CÓRDOBA CF

Un cohete

El cuadro de Sandoval encadena en el Nou Estadi su cuarta victoria consecutiva y enciende la lucha por la permanencia

Córdoba-Nastic 1

Tarragona vivió la continuidad de un equipo sentenciado, que a base de trabajo y victorias, despega y recorta puntos por semana, en su fijeza de salir del descenso. Se pone a cuatro, el Córdoba CF, aprovechando el tropiezo de sus rivales con el gol de Aythami, de idéntica labra que en Santo Domingo. La sentencia de Guardiola. Marcó y sudó. El equipo de Sandoval orbita cada vez más alto. No teme y cumple con eficacia. Una mira y una marcha que no cambia. Cuando su obligación es tan tensa que no permite duda ni fallo, encadena su cuarta victoria consecutiva. Será o no, pero explota la mecha de la esperanza.    

Era cuestión de tiempo su entrada en el once, apenas le diera el físico para aguantar más de una parte o empezara a aportar. Fue Reyes la sorpresa que tenía preparada Sandoval para enfrentar al Nàstic. Demostró su clase, su categoría superior. Fue decisivo. Distinto. Fue de lo mejor durante treinta y nueve minutos que estuvo en el campo, hasta que se notó molestias y abandonó. Pero dejó su tercer regalo para que marcara otro. Un recital y una muestra ilusionante de lo que puede dar. 

En la previa, Sandoval postuló un cambio y el de Utrera formó parte, por primera vez, de un once que empieza a asentarse más allá de algún cambio ocasional. Sus dos asistencias en los dos últimos partidos, su progresiva puesta a punto, le valieron para dar el salto a la titularidad como enganche y complemento a Guardiola. Nano Rivas, por su parte, incidió en su 4-4-2 con el jugó y triunfó en Granada. Y salieron, califas y tarraconenses a dar tranquilidad con el balón. 

Pleguezuelo se sacó un remate de espaldas que hizo intervenir a Kiesezk tras la nada y un saque de córner. El partido discurría en un inicio lento, apocado. Los riesgos eran mínimos, la oportunidad que ofrecía el ganar hacía grande cualquier jugada, cualquier control de balón, cualquier decisión del pie, condicionada a un estímulo nervioso, a reducir el ansia. Provocando un vaivén de pases nulos, ideas abnegadas, una cadena tiesa de minutos romos en medio del asentamiento y un intento tosco de control o de iniciativa compartida por uno y otro con muy poco sentido. Loureiro pisó la zona de Dimitrievski y chutó centrado, pero solo para la animación ofensiva. El sentirse. El gallego volvió a repetir una actuación sobresaliente.

Esfuerzo y eficacia

Entre la polvareda, el querer de uno otro, la cabeza lúcida de Aythami. Entre él y Reyes hicieron la de Alcorcón. Los socios. El sevillano la puso de maravilla, por tercera vez en tres partidos seguidos, y el canario remató en fuera juego. El uno a cero. Terminó de asentar a un Córdoba CF que lanzó un suspiro y un grito. De bienestar. Empezaron a tocar y a encontrarse. Guardiola condujo desde el centro del campo para darle la bola a Reyes, cuyo zurdazo repelió el meta tarraconense. Metieron la pequeñez a los de Rivas. Le restregaron los miedos. Se reveló Fali, con un potente disparo en la frontal. A Otar, sin embargo, le privaron de empatar. El gol anulado por fuera de juego, era precioso, cogió el balón desde su campo, y legal. Loureiro habilitaba a Barreiro. Y después, su tercera gran internada, se quedó en ocasión. 

Nano Rivas fue rápido. Tuvo que arriesgar y quitó a Márquez, con riesgo de ver la segunda, nada más salir del descanso. Barreiro remató al larguero, en un cabezazo y centro de Tete. Lanzado al ataque, el Nàstic. Mordiente. Concentrado, sumiso a la ayuda y al esfuerzo el Córdoba CF. Remangado. Su salida a la contra la inició Narváez y la desaprovechó Jovanovic, quien fue sustituido por Vallejo. Sandoval entendió que había enrocar el partido, los minutos y el resultado. Guardar el gol de Aythami. Que era vida y esperanza. Este Córdoba CF se ha hecho sólido y el Nàstic quiso picar, comprobar su pasta.

Pleguezuelo la mandó arriba. Atrás y solo atrás los califas con la consecuencia del agobio y de sufrir. Con cinco defensas. Barreiro que casi. Kieszek que salva. Guardiola, de pared con Alfaro, mano a mano, define. Sentencia. Diecisiete goles. Celebra su renovación. Y la de su equipo. Galán, inocente, concedió su segunda tarjeta y se fue a la calle. Pero eso será otra batalla. El equipo se fue a dedicar, a aplaudir a la caravana de los suyos. Unión de valientes. Miren sus caras.

DATOS DEL PARTIDO

GIMNÀSTIC DE TARRAGONA: Dimitrievski; Abraham, Arzo, Pleguezuelo, Otar, Javi Márquez (min. 46, Sergio Tejera), Tete, Fali (min. 76, Uche), Álvaro, Barreiro y Omar (min. 60, Dumitru). 

CÓRDOBA CF: Kieszek; Loureiro, Aythami, Quintanilla, Javi Galán; Aguza (min. 76, Fernández), Edu Ramos; Jovanovic (min. 60, Álex Vallejo), Reyes (min. 38, Alfaro), Narváez y Sergi Guardiola. 

ÁRBITRO: Díaz de Mera. Colegio Castellano Manchego. Amonestó por parte del equipo local a Javi Márquez, Arzo, Fali y Tejera. Y por parte del equipo visitante a Quintanilla, Javi Galán y Sergi Guardiola. Expulsó por doble tarjeta amarilla a Javi Galán (min. 90). 

GOLES: 0-1 (min. 25) Aythami. 0-2 (min. 82) Sergi Guardiola. 

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada treinta y uno del Campeonato Nacional de Liga 1|2|3 disputado en el Estadio `Nou Estadi´ ante 7.247 espectadores.

Córdoba-Nastic 2