EFEMÉRIDES

Tal día como hoy, pero de 1936, la aviación republicana bombardeaba Córdoba

El ataque se repitió al día siguiente
Aviones Katiuska sobrevolando los cielos en la Guerra Civil Española
photo_camera Aviones Katiuska sobrevolando los cielos en la Guerra Civil Española

"Las cobardes agresiones marxistas contra la población civil de Córdoba". Así encabezaba el Diario Córdoba la información sobre los bombardeos que tuvieron lugar en la ciudad un domingo como hoy y también 2 de agosto. Era 1936 y la guerra civil había estallado poco antes. 

Un trimotor pasó por la ciudad a las ocho y media de la mañana. El mismo diario indica que una bomba soltada cerca de la Cruz Roja mató a una mujer. Otra cayó en el número 68 de la calle Tejón y Marín, matando a un maestro, Manuel Camacho Parejo. "Además cayeron artefactos en las calles Pilero, Fitero y Zarco, Plaza de San Rafael, Círculo de Labradores y en la casa número 1 de la calle Conde de Torres Cabrera, domicilio de Don Pedro Barbudo Vacas", continúa el diario, que sigue con una enumeración de los muertos y heridos, entre los que se encuentran niños. 

Al día siguiente se produjo otro bombardeo, a las cuatro y media, y cayeron bombas en la plaza de toros, en la Avenida Medina Azahara o en Duque de Hornachuelos. El avión tuvo su respuesta, ya que otro avión lo persiguió tras despegar de Electro Mecánica.

"Fue a las ocho de la mañana cuando unos dormían, otros se hallaban en misa y otros iban a la plaza". Así empezaba su crónica sobre el bombardeo el diario 'El defensor de Córdoba'. Este diario era más expresivo en su vocabulario que aquel diario Córdoba de entonces, y continuaba por ejemplo indicando "El aviador, ¡a quién Dios confunda!". Y tras definir la acción de "canallesca" también llamaba cobarde al piloto: "No se puede ser más refinadamente cobarde como lo fue ayer el aviador, que en el momento de ver a un aparato nuestro que salió en su busca, corrió a esconderse en su madriguera".

'El Defensor'  también daba cuenta de los heridos, y publicaba una nota de la alcaldía que reproducimos por su interés en las recomendaciones: 

Ante el cobarde y nuevo ataque de  dicho avión a !as población civil y por si éste se repitiera, cosa improbable, puesto que los nuestros están dispuestos a repeler la agresión, se aconseja al vecindario, persista en su actitud serena, pues las bombas arrojadas no tienen gran capacidad destructora. 

Para aviso del público existe ya un vigía en la "torre de la Catedral el que al divisar cualquier aeroplano tocará fuertemente la campana mayor y en estos momentos los transeúntes se  guarecerán en los portales, parándose el tráfico. Los yecinos que estén en sus casas deberán guarecerse en las habitaciones de los pisos bajos y tener abiertos los balcones para que al trepidar no se rompan los cristales 

El susodicho toque de campana sonarà siempre que los vigías colocados al efecto, divisen algún aparato en el horizonte, auque no sea enemigo, dada la dificultad de precisar a distancia si es un avión marxista o pertenece al  Ejército Español, y por si se valiesen de la añagaza, tan en armonía con los procedimientos innobles de estos individuos de poner a sus aparatos emblemas, distintivos o matrículas análogos a los de los aviones leales a la Patria. 

Repito que es posible que este aparato no vuelva a "presentarse y caso contrario nuestra aviación lo batirá inmediatamente, y termino recomendando  a todos mucha serenidad ya que, el triunfo total está próximo.

Salvador Muñoz se equivocaba. El avión. que por cierto pertenecía al Ejército español, habida cuenta de que quienes dieron un golpe de estado fueron las llamadas fuerzas nacionales y no al revés, volvió al día siguiente y el triunfo de los golpistas liderados por Franco aún tardaría tres años en darse, tras lo cual dio comienzo a 40 años de oscuridad, aislamiento y represalias constantes y continuas contra las familias consideradas de 'rojos'.