando con nosotros, podemos sacar de ella un gran provecho.

La parte de logística (personalmente aunque se llama militar, pienso más en la logística) puede implicar mucho provecho y puede ser algo importantísimo para la provincia, porque nosotros a nivel logístico siempre hemos sido punteros, y quizá algún día hasta podamos reflotar la parte del río. Podemos estar hablando de un futuro prodigioso para la provincia.

¿Y no para las industrias del sector 4.0? 

Esto es como todo. Cuando generamos riqueza en el ambiente todo el mundo lo capta. Nosotros desconocemos qué nivel de industrialización podemos captar de la Base Logística. Tampoco sabemos el modelo de negocio que se va a generar aquí. Está claro que va a haber una gran inversión por parte de España en general en el punto geográfico de Córdoba, pero no sabemos el plan.

Conocemos la Base Logística de Valladolid y sabemos qué es lo que se puede trabajar allí, y a día de hoy creo que es más a nivel de formación en logística, que me parece algo espectacular, porque aquí en España tenemos grandes superficies de distribución logística, como ya he comentado antes, que puede ser un Mercadona o similar, en la que se puede quedar mucha riqueza y mucha generación de empleo. Pero a día de hoy en industria 4.0 todavía no sabemos el impacto que pueda tener eso directamente.

Fran Adame, CEO de IRC Automatización, posa para Córdoba Hoy

¿Al sector de ustedes le ha afectado como al resto la crisis sanitaria?

No. Realmente nos nos ha afectado mucho. Andalucía en cuestión, donde tenemos el 80% de nuestro mercado, es una comunidad claramente dedicada a la parte agroindustrial y el ser humano necesita seguir comiendo y consumiendo productos. Con lo cual la mayoría de nuestras empresas nos dedicamos a trabajar y a digitalizar empresas agroalimentaria o de 'food and beverage', como la Pepsi, zumos, Covap y un largo etcétera que se han seguido requiriendo.

El canal que ha caído directamente ha sido el Horeca, pero la capacidad de producción se ha modificado y un producto que antes se destinaba a hostelería ahora se usa mas para cubrir los lineales de los supermercados. Concretamente nuestra empresa ha doblado la facturación frente al año anterior.

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