“Servirá para hacer algún cambio y probar alguna cosa. Igual es una válvula de escape”, afirmó José Luis Oltra, en su confesión rutinaria ante los periodistas minutos después de consumarse la derrota ante el Getafe CF y a escasas horas de su ida forzada. Tras ello, se levantó. Cuando regresó, a la mañana siguiente, lo hizo ya como exentrenador del Córdoba CF. Sus palabras sobre el partido de Copa Del Rey de mañana, miércoles (21.00 horas), que disputará su equipo (ya de corazón), el Córdoba CF, ante el Málaga CF, aún retumban en el silencio de las paredes de un Arcángel que anda mustio. Como frío en la bufanda del hincha que sienta la destitución de su entrenador cual ausencia de uno de los suyos. En sepia sus gestos, la incertidumbre con la que se refirió el míster a la eliminatoria que peleó por disputar. Nadie imaginó que la de la Copa fue su última reflexión como técnico en aquella sala.
Todos seremos recuerdo. En el caso de la gente de fútbol, llegará el día, que el balón, en lágrimas, como Deivid, dará la cara y saldrá al campo a dar las gracias. “Te queremos. La culpa es nuestra”. Y rodará rodado entre recuerdos, a vueltas en el cómo dedicar un trabajo hecho por el Córdoba con el alma, más allá de aciertos y de fallos. El calendario aprieta el tiempo del análisis. Pero ofrece la bonita posibilidad de regalar un último primer servicio al casi único creyente de la recuperación. Por cómo lo despidieron los suyos, una plantilla afectada. A hacer buenas las declaraciones que dejó como previa en este movido preparatorio de partido entre semana, José Luis Oltra.
Luis Carrión y el Málaga, grandes atractivos
De las sensaciones, destacables; a lo futbolístico, con relativa importancia daba la situación del equipo en una Liga atascada. La Copa ofrece oportunidad de deshago a quien lo pasa mal en sus labores diarias. Y el Córdoba CF está así. La crisis no se va, el hastío se ha cobrado la pieza más recurrente y mantiene secuestrado al club en una dinámica desastrosa que sigue su amenaza. Ya son nueve partidos ligueros sin conocer la victoria. Maniata la ilusión y la confianza de un equipo que sufre. Es un suplicio; lo que cada partido debe ser considerado fiesta. Una incertidumbre, con miedo a. Por tanto, estos Dieciseisavos de Final, oportunos o no, llegan al Arcángel de manera inevitable, en otra noche de difícil adjetivo, ante un Primera, con dos puestas de largo: el nuevo entrenador del Córdoba CF, Luis Carrión, y el Málaga en el torneo del K.O.
En tono positivo, en la competición de su Majestad los blanquiverdes lograron su única victoria en los últimos dos meses. El objetivo del cordobesismo es desconectar. Lo hizo en Carranza, ante el Cádiz (1-2, Juli y Piovaccari). Debutó Pablo Vázquez con el primer equipo y los cordobesistas pasaron de ronda. Le espera el Málaga. Debuta en eliminatorias el 11º de la Liga de las estrellas. Un equipo boquerón que endosó cuatro goles al Leganés (que la temporada pasada peleó con el Córdoba CF) el domingo pasado. Y que llega a la ciudad califa con la misma aureola de equipo grande, como el Getafe CF. Contra un Córdoba CF venido a menos, cuya crisis le hace ver a los rivales aún más grandes.
Se lo pierden Kameni y Camacho; puede que esté Piovaccari
Con 19 disponibles, los hombres de Juande Ramos vienen a pelear la Copa. Con bajas; pero el Málaga. Reservan a Kameni y Camacho para la Liga y citan a Aarón y Kuki como grandes novedades en la lista. Tampoco estarán Sandro (tocado) ni los lesionados de larga duración Weligton, Recio, Kuzmanovic, Keko y Charles. La convocatoria la completan hasta 6 jugadores sin ficha profesional.
Por su parte, el técnico blanquiverde, Luis Carrión, ofrecerá mañana la lista con la que espera empezar a construir su nuevo Córdoba CF. A ser posible, con victoria. Para abrir boca, el catalán, que se sentará por primera vez en el banquillo del Arcángel como entrenador del primer equipo tras su paso por el filial, anuncia la posible vuelta de Piovaccari.
