CÓRDOBA CF

La herida que no deja de sangrar

Los blanquiverdes pierden en cuarenta minutos toda posibilidad de acabar con la mala racha de resultados que persigue al equipo y ascienden a seis los partidos sin conocer la victoria

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photo_camera Un momento del encuentro entre el Almería y el Córdoba CF. FOTOS: LA VOZ DE ALMERÍA

La mejora que no llega. La hemorragia que no cesa y la herida que no sutura. Ésa es la actual situación en la que queda sumido el Córdoba CF tras perder con claridad (3-1) en los Juegos del Mediterráneo en el partido correspondiente a la jornada 13 de Liga. El herido, a falta de cura, continúa ofreciendo los mismos síntomas preocupantes sobre una derrota express en cuarenta minutos que agrava la brecha de partidos sin conocer la victoria (récord negativo con José Luis Oltra)  y manifiesta las carencias de un equipo que murió con todo, pero con más pasión que ideas. Deja respirando a la UD Almería, tras un partido largo y que se le vino corto en su postrimería, y al final justo. En el que por sexta jornada consecutiva se queda sin los tres puntos.

Como una premonición, el fluorescente de la elástica cordobesista parecía indicar el estado de urgencia en el que los de Oltra se plantaban en Almería a una consulta futbolística entre dos grandes necesitados, con idénticos problemas, con obligaciones semejantes. Y desde el ingreso al terreno, el diagnóstico fue claro. Los rojiblancos, de exquisito bisturí táctico y muy bien colocados, comenzaron a cobrar en goles una pegada casi quirúrgica. De tremenda efectividad. De presión alta, fuerte y acertada, elevando a mortales los problemas en la zaga cordobesista y precipitando errores blanquiverdes continuos en la salida de un balón frío, que dolía al rodar.

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Tuvo razón Oltra en la dificultad del encuentro, en lo extraño de la situación de un rival que jugándose la vida salió al césped enrabietado y firme en sus acciones. Y advertido, se presentó el Córdoba CF en Almería con algún cambio de cromo respecto al último once que presentó en casa ante el Valladolid. Ríos, Edu Ramos y Bergdich fueron las novedades en un plantel inicial en el que se barruntaba variaciones. A pesar de que el técnico cordobesista mantuvo su apuesta en defensa con Samu (sustituyó a Cisma), Rodas y Bijimine en el centro (sin experimientos) junto a Caro en el lateral, permitió en la medular la entrada de Edu Ramos por Caballero como escudero de Luso; y una línea de 3 formada por Juli, Bergdich y Ríos; por detrás de Rodri.

Disección acompasada

Por su parte, Soriano, con idéntico esquema, planteó una operación donde ya a los tres minutos lanzaría el aviso de que arriba convertiría la primera parte en un martirio para la zaga cordobesista. Una disección acompasada cada vez que la velocidad, el descaro y la juventud de Pozo (a tener en cuenta) junto a la calidad de Quique aparecían. Determinantes. Hirientes. Una sensación de peligro contínuo a la que el Córdoba CF tímidamente asistía sin apenas crear nerviosismo a la grada de unos Juegos del Mediterráneo que se divertían en la antesala del gol de Fidel. Quién si no. En una semana en la que fue protagonista, el onubense abrió el marcador ante sus ex concluyendo a placer en el minuto 13 una buena jugada por banda de Ximo, dueño y señor de la derecha durante la primera media hora. Los blanquiverdes, inoperantes tras el primer golpe, recibían el segundo de la UD Almería sin apenas tiempo para digerir el mazazo. Una tremenda arrancada de Quique que de autopase se fue de Bijimine y de quiebro batió a Kieszek complicó las opciones cordobesistas apenas diez minutos después colocando un dos a cero mortal. Sin embargo, el destrozo no acabaría aquí. El tercero llegó de cabeza, en un córner lanzado por Fidel (otra vez, Fidel) en el 38 con un Córdoba sin fluidez, como si los golpes encajados le apartaran de una camilla en la que fue rematado con alevosía. Y pronto.

Apenas un disparo alto de Luso y otro de Ríos desde la frontal, a la derecha de Caro fue el pobre bagaje ofensivo que ofrecerían los blanquiverdes en la primera mitad. Muy poco para lo que el encuentro requería. Y cuando todo hacía indicar que el Córdoba CF murió en 40 minutos, un autogol de Trujillo forzado por Rodri en las postrimerías del descanso dotaba de interés y suspense la segunda mitad. Nada más lejos de la realidad.

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Cambios sin suerte

Los cambios ofensivos de Oltra (Piovaccari por Ríos y Alfaro por Edu Ramos) lanzaron al equipo a por la resurrección, volcado contra un marcador que actuaría como una losa aplastante con el paso de los minutos. La remontada, pues, terminaría por diluirse cual esperanza en las botas de los jugadores cordobesistas. Ni el centro que se pasea de Samu (min54), ni la pelea inagotable de Rodri, ni el disparo alto de Bergcidh (min. 71), ni la más clara: pelota muerta a Rodas en el área a la salida de un córner en el 80. Fin de los suspiros. Los de Oltra, sin continuidad en el juego y sumando ocasiones puntuales, no pudieron rescatar ni un punto para coser sus retales de fútbol inerte. Previsible. Falto de orden en ataque. Con muy pocos recursos. Con un Almería práctico y Dubarbier perdonando por dos veces (min. 75 y 91) la sentencia de un cuarto que hubiera sido muy puzante en la forma. Perdiendo quizás a Piovaccari (retirado en el 63 por problema muscular) y a Rodas para el próximo partido, que será el Mallorca en El Arcángel. Ni un bálsamo. Como quien busca recibir en casa los cuidados cuando se está enfermo.   

Ficha del partido:

UD Almería: Casto; Ximo, Vélez, Trujillo, Nano; Joaquin, José Ángel (I. Sánchez, m. 83); Puertas (Dubarbier, m. 63), Fidel, Pozo (Diamanka, m. 78); Quique.

Córdoba CF: Kieszek; Samu, Rodas, Bijimine, Caro; Luso, Edu Ramos (Piovaccari, m. 46; Guille Donoso m. 65); Juli, Bergdich, Ríos (Alfaro, m. 46); Rodri.

Árbitro: González Fuertes. Amonestó por el equipo local a José Ángel (m. 26), y del visitante a Edu Ramos (m. 19), Héctor Rodas (m. 55) y Rodri (m. 82).

Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 13 de Liga disputado en el Estadio Juegos del Mediterráneo ante 7.964 espectadores.

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