Nacido en 1878, Manuel Saco de León, alias 'Cantimplas' ya aparece mencionado en la prensa histórica desde jovencísimo, de hecho los diarios locales recogen sus primeras hazañas desde 1995, cuando ya le definen en las crónicas de tauromaquia como aventajado banderillero. Y fue gran banderillero y peón de brega, indispensable para uno de los mitos de la época, 'Joselito'. Dicen que ponía como nadie el toro donde lo necesitaba el torero. Tal día como hoy, pero de 1922, 'Cantimplas' moría enfermo de tuberculosis.
El diario 'La Voz' del 14 de febrero de 1922 ya recogía una corrida a beneficio de 'Cantimplas' que se encontraba gravemente enfermo. Esta corrida surge de la visita que muchos toreros hicieron al domicilio del banderillero, preocupados por su estado de salud. Se recaudaron 19.000 pesetas, y el beneficio líquido, como señala el periódico, fue de 12.000 pesetas. (...) El veterano Cantimplas bien merece este rasgo de sus compañeros como el afecto de sus paisanos (...).
Durante los días posteriores, la prensa va recogiendo otras corridas en beneficio de este sin duda querido banderillero y subalterno que evidentemente se había ganado el respeto de todos en su profesión y también del público.
El diario 'El defensor' recogía ya la muerte de 'Cantimplas' el 18 de marzo de 1922:
Ha fallecido en esta capital el excelente banderillero Manuel Saco León (Cantimplas).
Figuró en las cuadrillas del malogrado Joselito y después estuvo con su hermano Rafael.
Descanse en paz el incansable peón cordobés.
Y en el diario 'La voz':
(...) La vida de Manuel Saco va intimamente ligada a toda la historia del toreo contemporáneo (...) Manuel Saco, como banderillero excelente ha formado siempre parte de las cuadrillas de los más afamados matadores de toros; primero quiso ser novillero y la fortuna no le acompañó; después como peón de brega ingresó en la cuadrilla de Rafaelito Molina 'Lagartijo', y a la muerte de este se incorporó en la del gran 'Machaquito' (...)
Hay que decir que 'Cantimplas' también estuvo con Manolete y El Gallo.
Estuvo por tanto con los mejores y tuvo la mala suerte de que la tuberculosis procediera de un resfriado mal curado, paradojas de aquella época, en las que una figura como 'Cantimplas' podía desafiar la muerte ante bestias de cientos y cientos de kilos para morir por algo así sin haber cumplido los 44 años.
La historia de 'Cantimplas' es la de un actor secundario que sin embargo pasa a la gloria de su profesión gracias a su excelente labor con los más grandes del momento.
