Salvados desde el pitido final en Vallecas, el pasado domingo, el Córdoba CF ha regresado esta mañana a los entrenamientos para encarar la última semana de trabajo de la larga temporada que termina en El Arcángel ante el Girona (sábado, 20.30 horas), el nuevo equipo de Primera.
De dos días de descanso ha disfrutado la plantilla de Luis Carrión una vez conseguido el objetivo de la permanencia. La jornada, marcada por el intenso calor y el buen ambiente, transcurrió con normalidad y la duración habitual de hora y media en el césped continuamente regado de la Ciudad Deportiva. Con muchos efectivos. Todos los disponibles a excepción de Bijimine y los lesionados Domingo Cisma y Kieszek.
El portero blanquiverde fue sometido, con éxito, a una intervención quirúrgica en su mano derecha debido a la rotura del tendón extensor que afectaba también a la cápsula de su dedo meñique, y que el meta arrastraba en los últimos partidos. Su tiempo estimado de baja está previsto en al menos seis semanas, según informó el club en un comunicado oficial. Por tanto, habrá que esperar hasta la próxima campaña para disfrutar, de nuevo, del polaco bajo palos.
Larga charla entre Lara y Carrión
A los del primer equipo se sumaron del B: Vito, Esteve, Quiles, Jordi Ortega y Víctor Mena. Así como Javier Galán, indiscutible en los planes de Carrión. La sesión volvió a tener al balón como protagonista. Ejercicios de conducción, rondos y partidillos cortos en dimensiones reducidas para terminar, que fueron trabajados en el primer entreno de una semana atípica en la que ya no se juegan nada los cordobesistas y en el que se pudo observar una larga charla entre Javi Lara y el míster, al inicio de la sesión. Significativa; pues, el de Montoro es uno de los objetivos cordobesistas de cara a renovar en la confección del nuevo plantel para el curso siguiente.
El trabajo de recuperación de Héctor Rodas, a parte del grupo, con el preparador, fue la buena noticia a falta de saber si puede estar o no, al menos convocado, contra el Girona.
