En 1878 ponía en marcha el célebre músico Eduardo Lucena el Centro Filarmónico, la institución musical más antigua de la ciudad. En este diario de 1979 podemos leer sin ir más lejos que el propio Eduardo Lucena dirige una sinfonía dentro de un acto benéfico que incluye una zarzuela. Y es que la figura de este músico estuvo indisolublemente ligada a su criatura, hasta el punto de que cuando murió en 1893 el centro dejó de existir. Aquí pueden leer, por cierto, la necrológica que publicó el 'Diario Córdoba'. Y un año después el mismo diario le recordaba con esta loa, en la que también se rememoraban sus desvelos al frente del comentado centro. Una curiosidad, tras la disolución del centro algunos de sus miembros formaron la tuna cordobesa, como se recuerda en este número del periódico local.
El 13 de noviembre de 1902, se anunciaba en el diario 'El defensor de Córdoba' que al día siguiente, en el 'Café Suizo' habría una reunión a la que todos los amantes del arte lírico estaban invitados. El motivo no era otro que constituir una sociedad en honor del maestro y que continuara con lo iniciado por él. Se llamaría 'Eduardo Lucena, Centro Filarmónico Cordobés'.
Y de nuevo 'El defensor de Córdoba' daba esta vez cuenta de lo acontecido en la reunión. Nace en los salones altos del 'Café Suizo' el nuevo centro filarmónico, o continuación del antiguo. Como presidentes honorarios Juan Gómez Navarro y Cipriano Martínez Rücker.
Y manos a la obra. En seguida empezaron los primeros ensayos, tan sólo días después, lo pueden leer aquí. La intención era celebrar un festival que llamase la atención. A partir de ahí, y tras convertirse en 'Real' gracias a una actuación ante los reyes de España en 1904, la institución viajó por multitud de lugares de España, pero también a Lisboa, Oporto, Londres o Marruecos.
Lamentablemente, y con la guerra civil de por medio, hubo también notables desgracias, como explica Cordobapedia:
Tras la Guerra Civil y fusilamiento de su director, Aurelio Pérez Cantero, el Centro Filarmónico pierde su propia identidad y muchos de sus miembros se integran en la Obra Social de Educación y Descanso, hasta que en el año 1961, gracias entre otros a Francisco de Sales Melguizo, Reginaldo Barberá Jornet, Carlos Hacar y Rafael González, volvió a constituirse en uno de los referentes institucionales cordobeses.
No obstante como vemos logró recuperarse de nuevo y llegar hasta nuestros días, mostrándose no sólo como la institución musical más antigua de Córdoba, así lo indicábamos al principio, sino como una entidad que lo soporta casi todo.
