Tal día como hoy de un lejano 1865 quedaba inaugurado de forma ordinaria el tren entre Córdoba y Málaga. Y decimos de forma ordinaria porque hubo fastos extraordinarios. Como si de una boda gitana se tratase la ciudad contó con fiestas durante varios días y una inauguración alternativa con paseo triunfal. Fue aquel un acontecimiento que paralizó a la ciudad en unos momentos en los que el ferrocarril suponía atravesar la frontera hacia la modernidad.
Días antes de estas fiestas, en su ejemplar del 9 de agosto, el 'Diario Córdoba' avisa de la llegada del Marqué de la Vega, ministro enviado de la reina, con motivo de este acontecimiento que se vive como algo decisivo:
La corporación municipal agasaja al marqués con bandas de música y buffets, pero toda la ciudad, como se puede ver, se engalana ya:
«El paseo de la Victoria y sus jardines estarán luminados a la valenciana, desde las nueve hasta las doce de la noche, en cuyo intermedio se quemará a corta distancia un vistosísimo castillo de fuegos artificiales, aumentando los atractivos del cuadro con las armonías de una banda de música, para que los personajes á quienes se rinden los honores participen con el vecindario de los goces que brinda aquel hermoso punto de recreo. El dia en que haya de verificarse la inauguración de la vía férrea, la Diputación provincial distribuirá én limosnas la cantidad de 8.000 rs. entro los pobres mas necesitados de cada Parroquia, patentizando con este acto benéfico el deseo que le anima de llevar el consuelo en esos momentos de júbilo alas personas que se encuentren afjijidás ppr la desgracia. En. la noche del mismo dia la sociedad Círculo de la Amistad abrirá sus salones para dar un suntuoso baile, que sin duda será digno del objeto que lo motiva; y los casinos Cordobés é Industrial, Agrícola y Comercial harán manifestaciones que justifiquen el entusiasmo conque se asocian á los proyectos de la Municipalidad. Al regreso do los Sres. Ministro do Fomento y Director general de Obras públicas, serán recibidos en la estación, así como las Autoridades, Corporaciones y demás personas de Málaga que les acompañen, con las solemnidades que corresponden á la elevada significación de su visita; y la Diputación do Córdoba les ofrecerá una delicadísima comida en celebración del fausto suceso que ha venido á realizar, la unión de ambas provincias».
A partir de ahí como decimos Córdoba fue una fiesta hasta que el día 15 los pasajeros habituales pudieron desplazarse hasta la vecina ciudad. Pero antes se produjeron viajes en ese tren que contaron con igual entusiasmo.
Y así, además de las comilonas y la iluminación de la Victoria, se iluminó el día 14 la fuente de la Plaza del Potro, donde se dio de comer a los presos de la cárcel, y en el Casino se dio de comer al llamado Asilo de Mendicidad. Pero lo que merece la pena es la descripción del viaje que tuvo lugar con los ingenieros y personalidades y que se puede leer en profundidad en este enlace.
En cada estación hubo fuegos artificiales y un buffet de productos típicos, no fueron días consagrados a la dieta.Cuenta el periódico que Montilla, Aguilar y Puente Genil rivalizaron especialmente en los agasajajos. Tras salir de Córdoba parece que ese entusiasmo decayó un poco. Ya en la llegada hubo, cómo no, un banquete.
Tras las fiestas y viajes oficiales, el día 15, Córdoba y Málaga ya contaban con esa línea, hoy de alta velocidad.
