Se va un hombre de club. Luis Carrión, cinco temporadas como técnico y dos como jugador; el hombre tranquilo que defendió la blanquiverde en campos de Segunda B y de Segunda al frente del equipo que siente como el suyo, en la situación más difícil; no pudo en su deseo de llevarlo a Primera División. De competir, al menos, en esta de plata que recién empezó. Luis Miguel Carrión lideró un proyecto propio al inicio de la campaña desde su gestación; que le salió rebelde. El técnico catalán fue víctima de un arranque horrendo, la presión temprana de todos los sectores y de un cese prorrogado por la directiva a raíz de la última goleada (1-5) en casa ante el Nàstic.
Reemplazó a Oltra, allá por Noviembre del año pasado, cuando la situación pintaba parecida. En un sprint final, Luis Miguel Carrión salvó al equipo y se ganó el derecho a construir y a dirigir al Córdoba CF en la 17/18. Pero de nuevo, el descenso. Un debut en Liga inesperado después de una pretemporada bella, una caída en Copa prematura. Siete derrotas y tres victorias en diez partidos, el equipo más goleado de la categoría. Síntomas de descomposición. Insostenibilidad. Es lo que termina con su estancia. Los resultados que no llegan, la solidez que no aparece. La irregularidad. La poca paciencia. La ruptura. Las direcciones de todos opuestas. La búsqueda de soluciones.
El último servicio de Merino fue en Tarragona
En este punto, echar a Luis Miguel Carrión ha sido la solución. Y traer, en su lugar, a Juan Merino Ruiz. 47 años. Merino, en el fútbol. La Línea de la Concepción. Trece temporadas en el Real Betis como jugador y cinco en el Recreativo de Huelva. Menos extensa, aunque amplia, su trayectoria como entrenador. Ciento trece partidos repartidos entre Xerez CD, Real Betis, Real Betis B y Gimnàstic de Tarragona, su última aventura, en la temporada 2016/2017. Cuarenta de ellos en Segunda y diecinueve de ellos en Primera, como interino en Heliópolis. Cincuenta y cuatro en Segunda B, su hoja más extensa. Décimo inquilino del banquillo califa en la etapa presidencial de Carlos González.
Marcelino, Luis Aragonés, Guus Hiddink, Javier Clemente, Serra Ferrer, como maestros y referentes. Merino tiene un porcentaje del 33, 62% de victorias, un 27,43 % de empates y un 38,95% de derrotas. En Tarragona, último servicio, completó veinte partidos de los cuales ganó seis, empató nueve y perdió cinco. Buscará los resultados en Córdoba. Estabilizar la crisis. Salir de ella. Entrenar de urgencia. Adaptarse. A priori, la permanencia. Hoy empieza su era.
